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Eintracht Fr. EFR
1 (5)
Santos Borré 68'
Rangers RAN
1 (4)
Joe Aribo 56'
Finalizado

E. LEAGUE (FINAL) I EINTRACHT - RANGERS

Sevilla, el estadio de Europa

Rangers y Eintracht juegan la final de la Europa League en un inspirador Sánchez-Pizjuán, pero tendrán muchos más miles de aficionados viendo el partido en las calles de la ciudad.

Aficionados del Rangers toman el sol en una calle del centro de Sevilla.
MIGUEL MORENATTIDIARIO AS
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Seis paragüeros, seis, presiden ese antepalco del Ramón Sánchez-Pizjuán donde directivos de ambos cubes y VIPs de la UEFA montarán la cuchipanda previa, durante y posterior a la final. En ningún sitio aman tanto este título como en el corazón de Nervión. Qué mejor lugar, pues, para rescatar la grandeza de dos clásicos del fútbol europeo, 150 años de historia el Rangers, 123 el Eintracht de Frankfurt (sigue el partido en directo en AS.com). Apenas un (doble) precedente oficial entre ambos equipos, tan lejano como repleto de caché: en 1960 los alemanes le ganaron a los escoceses una de las semifinales de aquella Copa de Europa que luego perderían ante el Real Madrid de Di Stéfano con un marcador de estrépito, en uno de los mejores partidos de fútbol de todos los tiempos: 3-7, precisamente en Glasgow.

Club de los protestantes y unionistas británicos, incapaz de aceptar a un solo futbolista abiertamente católico hasta 1989, se diría que el Rangers pisó territorio comanche al aterrizar en mariana ciudad de Sevilla: con permiso de Roma y de Dublín, el lugar más papista del Mundo. Pero no: el Guadalquivir lucirá azul claro, pues entre 80 y 100.000 Teddy Bears (Ositos de Peluche) se pasean por sus calles junto a los 40 o 50.000 que se esperan desde Frankfurt. La mayoría de ellos vivirá la final fuera del estadio, bajo el intenso calor de este Mayo sevillano. En Nervión sólo caben unos 40.000.

El Rangers, que ganó la Recopa en 1972, ha regresado del infierno en el que cayó hace justo una década, cuando las deudas le descendieron a 4ª división escocesa. Cuatro años antes, en 2008, el equipo Light Blue había sucumbido en otra final de la Europa League, ante el Zenit ruso. Si lo gana hoy, el título pertenecería a más de un entrenador. El neerlandés Giovanni van Bronckhorst, aquel animoso lateral del Barcelona, tomó las riendas de la plantilla en noviembre, cuando Steven Gerrard se marchó al Aston Villa. En la liga domestica Van Bronckhorst no ha podido con la hegemonía del vecino Celtic, pero en el continente saltó de sorpresa en sorpresa al eliminar a conjuntos del potencial del Borussia Dortmund o el Leipzig.

Dos clubes alemanes, toques de atención para el también inopinado undécimo clasificado de la Bundesliga al que se enfrenta esta noche. El Eintracht de Frankfurt sí que tiene el título de UEFA en sus vitrinas, lo consiguió en 1980 al imponerse al Borussia Mönchengladbach. En su camino hacia esta final ha devorado a dos equipos españoles, el Betis y el Barcelona, sonada la conquista del Camp Nou porque no sólo fue futbolística, también social. El austríaco Oliver Glasner, otro de esos jóvenes entrenadores de la factoria Red Bull, gobierna un elenco muy físico a cuyas estrellas (Kostic, Kamada, Ndicka...) no dejan de salirles novias.

Líderes
Paradas del portero
Asistencias totales
Faltas cometidas
Faltas recibidas
Tarjetas rojas
Tarjetas amarillas
Recuperaciones de posesión
Pases por partido