REAL VALLADOLID

Roque Mesa, jerarca en su segunda juventud

El mediocentro del Valladolid fue el mejor jugador puro de su posición en una temporada en la que recordó a la versión que dio en Las Palmas. Está en forma de cara a su retorno a Primera.

Valladolid
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El fútbol es un deporte plagado de tópicos a veces reales, como el de las segundas juventudes y los viejos rockeros. El Real Valladolid disfrutó esta temporada de uno de los jugadores que han venido a confirmar la esencia tardía del juego, y que desde ella se puede ser jerarca. No en vano, Roque Mesa fue, a tenor de los números, el mejor mediocentro puro de la categoría, tal y como así lo ha reconocido el Magazine LaLiga SmartBank.

Sin denominarlo exactamente así, el hecho de incluirlo en el once de la temporada junto a Jaime Seoane y Jonathan Viera, dos jugadores que no son exactamente eso, indica algo que demuestra también la inteligencia aritficial de Olocip, ya que ningún futbolista con el que comparte posición mejoró su valoración, de 10.02. Fue, según dicha puntuación, el duodécimo mejor jugador de Segunda, aunque la sensación de dominio que dejó fue mayor.

Con 8.086 puntos otorgados en creación de juego, para Olocip fue líder en esta faceta, a la que cabe sumar otras relacionadas con la posesión. Así, por ejemplo, fue el tercer jugador con más pases en campo contrario, tras Jonathan Viera y Aleix García, y uno de los centrocampistas con más pases en total, con un acierto del 86,56% que, con más de 2.000 intentos solo superaron los dos mencionados, Manu Molina y Aguado.

Si uno quisiera continuar con las estadísticas, podría destacar que destacó también en pases progresivos o en conducciones, además de dar siete asistencias y aportar tres goles, tantos a los que sumar tres entregas previas a la asistencia. En clave blanquivioleta, lideró once facetas relacionadas con la posesión... aunque también recibió 15 amarillas, una circunstancia pesada como una losa en su carta de presentación del curso.

Con la salvedad de este lunar, dio imagen de líder dentro del campo, además de serlo fuera, recordando a aquel jugador que brilló en Las Palmas y que consiguió su primer ascenso hace siete años. Fue como amarillo como vivió los mejores momentos de su carrera, con Paco Herrera, pero sobre todo con Quique Setién, con quien fue capaz de promediar más de 60 pases por partido. Este año, ha superado los 45, obteniendo la tercera mejor marca a la vez que alcanzaba su segunda temporada en cuanto a minutos jugados (2.989)... una segunda juventud que deberá refrendar en su retorno a Primera.

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