Rubén Pardo recupera el fusil
El medio del Leganés volvió a marcar de falta más de un año después de marcar su último gol en ésta, una de sus especialidades. El tanto es guinda a un curso completo.
Rubén Pardo se fue corriendo a festejarlo mirando a la cámara. Tuvo que regatear a media docena de compañeros que se fueron directos a él. A abrazarlo. Pero el riojano del Leganés tenía otro objetivo. Levantó la mano derecha y llevándose el pulgar a la boca, simuló un chupete. Era un gol esperado. El primero que le dedicaba a Martina, su hija. El primero que hacía en su especialidad (los lanzamientos de falta) tras más de un año de sequía. La última vez que había anotado un tanto de tiro libre sucedió el 14 de marzo de 2021 ante el Albacete. Ya tocaba.
El gol que Pardo le hizo al Sporting de Gijón el pasado domingo para igualar el encuentro supuso el fin a una racha llamativa por cuanto la aportación ofensiva del medio centro (ahora casi reconvertido a mediapunta) estaba siendo amplia en un buen puñado de parámetros menos en éste, precisamente en el que destacó el curso pasado cuando fue capaz de hacer tres goles de falta directa. Sólo le superó Sielva, con cuatro. La expectación estaba justificada.
En esa campaña Pardo sólo necesito de ocho lanzamientos de faltas para lograr los tres tantos que marcó. Este curso, sin embargo, ya acumulaba seis sin premio cuando, al séptimo, el premio cayó de su lado. Lo hizo con una pizca de fortuna. La pelota tocó en Cristian Rivera, incrustado en la barrera, y después Cuéllar no acertó a despejar el esférico. En lugar de sacar puños, puso las manos planas, insuficiente para mandarla lejos de sus dominios. Casualidades, ambos tenían pasado pepinero. El fútbol y sus caprichos. Gol y celebración especial.
Un rosario de aportaciones ofensivas
El tanto pone guinda a un curso de amplia aportación por parte de un Rubén Pardo que ha cogido galones de futbolista más que importante. Suma 1.972 minutos en Liga para ser el cuarto pepinero con más rendimiento en Liga. Todo repartido en 23 titularidades con sólo once sustituciones. En la plantilla de Nafti no hay futbolista que haya creado más oportunidades (incluidas asistencias) que el propio Pardo: un total de 50. De ellas, siete han sido pases de gol, a sólo una de Roro Riquelme, el líder de la categoría. En el Leganés tampoco hay nadie que haya repartido tantos caramelos en forma de gol como Pardo.
Desflorado ahora en la noble tarea de anotar lanzamientos de falta, Pardo está a tiempo de quitarse la espina de la pasada temporada en cuanto a ser el máximo artillero de Segunda en esta especialidad. Por ahora sólo Bodiguer, del Cartagena, lo supera con apenas un gol más. Quedan nueve jornadas. Hay tiempo. Entre tanto su mentalidad de mediocampista se centra más en los objetivos colectivos, que en los individuales.
“Queda tiempo para hacer algo bonito y terminar lo mejor posible”, comentó tras el partido ante el Sporting a los medios del club, insistente en que estaba feliz por estrenarse, aunque “lo importante es el equipo”, añadía. Mientras, Nafti lo sigue señalando como un jugador básico en la estructura de una medular en la que a veces ejerce de medio centro, a veces casi de segundo delantero. Un cambio de ‘10’ que ha consolidado con un gol especial y esperado. El primero de Martina.