Cuando molaba ser del Chelsea
El equipo fue el emblema del Swing London en los 60. Un movimiento cultural que agrupó a estrellas del rock, del cine y a un excelso futbolista: Peter Osgood.


Hubo un tiempo en el que ser del Chelsea era lo más en Londres. En los años 60 del siglo XX en las gradas de Stamford Bridge era habitual ver a estrellas como Mick Jagger, actores como Steve McQueen, Michael Caine o Raquel Welch, a directores como Richard Attemborough, modelos como Twiggy o Jean Shrimpton, politicos como Kissinger o artistas como Richard Avedon. El nexo que les unía era el Swing London, que tenía su epicentro en el barrio de Chelsea, especialmente en King’s Road y el equipo del barrio estaba liderado por Peter Osgood, el George Best de Londres.
Inglaterra salía de los años oscuros de la posguerra. Se había acabado el racionamiento, la economía era próspera y la juventud tomó las calles. “Era como pasear por el cielo sin haberse muerto, especialmente los sábados. Era la calle más sexy y maravillosa del mundo”. Así describió el periodista David Robson (Daily Express) lo que era transitar por King’s Road en los años 60”.Si hablamos de fútbol, allí estaba el Chelsea, el equipo del barrio. Antes de que llegaran los rusos, el Chelsea molaba.
El equipo estaba liderado por Peter Osgood, un un chaval extrovertido, disfrutón y campechano que había trabajado de albañil con su padre. Osgood había debutado a los 17 con el primer equipo después de marcar 30 goles en 20 partidos con los juveniles. Tommy Docherty, entonces entrenador del Chelsea, lo tenía claro: “Si eres lo suficientemente bueno, eres lo suficientemente mayor”.
Jugaba como delantero centro, pero no era un “9” al uso, sino que tenía un talento descomunal. Era diestro, pero manejaba muy bien la pierna izquierda. Sólo ganó una FA Cup y una Recopa (al Madrid, por cierto, en 1971). En los once años que jugó en el Chelsea (150 goles en 380 partidos) el Mago de Os, que es como era conocido, fue una estrella del pop dentro del campo y fuera de él.
No es de extrañar en un tipo que declaró a la prensa que “Mi vida me encanta, conduzco un deportivo, apuesto lo que me da la gana, tengo todas las chicas que quiero, me bebo una botella de vodka al día, la gente me quiere y encima me pagan por jugar a fútbol”. Eran otros tiempos.
Nada era broma. Valga como prueba que Raquel Welch, tras pasar una noche con él apareció un día de partido con una camiseta que ponía “I scored with Peter Osgood”.
La prensa se volcó en el supuesto romance entre la estrella del Chelsea y la protagonista de ‘Hace un millón de años’, pero todo fue una estrategia de marketing que da la idea de cómo molaba ser del Chelsea. Por aquel entonces, ya había aparecido en escena Greg Tesser, un exagente musical que quería aplicar su experiencia como promotor de artistas al mundo del fútbol. Tesser se ganó la confianza de Ossie y de su compañero Charlie Cooke y se puso manos a la obra. El Chelsea ya era el equipo de las celebrities y contactó con Terry O’Neill, autor en 1963 de la primera foto de los Beatles que se publicó en prensa (Daily Sketch). O’Neill, que había llegado a Hollywood de la mano de Michael Caine y Richard Burton, era buen amigo de Raquel Welch. Ella sería el gancho. Y la percha. El plan era vestirla del Chelsea y que declarara su admiración por Peter Osgood.

Mientras la prensa hablaba del romance del año, Osgood explicó años después la verdad: “Si yo hubiera sido George Best, le habría pedido su número. Aunque lo más probable es que si yo hubiera sido George Best, ella me lo habría dado a mí”.
Los paralelismos con Best iban más allá de coincidir en el campo. Osgood tuvo tres esposas (mas tres hijos), debido a las continuas fiestas, en las que abusaba del alcohol y no se cortaba a la hora de estar con mujeres, que no fueran las suyas. El mismo Osgood decía que cada día estaba con una mujer y que nunca repetía con la misma. También apostaba sin freno alguno y era habitual verle salir de fiesta con Keith Richards.
“Un único rey”
Su carrera se truncó en parte en un un partido de la tercera ronda de la Copa de la Liga, Osgood se rompió una pierna al chocar contra el defensa del Blackpool Emlyn Hughes. La recuperación duró un año y el jugador que regresó nunca fue el mismo. “Jamás perdí el peso que gané. No volví a encontrarme igual. Y pueden creerme, como sub-23 yo era mejor incluso que George Best”, declaró años después.
Osgood murió en 2006 de un infarto cuando asistía al funeral de un familiar: tenía 59 años. Cuatro meses antes había muerto George Best. sus cenizas fueron depositadas en la grada del Shed End que tan feliz había hecho. Asistieron 2.000 fans a la ceremonia.
En la entrada principal del estadio tiene una estatua en la que se puede leer “Stamford Bridge tiene muchos héroes, pero un único rey”.
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