El último baile de Sergio Pellicer
La venta inesperada de Nelson Monte, las lesiones de Luismi, Pastor y más jugadores, poca aportación de los fichajes y pérdida de confianza por parte de la cúpula han marcado el último baile de Sergio Pellicer.
La despedida de Sergio Pellicer, en el primer tercio del campeonato, deja muchas interrogantes abiertas. La primera es obvia. ¿Quién será el sustituto y si llegará a tiempo de dirigir al equipo el próximo domingo contra el Mirandés? Pero hay una cuestión, en este momento crepuscular, que es complicada en su reflexión. ¿En qué momento se torcieron las cosas?
Venta de Nelson Monte
Tras conseguir la permanencia con apuros inesperados, el club trazó un proyecto para aspirar a “algo más que la permanencia”. Pellicer fue más allá: “Queremos ser más ambiciosos”. Los primeros pasos del mercado fueron ilusionantes con las llegadas de Joaquín Muñoz, Carlos Dotor, Adrián Niño y Eneko Jauregi. El siguiente paso era encontrar un extremo. Hasta por Niño se pagó traspaso siete años después.
Entonces, y de manera sorprendente, Nelson Monte fue traspasado al Almería por 400.000 euros. La hoja de ruta varió y hubo que buscar un relevo. Se puso a tiro Javi Montero, que ultimaba poco amistosa salida del Racing. Pellicer perdía a su jefe de la zaga y la pareja de centrales pasaba a ser Pastor-Montero. No era lo previsto, pero ni tan mal.
Lesiones de Isco y Luismi
En el último amistoso de la pretemporada, el Málaga hizo un partidazo ante el Betis con recital de David Larrubia, que hizo verdaderas diabluras. Pero protagonizó una desgraciada acción que dio como resultado la lesión de Isco. Aquello afectó mucho al Mago por la admiración que siente hacia el jugador y el linchamiento sufrido en redes sociales. Desde entonces no ha vuelto a ser el mismo.
La temporada empezó torcida. Antes de su inicio Alfonso Herrero se hizo una brecha en la cabeza que le tuvo fuera dos semanas. También se lesionó Eneko Jauregi. En el primer partido contra el Eibar, Luismi, el motor del equipo, le lesionó de gravedad. Fractura faciomaxilar tras un choque con su compañero Montero. La foto inicial se le seguía moviendo a Pellicer.
Esta circunstancia obligó a buscar un especialista de similares condiciones. Pero lo peor estaba por llegar. Álex Pastor, que estaba jugando a un nivel espectacular, sufrió la temible triada y dijo adiós a la temporada. Con el final del mercado de invierno el club usó la ficha del central para traer un centrocampista, Brasanac, de distinto perfil que Luismi, porque Unai Vencedor se decidió por el Levante. La necesidad del extremo se cerró con Dorrio. De un mercado de verano aceptable se pasóp a un final sin acierto.
Plaga de lesiones e Izan
Los problemas no paraban de crecer. Izan Merino, que era titularísimo, se fue un mes al Mundial Sub-20 y ese hueco tampoco estaba siendo bien cubierto hasta que Pellicer logró recuperar a Juanpe, que estaba en la rampa de salida y se puso a un gran nivel… hasta que se volvió a lesionar.
Lesiones. Esta ha sido la gran peste del Málaga. Además de los antes citados, Carlos Puga, Joaquín Muñoz, Adrián Niño, Ramón, Haitam, Moussa… ha sido tremendo. La consecuencia es que, de los siete fichajes, Pellicer solo uno o dos como mucho han sido titulares. Así es imposible marcar diferencias. En esta situación, Pellicer volvió a sacar petróleo de la cantera. En cinco años ha hecho debutar a 22 académicos y en su actual plantilla, 14.
Ambiente irrespirable
Con tantas zancadillas, al Málaga le costaba encontrar los resultados y la afición se empezó a impacientar. Pellicer notaba que algo no iba bien y que la confianza de la cúpula se deterioraba de manera acusada. Desde dentro del club se pensaba que el equipo estaba “en derribo”. No hubo ultimátum ni ratificación. Pero tampoco palabras de confianza de los mandamases del club. Pellicer sabía que sus horas estaban contadas.
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No podemos olvidar sus palabras en una entrevista concedida en 101TV que causaron revuelo: “Puede que este sea mi último baile”. Con el tiempo han cobrado han cobrado sentido. Se pasó de la ambición a los 50 puntos cuanto antes. En suma Pellicer se va tras haber dirigido 186 partidos. Segundo tras Peiró.
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