Sporting y Girona, las maldiciones que no cesan contra el Leganés
Los dos últimos empates cosechados por el Leganés en Butarque confirman que unos y otros son bestia negras de los pepineros: en 30 duelos sólo han sumado dos triunfos, uno para cada uno.
Los dos últimos empates cosechados por el Leganés en Butarque, sendos uno a uno ante Girona y Sporting de Gijón, han confirmado a catalanes y asturianos como las bestias negras de los pepineros. En 30 duelos oficiales disputados contra ambos, los pepineros sólo lograron arrancar sendas victorias. La inflingida Girona se produjo la pasada temporada en Montilivi (0-2). La aplicada al Sporting se produjo hace ya 20 años (2-1 con doblete de Barbarín en 2002).
Las cifras son llamativas y dibujan una suerte de maldición (casi) insorteable que atrae los tropiezos frente a dos enemigos que, dice la lógica deportiva, han sido relativamente asequibles en algún momento en las distintas categorías en las que se han enfrentado. El Leganés los ha retado en Primera en Segunda y sólo en la categoría de bronce lograron arañarles algún triunfo. Curioso.
Sporting: derrotas simbólicas con rebote
De los dos, al que más veces se ha enfrentado es al Sporting, contra el que ha tenido un total de 18 cara a cara con el antes referenciado único triunfo. El resto de los enfrentamientos acabaron en derrotas (nueve) o empates (ocho). El de este domingo especialmente doloroso por cuanto el Leganés gozó de mayores ocasiones para vencer al equipo de Martí. Pero la maraña defensiva dispuesta por el extécnico pepinero lastró a los blanquiazules y dejó con poca voz y alegría Mehdi Nafti. “Tengo la sensación de haber perdido dos puntos”, se lamentó afónico en sala de prensa.
Al menos esta vez el Leganés no sufrió una derrota que, ante el Sporting, ha tenido por momentos fuertes cargas simbólicas. Sirva como precedente, por ejemplo, la encajada en 2015, cuando la escuadra dirigida entonces por Pitu Albelardo ganó 0-1 e inauguró una racha de imbatibilidad del Leganés en su campo que casi le dura un año. Cuando se cumplían 364 días de aquel resultado, los pepineros cayeron ante el Tenerife (1-2) el curso del ascenso a Primera.
También fue dura y simbólica la derrota de 2017, ya en la élite, cuando un gol de Burgui con error de Iago Herrerín (0-1) en medio de un aguacero hizo temer al Leganés por el descenso. Desde entonces, como en 2015, lo que vino fue una reacción que apuntaló la permanencia.
Girona, maldición reciente
En el caso del Girona, la maldición no es tan prolongada en el tiempo como la que afecta a los pepineros frente al Sporting, pero sí igualmente tozuda en su empeño de impedir sumar al Leganés resultados positivos. El primer cara a cara entre ambos data precisamente de 2015 y desde entonces, el Leganés sólo arañó un triunfo en su visita a Montilivi la pasada temporada (0-2).
El resto de partidos acabó o en derrota (seis) o en empate (cinco) con una amplia variedad de escenarios que van desde los tropiezos in extremis de 2015 y 2016 (ambos con goles en el minuto 90) hasta derrotas con sabor a impotencia europea. En 2019, con Pellegrino en el banquillo, el Leganés cayó contra pronóstico en Butarque por 0-2 (los catalanes acabaron descendiendo esa temporada) justo cuando empezaba a soñar con la opción de intentar asaltar los puestos altos de la clasificación.