El Celta ahorra para el centenario

No se recuerda en Vigo un cierre de mercado tan anodino como el de ayer. Por no haber, no hubo ni rumores. El Celta había bajado la persiana cinco días antes con la salida de Okay Yokuslu al Getafe y Eduardo Coudet sabía desde los primeros días de enero que no iba a llegar nadie para cubrir la baja del turco. El Chacho se queda con la plantilla más corta de LaLiga, pero con la promesa de Carlos Mouriño de que el próximo verano se va a rascar el bolsillo.

En A Sede han iniciado el 2022 con austeridad, una estrategia muy del agrado del presidente y de sus principales asesores. Orbelín Pineda, el único refuerzo, ha aterrizado con la carta de libertad. Gasto cero en fichajes para no aumentar las pérdidas de 10,9 millones de euros que refleja el presupuesto aprobado para esta temporada. Aunque en ese balance no se incluye el dinero del fondo CVC, los 86,6 ‘kilos’ que está inyectando LaLiga Impulso en las arcas celestes no han provocado ningún cambio en la hoja de ruta marcada.

La inversión en refuerzos de nivel está programada para el próximo verano. Al menos eso fue lo que le aseguró Mouriño a Coudet en la negociación para que el argentino renovara hasta 2024. La debacle de la Copa del Rey y la situación en LaLiga, en tierra de nadie, han reforzado los argumentos del propietario del club: ahorrar pensando en el centenario.

El Celta cumplirá 100 años en 2023 y lleva semanas cerrando acuerdos de cara a su próximo proyecto. Con la incógnita de si Felipe Miñambres seguirá al frente de la dirección deportiva, ha ampliado los contratos de Fran Beltrán y Carlos Domínguez para arrancar una ronda de renovaciones en la que el club tendrá que negociar la de Iago Aspas. Además, se ha movido en el mercado para atar el regreso de Joselu Mato. El plan del centenario está en marcha y por ello Coudet no levantará la voz para lamentar que hasta la conclusión de esta campaña solo va a contar con 20 jugadores con ficha profesional.