COPA DEL REY

Adrián Hernández, el héroe anónimo del Utrillas en la Copa

El atacante del Utrillas marcó un doblete, uno de ellos de chilena. Fue expulsado por doble amarilla tras celebrar con el público. Habla con AS de la hazaña.

Se llama Adrián Hernández y desde ayer es un héroe anónimo de la Copa del Rey. Es natural que no les suene. Hace exactamente 24 horas era una persona que leía medios de comunicación como un ciudadano de a pie, jugaba al fútbol por pasión y tenía su trabajo, por el que se gana la vida, Hoy también vive así, pero ha narrado un día impensable. Lo cierto es que se lo ha ganado. Atacante del Utrillas, marcó dos goles el triunfo de los suyos ante el Injerto. El segundo fue de chilena. Su rabia ante la gesta que estaban a punto de acometer le llevó a abrazarse con la grada y le costó la segunda amarilla. Qué paradoja. Ha inscrito con letras de oro su nombre en el libro de historia de su club y no podrá disfrutar del premio que eso supone. El azar ha decidido que el equipo de Teruel se mida en primera ronda al Valencia, uno de los cocos. Un duelo que Adrián no podrá jugar, por la roja.

Casi recién aparcado el coche, coge el teléfono. Ha llegado a Teruel, donde vive. Viene de Utrillas, donde juega. Sus compañeros y él han quedado para ver el sorteo. No fueron todos, algunos estaban trabajando. Adrián Hernández tenía el día libre. Es enfermero en un hospital de la ciudad. "Eso es a lo que me dedico y lo que me hace seguir adelante", cuenta a este periódico. Hoy era su día libre y ha podido disfrutar tranquilamente del éxtasis que supone estar en primera ronda. Por el contrario, el día del partido ante el Injerto hizo su turno habitual, con el cosquilleo de lo que estaba por venir. Sus compañeros de trabajo le han felicitado en masa, como sus amigos o su familia. "Te escribe gente que ni conoces, te dice que has hecho algo grande. El móvil está que echa humo", relata en AS.

Él sabe que este paso por la fama de su Utrillas es efímero. "Cuestión de horas, incluso", vaticina. Hace un año también le tocó vivirlo, pero desde la preocupación. Adrián Hernández defendía la camiseta del Teruel. "Adrián, 9 local, perdió el conocimiento en un ataque, generando el silencio absoluto en la Pinilla. Por suerte, a los pocos minutos recuperó la consciencia y se puso en pie, aunque fue sustituido", escribió nuestro compañero Sergio López. Quedó en un susto y Adrián lo recuerda con humor: "No consigo terminar los partidos".

Desde luego, esta experiencia fue mejor. Salió expulsado y lo cuenta entre risas: "Duele, pero al menos no estuvo en riesgo mi salud". Tras conectar una chilena inapelable, por su cabeza no pasó que tuviera una amarilla. Normal, ha llevado al Utrillas, un equipo de Regional Preferente a jugar contra un Primera División y, además, con un tanto de enorme belleza. La gente gritaba, retumbaba la portería de la emoción. El abrazo no era negociable. Algo raro notó Adrián cuando vio a un jugador del Injerto celebrar y al colegiado con una cartulina en la mano. Sí, era la segunda cartulina: no se puede celebrar así con el público.

"De repente me llamó el árbitro. Ahí soy consciente de que me va a expulsar. Se me quedó una sensación agridulce, pero solo pensaba en que pasara el equipo. Si no lo conseguía (en ese momento ganaba 2-0, pero tenía que aguantar media hora con uno menos) no iba a poder vivir con este error de infantiles. Quería que el equipo aguantara, que fuera todo bien", reconoce. Sus compañeros le levantaron el ánimo, le recordaron las ganas que tenían de la eliminatoria y alguno se atrevió con prometerle que jugaría en la siguiente ronda.

Para ello, toca ganar al Valencia. Por motivos de trabajo, no todos vivieron en primera persona el sorteo, rodeados de cámaras. Ninguno de ellos vive del fútbol (¡y van a jugar contra un Primera!). "El Valencia por cercanía hace especial ilusión. Hay compañeros del equipo que son del Valencia. Hubiera tocado quien hubiera tocado hubiéramos disfrutado más". El formato es mágico se mire por donde se mire. 25 futbolistas que trabajan a diario contra jugadores que el día que cuelguen las botas podrán vivir sin trabajar un solo día más. "Esto es muy bonito, se mezcla a la gente profesional con gente humilde, que nunca lo ha vivido. Lo tenemos que aprovechar", opina.

El hielo de Utrillas

La voz y el calor de la gente no son el único as en la manga del Utrillas. El pueblo se esconde en la vertiente norte de la Sierra de San Just, uno de los climas más extremos de todo el país. En invierno, el día a día es helador. Es habitual que el termómetro marque 10 grados bajo cero. ¿Es un plus para ellos? Adrián Hernández sí lo considera: "Muchos días nieva, siempre hace grados bajo cero en invierno... Creo que puede ser uno de los hándicap que vayan a tener ellos. Quizás vayan algo relajados, por la gran diferencia de categorías y su calidad, pero a ver si salen un poco fríos. Dentro de las poquitas cosas que podemos tener, puede ser una baza a nuestro favor".

El Puskas de la Copa

Segunda mitad. Córner botado desde la parte derecha. Va al segundo palo. Adrián salta, remata de chilena, el balón entra. Los comentaristas de Aragón Televisión no daban crédito, por un instante no lo cantan. Es el shock. "No ha podido meter eso", llegan a decir a posteriori. Es el gol de la Copa. Es posible que no veamos uno igual. Mejor dicho, es más que posible, es muy probable. "Puede haber sido el mejor de estética que he anotado. No se ve normalmente. Quedan muchísimas eliminatorias, pero ojalá esté entre uno de los mejores", cree algo tímido. Lo cierto, y así se le hizo saber al protagonista, es que si lo mete Cristiano Ronaldo serían un firme candidato al Puskas.

Jorge García FotografíaUtrillas

Puede haber sido el mejor gol que he marcado

Adrián Hernández, jugador del Utrillas

Su Teruel y la Copa

Como se relató anteriormente, no era la primera experiencia copera del delantero. Con el Teruel, enfrentó al Rayo Vallecano la pasada campaña, donde sufrió ese susto médico. Esta temporada, su exequipo vuelve a tener la oportunidad de codearse con los mejores. Adrián les desea suerte antes de medirse al Alcorcón y, preguntado por el fantasioso cruce, reacciona: "Me tienen mucho aprecio, estuve muy bien allí. Sería muy bonito, aunque también raro. Estaría con otra camiseta, incluso me confundiría".

Quién sabe. La Copa es así. Hace dos años era impensable para él marcar un gol de chilena para estar en un bombo con los de Primera División. Y ha pasado. Pero este torneo no es solo éxitos. Ayer, los jugadores del Utrillas devolvieron la ovación a la afición del Injerto. Unos aplaudieron el resultado deportivo de otros, otros reconocieron la deportividad y el aliento de unos. "Hubo mucha cordialidad entre ambos equipos. Así va esto, nos tenemos que respetar y fue todo muy bonito", cuenta Adrián Hernández. Muy bonito también fue su gol, su historia, la del Utrillas, el sorteo y la competición. Las palabras de un héroe anónimo, o ya no tan anónimo, que pasa de enfermero a agradar a los medidores de audiencias en 24 horas. Mañana, quizás seas tú.

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