Blue Crow reformula su Butarque 2.0 y lo condiciona a la categoría
Los nuevos dueños desechan los planes de la antigua propiedad y se basan en un estudio nuevo. Habrá dos fases en función de la categoría. En Segunda no habría ni más aforo, ni techado.
La nueva propiedad del Leganés no utilizará los planes de reforma de Butarque que habían solicitado a diversos estudios los antiguos dueños. Blue Crow Sports, holding estadounidense que desde junio de 2022 controla el 99% de las acciones del club, ha solicitado su propio trabajo independientes de aquellos para concluir y derivar el crecimiento del estadio a dos niveles diferentes: uno inmediato mientras el club milite en Segunda División y otro mucho más ambicioso para cuando el equipo retorne (si es que lo hace) a la máxima categoría. Ambas fases se financiarían con el dinero de los fondos de LaLiga Impulso, esto es, con el dinero proveniente de CVC.
La primera fase y más inmediata contaría con la mejora de algunas zonas comunes del estadio, pero no implicarían ni el aumento de capacidad del recinto, ni su techado, dos de los denominadores comunes que sí aparecían en todos los bocetos presentados por la familia Moreno – Pavón. Los antiguos propietarios de la entidad dieron a conocer cinco de estas ideas en una rueda de prensa inédita. Entonces la negociación encauzada para la venta del club acaparó todo el interés.
Sin ampliación... por ahora
Blue Crow utilizó y aprovechó la información de aquellos bocetos, pero decidió desmarcarse de ellos para iniciar una propuesta propia y singular que reformulara los objetivos. Por ahora, la propiedad entiende que no es necesario ampliar el aforo de un estadio que, en la categoría de plata, no ha pasado de los 9.000 espectadores. Con 12.454 asientos y una media esta temporada de 6.899 localidades, los dueños no ven necesidad de hacer crecer el número de butacas a las 16.000 que sí quería acometer la antigua propiedad, aún en Segunda División. Otra cosa si se produce un cambio de categoría. Ahí, sí se meditaría esta opción.
Precisamente una potencial ampliación de aforo en el futuro hace que también se haya descartado para esta primera fase techar todo el recinto. Esto es, si se ejecuta ahora estas obras, no podría ampliarse el aforo más adelante. De ahí que un paso (ampliación de la capacidad) limite el otro (techar el campo). Hasta ahora, sólo Tribuna tiene techado, aunque sólo se beneficia de él la Tribuna Alta. La baja (creada con módulos prefabricados de larga duración) se erigió con el ascenso a Primera y, en días de lluvia, no está guarecida de las inclemencias del tiempo.
Mejora de servicios y entorno
Así pues, esta primera fase de mejora de Butarque se centraría en dotar mejores servicios a puntos débiles de la actual instalación, como accesos, baños o servicios de restauración, amén de accesibilidad a las gradas o el entorno del estadio. Uno de los objetivos de Blue Crow es dotar a Butarque de mejores servicios alrededor del reciento para darle más vida los días de partido y también cuando no se juegue. De esta manera, Butarque podría multiplicar su potencial para generar recursos económicos.
De todos modos, todos estos planes siguen condicionados al acuerdo con el Ayuntamiento para que el club disfrute de una concesión demanial del recinto a largo plazo, de tal manera que tenga libertad para ejecutar esta inversión sin riesgo, alegan desde las oficinas, a que la elevada inversión de dinero que pondrá el Leganés acabe capada por las decisiones de los distintos Gobiernos Municipales que puedan ir sucediéndose. El objetivo es llegar a un pacto que permita satisfacer a ambas partes, esto es, que ayude al Leganés como organismo privado, pero también potencie la actividad pública, deportiva y económica de la localidad.