El reto Haaland de Guardiola y los fantasmas del 'nueve'
El técnico tendrá que encajar en su esquema al nueve y también, en el vestuario. Encauzar como a Lewandowski y evitar un caso Ibrahimovic.
Pep Guardiola ha tenido a lo largo de su carrera varios de los mejores goleadores a sus órdenes. El mejor, y las dudas las ahuyentan los números, es Leo Messi, pero también tuvo a Samuel Eto'o, Thierry Henry, David Villa, Arjen Robben, Thomas Müller, Kun Agüero... Muchos atacantes en distintas posiciones y varios delanteros, pero pocos cumpliendo el arquetipo de nueve más clásico. En este, solo entran dos estrellas: Zlatan Ibrahimovic y Robert Lewandowski. Dos con resultados muy diferentes. Oficializado este martes y disponible desde que termine sus vacaciones, Guardiola tendrá al tercer gran nueve de su carrera: Erling Braut Haaland.
El delantero nacido en Leeds llega al Etihad para confirmarse dentro de uno de los clubes más importantes de la última década. Un salto que el club ha dado de la mano de Pep Guardiola y al que solo le falta la Champions League tras dominar Inglaterra. Precisamente, la competición fetiche de Erling Haaland.
Todo parece perfectamente colocado para que esta historia se traduzca en éxitos y es así como ambos empiezan la aventura. Una que tiene retos, más para el entrenador, que ya ha vivido distintos casos con diferentes 'nueves estrella'.
Encajar al nueve
Aseguran desde Inglaterra que Pep Guardiola está realmente orgulloso del trabajo de los suyos esta temporada. Cada jugador de ataque está compensando la ausencia de un delantero puro tras el fichaje fallido de Harry Kane de cara a la pasada temporada y se está peleando por la Premier League además de que solo el último milagro blanco les alejó de repetir final en Champions League. Ahora, llega el deseado nueve y habrá que ajustar mecanismos para que el noruego encaje. Algo, que con Jack Grealish como mejor ejemplo reciente, no es fácil de hacer en un plan como el de Guardiola.
El noruego, aunque es un rematador puro, tiene un buen dato de asistencias, pero siempre suelen llegar desde la zona central del campo rival, donde pasa el 75% de el tiempo de partido. De todo este un 65% lo hace en zonas interiores y un 23% en el área rival. Es decir, los balones se los tendrán que hacer llegar desde la banda o combinando con él en la zona central. Un ataque más rígido que, eso sí, podrá aprovechar toda su capacidad de remate. Uno, que a pesar de su 194 de altura, es más garantía de gol con los pies que por alto, donde según datos de BeSoccer Pro, es notable, pero aún no llega al sobresaliente (0.14 cada 90 minutos). Tampoco lo es fuera de la 'jaula' del área. Dentro, eso sí, es indomable y también en las potentes transiciones que hace lanzando contraataques con su particular forma de correr tanto en conducción como desmarcándose.
A nivel de rendimiento y encaje, tiene dos ejemplos parecidos a su perfil aunque con distinto resultado: Zlatan Ibrahimovic en Barcelona y Robert Lewandowski en Múnich.
El del polaco es el caso más reciente y, según encontró su sitio, llegó a los que en ese momento eran los mejores números de su carrera. Lewandowski aterrizó en Múnich tras acabar contrato con el Borussia Dortmund para unirse al Bayern de Guardiola en su segunda temporada. Después de un primer año de formación con un Mandzukic con el que no cuadró y un veterano Claudio Pizarro, Pep recibía a un delantero de primerísimo nivel.
El año de su llegada no fue nada fácil. No había lesiones y gozó de todas las oportunidades, pero no encontró toda la puntería necesaria. 25 goles en 44 partidos que se quedaban algo cortos para lo visto en Dortmund. La tercera y última temporada de Guardiola fue en la que realmente todo encajó para ambos. Robert Lewandowski firmó su primera gran campaña situándose entre los mejores del mundo. Jugó 51 partidos y anotó 42 goles en todas las competiciones. Mejor goleador de la Bundesliga, segundo máximo anotador de la Champions, ganador de Liga y también de la Copa de Alemania. La Champions se volvió a alejar en semifinales, pero, a partir de ahí, todo despegó para el polaco que llegaba al cuarto puesto del Balón de Oro. Más tarde, la cancelación de este por la pandemia le 'negaría' dicho galardón.
En 2021, el polaco reconoció la gran influencia que tuvo el entrenador catalán en su carrera. "Me enseñó a ver el fútbol desde otro punto de vista. Entender el fútbol desde el movimiento, la táctica, cómo usar el fútbol desde la táctica. Después de la etapa con Guardiola, pienso diferente sobre el fútbol, porque vi y veo el fútbol de fuera, desde otra perspectiva, veo quién se equivocó, quién lo pudo haber hecho mejor, y cómo puedes ir un paso delante de tu rival", afirmaba.
