Las Palmas vuelve a la isla con certezas y una duda
La U.D. concluye su concentración de pretemporada y regresa a la isla con confianza en el juego, apariciones de canteranos ilusionantes pero sabiendo que debe mejorar su puntería.
La expedición de la U.D. Las Palmas vuelve a la panza de burro y deja el apretante calor de Andalucía. Los amarillos ponen ya fin a su estancia de 10 días en el Marbella Football Center despejando muchas incógnitas para la próxima temporada y manteniendo otras activas.
Desde que el pasado 20 de julio los grancanarios marcharon a tierras malagueñas se ha ido perfilando una plantilla que el club no buscaba revolucionarla, sino en cualquier caso, aplicar una serie de mejoras. Desde Pío XII querían dar continuidad a un proyecto que ya funcionaba visto el rendimiento dado en el cierre liguero de la campaña 21-22 con una de las mejores rachas de su historia.
Viajaban los amarillos al complejo deportivo costasoleño con la casi certeza de que Vitolo iba a firmar por Las Palmas. Pero entre el casi y la rúbrica se coló Álvaro Jiménez el mismo 20 de julio, día del desplazamiento. Cedido por el Cádiz venía a ocupar esa plaza de extremo que había adelantado el presidente amarillo que querían contratar, además de la de Vitolo. Una incógnita menos a despejar.
Las altas para la plantilla se iban cerrando poco a poco y al día tocar de tierra malagueña, el 21 de julio, se anunció el cacareado pero alargado fichaje de Víctor Machín. Las Palmas volvía a unir por tercera vez a Vitolo y Jonathan Viera. Ya tenían casi todas las plazas cubiertas de fichajes. Faltaría la punta de ataque, con Marc Cardona y Elejalde. Queda pendiente la de la punta de ataque. Fluctuante con el paso de los días. La semana pasada señalaba el máximo mandatario que serían dos los delanteros a traer y después bajó a un punta.
Mientras todo eso pasaba se iba escenificando claramente el paisaje de los jugadores que no cuentan para la temporada en ciernes. Los partidos amistosos dejaron a las claras las intenciones con Ale Díez, Pinchi, Veiga, Ferigra o el retornado Clau Mendes. Antes, ya había salido Raúl Fernández poco antes y luego le seguiría Maikel Mesa.
El equipo deja el Marbella Football Center con mejores sensaciones que resultados. Sin ser malos teniendo en cuenta los niveles, cuatro empates y una derrota, deja el regusto de no haberse traído una victoria que bien pudo pasar en el último de los encuentros ante el Al-Nassr.
La buena dinámica de grupo y la plasmación del propósito es lo que da tranquilidad al entrenador amarillo quien valora muy positivamente la evolución del juego a falta de dos semanas para comenzar la liga. “Se vio la idea de lo que queremos que sea la U.D. en cuanto a concepto, juego”, diría el técnico esta semana en UD Radio. Esos partidos amistosos han permitido, además, poner a prueba a jóvenes valores de la casa como Palanca, Elejalde, David Vicente, Ale García o Saliou.
Sin embargo, no todas las sensaciones son buenas. En la bodega del avión que trae de vuelta a los amarillos hay maletas con dudas. La principal, encontrar una solución a la falta de acierto en los goles como así ha dicho el propio técnico. “Ese problema que tenemos de cara a portería que es cierto que tenemos que solucionar”.
Ahora los amarillos dejan atrás el sofoco peninsular necesario para poder competir con rivales de mayor entidad que los que se pueden encontrar en las islas y llegan a una algo más fresca Gran Canaria para concluir la pretemporada.