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Laporta, entre Florentino y Tebas

El costo del Barça en plantilla es de 560 millones, el del Madrid, de 400. Por cierto, es de 560 ahora, tras haber eliminado a Messi, Griezmann y Luis Suárez, pero viene de mucho más arriba, lo que explica la magnitud del agujero, sólo comparable al Cráter Barringer de Arizona. Es la resaca del periodo Messi, con sus siete renovaciones y la actitud aprovechategui de los que más cultivaron su trato, los capitanes, que dispararon sus salarios explotando su condición de camarilla del genio. El sueldo más alto del Madrid (que, vaya sarcasmo, era el de Bale) estaba por debajo de siete del Barça. No era sólo el cometa Messi, era su reluciente estela.

Pero vuelvo a la foto de ahora mismo, 560 contra 400. Laporta le da vueltas a cómo salir del embrollo buscando ingresos debajo de todas las piedras menos la Tebas-CVC que le está vedada por Florentino, al que lleva la maleta en pago a dos importantes favores que le ha hecho en la cuestión del aval a cambio de que le ayude a seguir soplando las brasas de la fallida Superliga. Y resulta curioso, casi cómico, que con una voz el Barça acuse a Tebas de haber sido causa de esta ruina haciendo la vista gorda con Bartomeu y con otra diga que no hay derecho a que Tebas no les haga hoy la vista gorda porque no se meten en su operación CVC.

En todo caso, lo primero es moderar los gastos y no es fácil. Sus capitanes a lo más que accedieron fue a dilatar cobros en el tiempo para que se pudiera liberar alguna cantidad y fichar en enero. Puyol renunció en su día a cobrar su último año porque no estaba para jugar; mucho más atrás en el tiempo, Sadurní, Rifé y Fusté ofrecieron al club bajarse la ficha en un momento de apuro y lo que ganaban era insignificante, en dinero constante, frente a lo de ahora. Pero eran de otra pasta. Los capitanes de hoy no están por eso. Como no están por salir los varios jugadores que no cuentan y que tienen sueldos tan altos que nadie por ahí está en condiciones de pagarles.