COPA (SEMIFINALES, VUELTA) | VALENCIA-ATHLETIC
Bryan Gil: “Mendilibar me inculcó el ADN de la intensidad, que es algo que Bordalás quiere de mí”
El gaditano, a sus 21 años, sueña con alcanzar su primera final de Copa, que fue una de las razones que le trajo de vuelta a España. "¿Mi futuro? Yo soy un mandado", asegura a AS.
Bryan Gil, que acaba de cumplir 21 años, ha recuperado en Mestalla la sonrisa, “porque cuando un futbolista no juega está triste, alicaído”, que es cómo se sentía en Londres. Ahora sueña con llegar a su primera final de Copa y el año que viene, ya se verá: “Yo soy un mandado”. El gaditano confiesa que esta semifinal contra el Athletic tuvo mucha culpa en su fichaje, en su decisión de recalar en el Valencia en el mercado de enero, como también el interés que mostró el club, con llamadas de José Bordalás incluidas, y la presencia de compañeros y amigos como Carlos Soler, Hugo Guillamón y José Luis Gayà.
Los aficionados ya solo piensan en el partido de mañana, ¿un futbolista también lo tiene todo el rato en la mente?
El futbolista tiene que estar con la mente al cien por cien cuando está entrenando, pero fuera hay que desconectar. Lo que siento es la fuerza que nos transmiten los aficionados, para ellos es especial, pero nosotros tenemos que tener calma. Hay que estar como si fuera un partido más y luego darlo todo como si fuera el último.
Mestalla el miércoles...
Va a ser impresionante, lo sabemos en el vestuario. La afición lo dará todo y tenemos que estar a su altura.
¿Usted cómo está?
Me encuentro más preparado que nunca. Todo el equipo está mentalizado. Queremos llegar a esa final. Queremos regalarle esa alegría a los aficionados y a nosotros mismos.
¿Qué partido espera?
Un duelo de tú a tú. Hay que ser sólidos atrás y resolutivos arriba. El que sea más contundente en las áreas, pasará. Habrá un nivel de intensidad altísimo, es el adn de los dos: presionar, ir a por el rival...
El ‘adn bronco y copero’ del que tanto se habla en Valencia.
Así es. Me identifico con esa forma de pensar. Es también el adn Mendilibar, que tan bien me vino en el Eibar. Él me inculcó ser más intenso, ser más agresivo y eso es algo que Bordalás también quiere de mí.
Por ese ‘adn’, por ser agresivos, les critican...
El adn te lo miran cuando ganas. De eso solo se habla cuando uno no gana. Tenemos que aislarnos de eso. Si dicen que soy agresivo, pues otra virtud más, porque ser duro en el fútbol moderno es bueno.
¿Han perdido el factor sorpresa de su partido en San Mamés?
Es que yo no creo que fuese una sorpresa lo que hicimos en San Mamés. Todo el mundo sabe el potencial que tiene el Valencia y creo que allí pudimos llevarnos la victoria. Espero que aquí sea igual.
¿Siente que ha caído de pie en Valencia?
Desde el primer día. Hablé con Carlos (Soler), el míster me llamó... El club tenía tantas ganas de que viniera como yo de venir.
Tengo entendido que la Copa influyó en su decisión
Te diría que he venido para poder jugar este partido. Para mí ganar un título a mi edad sería un sueño y sabía que el Valencia estaba en la pelea por llegar a la final. Evidentemente vine porque en el Tottenham no estaba disputando los minutos que todo jugador quiere y aquí me que dijeron que si me los ganaba, los tendría.
¿Qué le llamo del Valencia al margen de poder jugar una final de Copa?
La confianza. También conocer a gente importante del vestuario como Carlos (Soler), Hugo (Guillamón) o Gayà. Cuando hablé con mi agente le dije que quería ir a un club donde fuera a sentirme importante, con minutos… y el Valencia cumplía todos esos requisitos. Además, es un club como historia, estaba la Copa… me siento muy cómodo dentro y fuera del campo.
¿Lo peor de sus primeros meses en Londres fue no tener continuidad?
Por supuesto. Todo jugador necesita y quiere tener continuidad, sentirse importante. Aquí en Valencia lo estoy sintiendo desde el primer día. Eso se me nota en el campo, en los entrenos, la actitud, lo ves con otra cara el fútbol. Siempre hay que estar mentalizado por si te toca vivir la otra parte, y la viví en Londres. No jugar te afecta en el día a día, evidentemente, porque estás más triste y alicaído. Pero forma parte del fútbol y hay que aceptarlo. Y la experiencia en Londres me ha venido bien.
¿En qué sentido?
Estar en otro país, disputar otra liga, vivir situaciones personales complicadas lejos de casa… son pasitos que hay que dar y que te hacen madurar. Soy joven, pero en el futbol no hay edad y hay que asimilar cada situación lo mejor que puedas.
En Valencia ha jugado en los seis partidos posibles, ¿no ha acusado la inactividad?
En la Premier los entrenamientos son muy físicos, muy duros, y eso me ha ayudado para no notar ahora la fatiga.
Tanto se nota el físico en la Premier.
Sí. Se nota mucho, la verdad. Es un nivel de intensidad un pelín más alto. Físicamente lo noté. La adaptación para mí fue difícil. Es un fútbol muy físico, de ida y vuelta. Estar allí me ha venido bien, aunque no jugara lo que yo quisiera. Soy más maduro. Cambie hábitos como la alimentación, tenía un chef en casa y gané dos kilos. Aún así, yo notaba que no era suficiente para el nivel físico que hay en la Premier. En Valencia sigo trabajando mucho la resistencia, el físico, por si me toca volver, para estar preparado.
¿Se ve de vuelta entonces?
Yo pertenezco al Tottenham y son ellos los que tienen que decidir. No depende de mí.
¿Hay opciones de que se quede en el Valencia?
Eso dependerá de los clubes.
¿Y usted qué opina?
Yo solo soy un mandado.