Reencuentro con Vicente Miera
Redondo y Joaquín visitan en Madrid al legendario técnico para hacerle partícipe del homenaje al equipo del ascenso en 1970 del que formó parte el cántabro.
El Sporting rindió homenaje el pasado abril al equipo del ascenso a Primera División en la temporada 1969-70, con un acto en El Molinón en el que participaron la mayoría de los futbolistas de aquella plantilla que dirigió el fallecido Luis Cid Carriega. Hubo ausencias, entre ellas la de Vicente Miera, responsable técnico junto a José Manuel Novoa de los mejores a años de la historia del club, pero que antes que entrenador fue futbolista rojiblanco y partícipe de aquel ascenso.
Joaquín Alonso y José Antonio Redondo fueron la representación institucional del Sporting en el viaje a Madrid para corresponder con Vicente Miera como miembro de aquel equipo y por ello recibió la fotografía y la camiseta conmemorativa. El reencuentro fue muy emotivo porque, no en vano, Redondo y Joaquín fueron además discípulos del técnico cántabro en las temporadas de mayor gloria rojiblanca (un subcampeonato de liga y dos finales de Copa del Rey consecutivas). Miera ascendió con el Sporting primero como jugador y después como entrenador.
“Me sentí muy bien en aquel Sporting, que siempre me ha tratado muy bien. Es un equipo especial para mí”, manifestó Vicente Miera en su domicilio de Madrid del que no pudo moverse, por problemas de salud, para asistir al homenaje que impulsó la Asociación Anselmo López en el mes de abril. “El Sporting es estar como en casa. Fui feliz en Gijón”, confesó el cántabro cargado de emoción.
Miera fue un defensa que cerró su trayectoria en los terrenos de juego con dos temporadas en el Sporting (Real Gijón, por imperativo legal entonces) y después de ocho temporadas en el Real Madrid, con la conquista de Copa de Europa de 1966 como principal logro, además de siete ligas y una Copa. El Racing de Santander, con el que también logró el ascenso a Primera, fue su otro equipo al inicio de su carrera. Con el Sporting jugó 25 partidos en aquellas dos campañas 1969-70 y 1970-71.
Después llegó su trayectoria como entrenador del Sporting con un total de 215 partidos en el banquillo rojiblanco en dos etapas (1976-1979 y 1980-1982). El ascenso en 1977, la primera clasificación para la Copa de la UEFA al año siguiente, el subcampeonato de liga en 1979 y la final de Copa 1981 fueron sus grandes logros para la historia sportinguista.