La otra cara de la moneda: Zlatan Ibrahimovic
El primer gran fichaje que hicieron para Pep Guardiola y el primer intento de encajar un nueve puro en su esquema. ¿Se frustró por fútbol? En parte, pero los recuerdos de su salida airada tapan una buena temporada del sueco.
Este llegó como crack absoluto desde Italia a Barcelona y firmó una primera temporada en la que faltó algún gol más (hizo 21) si algo se le quiere achacar, pero en la que brilló en algunos de los encuentros más importantes de la temporada. Suyos fueron los dos tantos que salvaron al Barcelona de caer en Londres frente al Arsenal en cuartos de la Champions (no pudo estar en la vuelta) y también el gol que decidió El Clásico de El Camp Nou. Un centro que voló desde la banda derecha del Camp Nou mientras el de Malmöe cortaba por el centro del área entre Pepe y Ramos para empotrar el balón al primer toque en la meta de Casillas. El Camp Nou enloquecía e Ibra lo recorría como un Boeing con los brazos abiertos desde las alturas.
El propio Ibrahimovic contó que no fue un problema de fútbol, si no de vestuario, lo que terminó con su etapa en Barcelona. Según el sueco, Pep y él chocaron en una ocasión por un matiz que este le hizo y nunca vamos volvieron a cruzar palabra. Así explicó recientemente en Corriere della Sera su relación con el entrenador. "Guardiola nunca me entendió. Quería programar todo lo que yo tenía que hacer. Quería hacer jugadas de instinto, pero luego pensaba en lo que quería él y cambiaba. De esa manera, pensaba demasiado. A Guardiola no les gustan los jugadores con carácter. Yo me había convertido en un problema y como él no podía resolverlo, lo resolví yo, yéndome", afirmó.
En 2017, el sueco ahondó en la situación y volvió a poner a otros dos delanteros como ejemplo de un enfrentamiento en sus distintas gestiones. "Le dije a Guardiola que había sacrificado a los otros jugadores por Messi. Me dijo que me entendía. El problema era suyo, era él quien no había resuelto el problema conmigo. Leí que lo mismo les había sucedido a Mandzukic y Eto´o", explicaba.
Tampoco al propio Guardiola es que le falte carácter para tomar decisiones o tratar de hacer las cosas a su manera, como jefe de su parcela que es. A su llegada, recién subido desde el Barcelona B, el entrenador pidió la salida de la plantilla de Deco y Ronaldinho de la plantilla y también, la de Samuel Eto'o, que se acabó quedando y siendo clave para el triplete.
Si bien el de Ibrahimovic es un carácter único e indomable para cualquiera, Erling Haaland y Guardiola tienen que aceptarse para llegar al éxito. El precedente del choque está con el sueco y, aunque Haaland no tiene salidas de tono a su nivel, no está carente de ego.
El noruego ha sido la gran estrella en los clubes en los que ha estado y también, en su selección. Ahora, llega a una galaxia y como tal su estatus será más parecido al de sus compañeros. El nacido en Leeds ha tenido algún episodio de controversia, pidiendo al Dortmund que no publique sus partes de lesiones, aunque también de autocrítica. "No marco suficientes goles, pero me acerco a uno de media. Personalmente, creo que debería haber tenido más goles que partidos…" aseguró tras marcar un hat-trick ante Gibraltar.
Tanto Marco Rose como March, sus exentrenadores, reconocen que es trabajador y que sabe reconocer sus fallos. "Haaland admitió que tiene que mejorar" aseguró el preparador del Dortmund. En lo que respecta a sus cuidados, Cristiano Ronaldo es su máximo referente y, como ya informó AS, es perfeccionista para tratar de manejar cada aspecto a mejorar. Su principal debe y el tema que sí genera algo de preocupación son las lesiones.
Su llegada aumenta las expectativas y también la exigencia de cara a la Champions League. Ese el gran reto para ambos, que tendrán que aprender a entenderse. Guardiola afrontará el tercer reto de manejar al nueve. De superarlo o no depende buena parte del éxito y el poder subir ese peldaño que le que queda al City.
Hamann, el primer detractor del fichaje de Haaland
Si alguien sabe de ir desde el fútbol alemán al inglés y pasar, precisamente, por el Mancester City ese es Dieter Hamann. El que fuera centrocampista de los bávaros, Liverpool, Newcastle, City y MK Dons cree que el fichaje de Haaland por el City es un error para ambos. "¡Estoy sorprendido por este fichaje! Pep prefiere a los delanteros centro creadores de juego, por lo que a menudo introduce a Foden y Sterling. Haaland no encaja realmente en ese sentido. Hasta el final pensé que Haaland acabaría en otro sitio", asegura sobre el encaje que ya se trata en este artículo. El medio citó el caso de Mandzukic como ejemplo, aunque no es el único. La crítica queda en el aire. Solo el campo le dará o le quitará la razón al bávaro.