VALENCIA

La sangría de Bordalás

El Valencia ha encajado 42 goles en 25 partidos. El vestuario es consciente de que el grifo de los goles en contra debe cerrarse. El técnico nunca se había mostrado tan frágil en defensa.

DAVID GONZALEZDIARIO AS

"Estoy frustrado. No esperaba estar así a estas alturas. No nos da. No podemos dar tantas facilidades". Esta fue una de las muchas frases lapidarias que deslizó José Bordalás en rueda de prensa tras caer goleado ante el Barcelona. El técnico del Valencia está en un laberinto, perdido y sin rumbo. El entrenador no sabe cómo frenar la sangría de goles recibidos. Ya son 25 tantos en contra en 42 partidos. Unos datos escalofriantes para un equipo de Bordalás.

Cuando el alicantino aterrizó en Mestalla, muchos pensaron que el Valencia volvería a ser una roca en defensa. Pero la realidad está siendo muy distinta. El conjunto ché es el segundo más goleado del campeonato, sólo superado por el colista Levante (50 goles) e igualado con el Alavés. Pero Bordalás le está dando mil vueltas a la situación porque jamás se había visto en una tesitura como la actual, al frente de un equipo con mandíbula de cristal.

Bordalás, tras más de 25 años en los banquillos a nivel profesional, nunca había recibido tantos goles en contra a estas alturas. De hecho, su Getafe, en las últimas temporadas, fue muy fiable en defensa. El curso pasado terminó con 43 dianas en contra en 38 partidos, sólo uno más que en la actualidad con 13 choques más que los 25 disputados hasta la fecha.

En la 2019-20, también en el Getafe, acabó con 37 goles encajados en todo el curso. En la 2018-19 y 2017-18, finalizó con 35 y 33 tantos recibidos al final del curso, cifras muy inferiores a las que está firmando en el Valencia cuando todavía queda casi un tercio de campeonato. Sin embargo, Bordalás no ha sabido ponerle a su equipo ese sello de solidez que tuvo en el Getafe, en el Alavés, en el Alcorcón... Y hasta en el Benidorm, en sus orígenes.

Los cuatro goles encajados ante el Barça hicieron mucho daño, sobre todo tras la primera parte. La derrota provocó que Bordalás deslizase que el único objetivo en el que debe centrarse su equipo es en la permanencia para "no pasar apuros". El vestuario también es consciente de que el grifo de los goles en contra debe cerrarse. "Ha sido un baño de realidad. Debemos mejorar la faceta defensiva. Así es muy difícil", afirmó Soler sobre la sangría de Bordalás y del Valencia.

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