La Copa relanza a Dorrio y Ochoa
Josué Dorrio era el gran desconocido para los aficionados del Málaga. Pide sitio tras marcar y asistir. Aarón Ochoa, internacional sub-20 por Irlanda, también aprovechó sus minutos.
El partido de Copa contra el Estepona ha resultado de mucha utilidad en varios aspectos. Por una parte, ha servido como desquite del varapalo ante este mismo equipo el año pasado. Aquella dura derrota (3-2) escoció, y mucho.
Por otro lado, ha servido también para ofrecer minutos a algunos jugadores menos habituales en el once inicial. Carlos López tuvo una parada estelar a Expósito que terminó siendo decisiva porque se pasó de un posible 2-2 al 13 definitivo. “Eso me dijo Alfonso Herrero” comentó el cancerbero.
Dorrio y Ochoa
Josue Dorrio era, y lo entrecomillamos, ‘el gran desconocido’ para el malaguismo. El bilbaíno solo disputó 20 minutos contra el Burgos y solo se le vio en una acción donde perdió la marca de Florian Miguel, que ganó la posición para anotar el 2-1 de la derrota blanquiazul.
En cambio, aprovechó su tiempo en el duelo copero. Dorrio es un extremo con habilidad y punta de velocidad. Contra los esteponeros anotó un gol de bella factura tras aprovechar un brillante servicio de Carlos Dotor. A renglón seguido, asistió a Ochoa, que sumó el tanto que cerró la eliminatoria.
Si Dorrio era una incógnita, Aarón Ochoa era una especie de ‘gran deseado’. El internacional sub-20 por Irlanda solo acumulaba 50 minutos ligueros y ninguna titularidad. Le ha costado ponerse en órbita después de superar una molesta lesión. Este partido puede dar alas a un jugador de cuyos compañeros destacan su inmenso talento.
Gol de oro
Dorrio atendió a los medios tras terminar el encuentro. “Tocaba salir con muchas ganas. El equipo hizo una primera parte muy seria. Había que continuar el trabajo de la primera parte, y yo aprovechando para coger minutos y sensaciones. Feliz por pasar de ronda y hacer un partido muy serio”.
Este gol es una manera de decir: ‘aquí estoy yo’. “La competencia es brutal. Hay que apretar los dientes e intentar aprovechar las oportunidades. Vine a ayudar todo lo posible. Tras el gol tenía una mezcla de emociones brutal. Salió perfecto el control y el gol, y feliz”.
El vasco pasó una campaña complicada en Ferrol donde vivió un duro descenso. “Venía de una temporada que, mentalmente, costó muchísimo. Vine a contagiarme de este grupo tan sano y de la alegría del vestuario. Los resultados ahora vienen más de cara y, si el equipo va bien, nos vamos a beneficiar todos”.
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Idea del equipo. “Habla muy bien del equipo que, todo el mundo que sale aporta. Queremos dar continuidad fuera de casa a lo que tenemos en La Rosaleda. Apretando entre todos, las cosas saldrán mejor fuera. Hay que adaptarse a todo. Si me ponen de portero, también jugaría. Me tengo que amoldar, ser inteligente, y ponerse a disposición del equipo”.
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