ESPANYOL

Vilches, el adiós del fotógrafo de corazón blanquiazul

Falleció el pasado domingo a los 80 años después de retratar durante 25 la actualidad del Espanyol y de congeniar con la generación de los 60 y 70.

Archivo Joan Vilches.

Antes de que la pandemia trastocara las rutinas, Joan Vilches (Barcelona, 1941) visitaba la Ciudad Deportiva de Sant Adrià de vez en cuando entre semana y especialmente los domingos para ver al filial. Con el periódico bajo el brazo, sus gafas de sol, su barba de tres días y su pasión por el Espanyol, hablaba con empleados, periodistas, viejos compañeros y aficionados. Era su vida de jubilado después de retratar durante 25 años la actualidad del Espanyol y todo lo que rodeaba al deporte, pues logró aunar sus dos aficiones y vivir de ello. El pasado domingo falleció a los 80 años en el Hospital de la Vall d’Hebron.

Vilches siempre explicaba que su abuelo, futbolero, acudía a ver los partidos de Espanyol y Barcelona, pero a su nieto le tiró de bien pequeño Sarrià. Disfrutó especialmente en los años 60 y 70 con una generación con la que, 50 años después, compartiría mesa y mantel cada último miércoles de mes en la Escudella Perica y en las comidas trimestrales que montaban los Pericos Players, con Jaume Sabaté como maestro de ceremonias. Vilches siempre iba acompañado de su cámara para retratar esos momentos. Fotografías de una época en blanco y negro que, desafortunadamente, algunos de sus protagonistas también fallecieron recientemente, como José María Vall o Joan Martínez Vilaseca.

Joan Vilches.Archivo Joan Vilches.

En 1991, Vilches, que de joven tenía la fotografía como hobby, decidió tomárselo en serio. Cubrió al Espanyol (trabajó para el club o el Blanc i Blau), trabajó para el RC Polo de Barcelona y se convirtió en un fotógrafo freelance especializado en deportes, pues estuvo presente en torneos de tenis, motociclismo, vela, hípica.... Hace una década que decidió jubilarse, aunque seguía cubriendo los eventos vinculados con el Espanyol.

Su pasión por el club perico le llevó también a dejar un legado fotográfico y de coleccionista en su casa, donde recopilaba firmas de jugadores, recortes de periódicos e infinidad de instantáneas. Una hemeroteca de un apasionado que, gracias a su vocación, consiguió ser uno más de aquel grupo de jugadores que él mismo veía en el césped hace 50 años y que le despidieron este martes en el Tanatorio de la Ronda de Dalt, como Jaume Sabaté o Rafa Marañón. También acudió el ex presidente Joan Collet. Y, cómo no, sonó el himno del Espanyol para despedir a un perico que vivió el fútbol a través de un objetivo. Vilches y su inseparable cámara.

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