REAL MADRID - ESPANYOL | LA ENTREVISTA
"El fútbol me ha salvado la vida"
Cedido en el Espanyol por el Manchester City, es Yangel Herrera todo un protagonista de la semana ante el Real Madrid. Y da para una peli: Venezuela, Nueva York, Granada…
Su padre quería que practicara béisbol, pero a él le gustaba tan poco que lloraba… Y acabó jugando asiduamente en el Yankee Stadium. El Manchester City le echó el lazo muy joven, pero lleva años dando vueltas sin un destino fijo. El fútbol le apartó de una vida peligrosa, pero le brindó otras tentaciones. Así es la trayectoria de Yangel Herrera (La Guaira, Venezuela, 07-01-1998).
Pasó por Huesca, brilló en el Granada, recaló en el Espanyol tras un verano marcado por una fractura de tibia en la Copa América y sueña con asentarse de una vez por todas en un equipo este mismo verano. En jugar partidos de Champions como la semifinal de sus citizens contra el Real Madrid. Pero antes de todo ello, y no está nada mal, quiere sentar cátedra en el Bernabéu. A diferencia de su compañero Raúl de Tomás, ni siquiera firma el empate, que daría el título de Liga a los blancos. Va fuerte, en su conversación con AS.
Como jugador en propiedad del Manchester City, ¿disfrutó o sufrió con el partido de Champions contra el Real Madrid?
Fue un partidazo. Se vio clarísimo, el City fue muy superior al Madrid, que aun así salió muy bien parado de Inglaterra para ir con toda la confianza al Bernabéu. Y ya sabemos cómo ellos se hacen fuertes allí en la Champions…
¿Es la eliminatoria abierta el mejor contexto para visitar el Bernabéu?
Es un escenario ideal para nosotros ir al Bernabéu con el Madrid pensando en el City y con la semifinal de Champions por decidir. Obviamente, el Madrid es siempre el Madrid, y más en casa, pero nos viene bien.
¿Tener el título de Liga tan cerca, sin la obligación de tener que ganar para que se lo arrebaten, puede despistarles?
Su mentalidad es de querer ganar siempre. Es verdad que lo tienen prácticamente hecho, pero tienen la oportunidad de certificarlo este fin de semana, y cuanto antes lo cierren más tranquilos van a estar. Les daría un punto de confianza en vistas a la eliminatoria. Pero delante estamos nosotros, somos el reverso de la moneda del City, vemos que tienen la Champions el miércoles y que disponemos de una oportunidad única.
Uno de los destacados del City fue Kevin De Bruyne. ¿Es su referente?
Me fijo muchísimo en él. Juega en la posición en la que a mí me gusta desempeñarme y es el prototipo de futbolista ideal: tiene último pase, pegada con las dos piernas, es fuerte, llega a las dos áreas… Es una maravilla verlo jugar.
¿La marcha de otro mediocampista, Fernandinho, le da esperanzas de acabar de una vez por todas en el City?
Eso no lo sabré hasta que acabe la temporada, pero veremos. Sería bastante bonito. He tratado de hacer las cosas de la mejor manera para poder optar en verano a grandes retos.
Cuando ve el City-Madrid en la Champions, ¿piensa que podría estar ahí?
Sí, por supuesto. Sueño con estar en esos escenarios, en jugar Champions, eliminatorias. Espero algún día poder conseguirlo.
¿Echa de menos cierta estabilidad en su carrera, cambiando casi cada año de residencia?
Muchísimo. Es lo que más anhelo hoy en día. Asentarme en un equipo y estar tranquilo. Llegan estas fechas y ya estás con esa incertidumbre de dónde estarás. Eso desgasta un poco. Llevo varios años en ello, lo que estoy buscando este año es poder asentarme en algún equipo.
¿Es una posibilidad real un segundo año en el Espanyol, como le ocurrió en el Granada?
Bueno, dentro de muy poco se empieza a mover todo y ahí sabremos con exactitud qué puede pasar…
Lo que sí pasó, en 2017, es que el City le vio disputando el Sudamericano Sub-20 con Venezuela y lo fichó.
Cambió mi vida. Estaba jugando en mi país y de pronto me fichan y me envían al New York City. Fue un gran salto para mí en ese momento porque es difícil salir de Venezuela y más con un proyecto tan importante como el que me presentaron. Hasta ahora se ha dado bien, me he podido asentar en Europa.
Lejos quedaron los tiempos en que su padre quería que jugara a béisbol pero usted lloraba…
Más de una vez. Donde yo nací (La Guaira), el béisbol era el deporte rey, pero a raíz de la separación de mis padres me fui a vivir a una ciudad donde todo era fútbol (Maturín), y lo vi de otra manera.
De todos modos, acabó en el Yankee Stadium, más de béisbol imposible.
(Ríe) Sí, es cierto, no había caído en la cuenta.
¿Cómo se vive en soledad cuando uno tiene 14 años?
A mí me sirvió bastante. Vivía con algunos compañeros, y eso de andar solo a esa edad te forja un carácter diferente, con experiencias que te dan mucho aprendizaje.
¿Se aisló de un entorno muy complejo, de amigos de juventud que acabaron mal?
Dejé atrás un entorno peligroso, pero también me tuve que amoldar y decidir qué amistades hacer, a quién acercarme, porque tentaciones hay en todos lados.
¿Considera que el fútbol le ha salvado la vida?
