Una penitencia de 21 días

Le quedan tres semanas, 21 días, a la Liga Santander, y el Espanyol las vive como una penitencia. Sin alicientes en el campeonato doméstico después de la celebración de esta jornada, tampoco hay novedades en la entidad sobre las renovaciones de la dirección deportiva ni del banquillo el próximo curso, ni mucho menos sobre las negociaciones con jugadores como Adrià Pedrosa o Sergi Darder. El silencio que rodea el club contrasta con el ruido que provocan imágenes como la de Vicente Moreno con Raúl de Tomás el sábado.

A nivel deportivo, los resultados de la jornada dejan al Espanyol a ocho puntos del descenso de los 12 que hay en juego y a seis de la novena posición. Los blanquiazules son el colista del grupo que busca acabar en el top ten, del que también forman parte algunos equipos con inferior presupuesto que los pericos como Osasuna, Valencia, Rayo Vallecano, Celta y Elche. La derrota del Bernabéu ha provocado que los de Vicente Moreno pierdan dos posiciones, una noticia no demasiado positiva con vistas al reparto televisivo del próximo curso.

Con Vicente Moreno esquivando las preguntas sobre la planificación deportiva y la figura de Rufete en el aire, el ambiente no es el más idóneo ni dentro ni fuera del vestuario. Al margen de la desafección en la grada (ante Osasuna y Valencia se puede certificar que esta campaña se promedia la peor entrada de los años en el RCDE Stadium), los síntomas desde dentro no son los mejores. Los dientes de sierra han aparecido en esta segunda vuelta y el rendimiento de los jugadores ha descendido ostensiblemente a nivel individual.

El Espanyol solo ha podido ganar uno de los cinco últimos encuentros, ante el Celta in extremis con el tanto de Wu Lei en el minuto 88 de partido. Perdieron ante la Real Sociedad en el añadido (1-0), ante el Atlético de Madrid también cuando el final del encuentro se acercaba (2-1), frente al Rayo Vallecano (0-1) y ante el Real Madrid (4-0). La racha confirma la mala segunda vuelta del equipo, que solamente ha sumado 13 puntos, y bracea por evitar hacer un segundo tramo de Segunda División.

La penitencia del Espanyol, además, le deja un calendario tramposo. Dos de los rivales pelean por los blanquiazules por esas posiciones de la zona media, como son Valencia y Osasuna, por lo que ante ellos se medirán los esfuerzos por finalizar el curso cuanto más arriba mejor. Los otros dos rivales, Alavés y Granada, están en zona de descenso y son rivales que se jugarán la vida y que quieren soñar con la permanencia a costa del Espanyol.