Sí, puedo decir que sí, que el fútbol me ha salvado la vida.
En el New York City le quitó la titularidad a Andrea Pirlo. ¿Precipitó su retirada?
Yo creo que no (ríe). Disfruté ese año que jugué con él, fue un honor con toda la admiración que uno puede sentir por jugadores de esa talla mundial.
También coincidió con David Villa. ¿Siguen en contacto?
Conservamos la relación. Me impresionó muchísimo como ser humano. Conocía su calidad como futbolista, su carrera, pero al compartir vestuario con él me maravillaba su humildad, cómo enseñaba a los más jóvenes.
De sus semanas de entrenamiento con el Manchester City, a finales de 2018, ¿qué es lo que más le llamó la atención de Pep Guardiola?
La intensidad con la que trabaja, lo claro que tiene el fútbol. Es el mejor o uno de los mejores entrenadores del mundo, fue un honor aprender con él durante un par de meses.
¿Sus mejores años hasta ahora son los que jugó en el Granada?
Sí, de eso no tengo duda. Lo que hice en Granada fue de lo mejor de mi carrera. Mis recuerdos son bonitos.
¿Entiende que Diego Martínez esté sin equipo?
Seguro que es una decisión personal, porque opciones seguro que ha tenido. Es un excelente entrenador, habrá tenido ofertas sin ninguna duda.
¿Cree que su lesión de tibia en la Copa América fue decisiva para recalar en el Espanyol?
Influyó muchísimo. Acabé la temporada con un derrame en el recto que me impidió jugar los cinco últimos partidos en Granada, y cuando me había recuperado, en la Copa América, me pasa lo de la tibia. Con todo el verano y el inicio de los torneos lesionados, fue determinante para el mercado de fichajes.
¿Qué siente que le ha faltado esta temporada para ser el Yangel Herrera del Granada?
Siento que he perdido ritmo. Terminaba los partidos con una capacidad física bastante grande, corría un montón y me encontraba bien, pero después de la lesión lo pasé bastante mal, llegaba bastante justo al final de los partidos. Ahora los estoy acabando bien, y espero terminar la temporada de la mejor manera.
Una manera inmejorable sería ganar en el Bernabéu, ¿no?
Una victoria en el Bernabéu nos permitiría acabar la temporada de la mejor manera, como se merece el grupo después del trabajo de todo el año, por los altibajos que hemos pasado. Eso es lo que tenemos que buscar, y nuestro modo de pensar.
Ha perdido en sus cuatro partidos contra el Madrid. ¿Tan difícil es?
Seguramente. Pero estoy deseando ganarles este sábado.
Del Madrid, ¿ve un espejo en Casemiro?
Sin duda. En esa posición de volante, de '5', es muy bueno. Se nota muchísimo en el Madrid cuando está él y cuando no.
Un empate daría el título a los blancos. ¿Lo firma?
No.
¿Qué resultado firmaría, pues?
Un 1-2.
¿Ha sido una buena temporada para el Espanyol?
El Espanyol venía de ascender, era un año para conseguir primero la salvación y luego aspirar a lo que se pudiera. Hay que estar orgullosos de la temporada que estamos haciendo, de que el equipo esté prácticamente salvado a estas alturas y con la mentalidad de acabar bien, y ya el año que viene ver si se puede aspirar a proyectos más grandes.
¿A qué puede aspirar el equipo perico, con o sin Yangel Herrera, la próxima temporada?
Tiene que ser un proyecto ascendente, una evolución, no esperar cambios de la noche a la mañana. Este año se ha conseguido salvar al equipo. Es un club muy grande y se merece estar siempre en Primera y aspirando a Europa siempre también.
Por lo que dice, ¿le ha sorprendido, desde dentro, la magnitud del Espanyol?
Ya sabía que era uno de los clásicos de Primera, que era grande, pero viéndolo desde dentro te sorprende lo que vale el club, el equipo. Es grande y a la vez el ambiente es familiar y cercano.
¿Qué ha aprendido de Vicente Moreno?
He aprendido en lo táctico, a la hora de posicionarme en el campo. Ve el fútbol de otra manera, tiene muy claras sus ideas con balón. Es un fútbol diferente al que jugábamos en Granada.
¿Es Darder uno de los jugadores más creativos con los que ha coincidido?
Sí. Cuando llegué, como estaba lesionado y veía al equipo desde la grada, me daba cuenta de que era un referente, con una capacidad muy importante. Y después lo he disfrutado, jugando con él. Me alegra enormemente su gran temporada, está siendo un jugador muy importante.
A nivel de selección, ¿le frustra a un subcampeón del Mundo Sub-20 que la vinotinto absoluta quede última en el clasificatorio para el Mundial?
Así es, porque al inicio de las eliminatorias veíamos con mucho optimismo que este podía ser nuestro año. Había un cambio generacional y comenzábamos de cero. Pero desde el principio hubo muchos problemas y se vieron reflejados en los resultados. El nuevo cuerpo técnico es de primer nivel (Pékerman es el actual seleccionador), nos ha traído muchísima ilusión, igual que la nueva directiva de la federación. Esperamos que nos puedan ayudar en nuestro objetivo, que es llevar a Venezuela a su primer Mundial.
¿Qué preferiría, clasificarse para una Copa del Mundo o figurar en los libros como el mejor futbolista venezolano de la historia?
Que Venezuela se clasifique para un Mundial, eso está claro.