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CANTERA BLANQUIVIOLETA EN AS

El Promesas sigue sin encontrar el camino

A pesar de sumar 7 puntos de los últimos 15, el filial del Real Valladolid no acaba de hallar el equilibrio entre fútbol y resultados.

Valladolid
El Promesas sigue sin encontrar el camino
REAL VALLADOLID

Cumplimentado el primer tercio del campeonato en la Primera RFEF, el Real Valladolid Promesas no ha logrado encontrar lo que en el argot ciclista se denomina golpe de pedal. El conjunto de Julio Baptista suma 7 puntos de los últimos 15 disputados, insuficientes para abandonar los puestos de descenso y alejados de la regularidad en cuanto a juego, una vez este se ha empobrecido en las últimas jornadas a pesar de esa mayor cosecha.

El filial blanquivioleta se encuentra decimoctavo, con diez unidades, a dos de la salvación, que marca un Extremadura con serios problemas institucionales y que no se presentó este domingo a jugar en Riazor. Con una división de la clasificación ya bastante clara, en la que alrededor de diez equipos parecen estar llamados a huir de la quema, los roles están bastante claros; lo estaba, de hecho, de antemano en el caso del Promesas.

En el camino hacia la formación, a la que tanto se ha apelado desde Los Anexos, la dureza de la categoría y del proceso jamás fueron ocultados, como el hecho de que se trata del único filial de un equipo de Segunda en la Primera RFEF. Sin embargo, la ausencia de un rendimiento sostenido se antoja una preocupación en tanto en cuanto la situación grupal no la maquillan las actuaciones individuales, más allá de destellos puntuales.

No en vano, el Promesas ha pasado de hacer un fútbol de posesión, atractivo pero poco resolutivo en las primeras jornadas, en las que mereció ganar al menos un par de partidos, a mutar en otro que pretende ser más sólido y transitar, algo que logra a medias. Y es que si bien fue así como venció al Bilbao Athletic y al Talavera, frente a los manchegos tuvo una pizca de fortuna, esquiva ante un Calahorra que le superó en el segundo periodo.

El gol en la última jugada de partido recordó a la remontada en el Reino de León, con un filial deshilachado hasta encajar tres goles en cinco minutos y pasar de un 1-2 a un 4-2. Mientras tanto, la incapacidad mostrada ante el Celta B en el 3-0 de este domingo desnuda la escasa capacidad ofensiva y, sobre todo, los serios problemas defensivos del equipo.

Mientras lo primero lo ocultan los chispazos de lucidez de Paulo Vitor o de Víctor Narro, lo segundo lo prueban las dos únicas porterías a cero y, sobre todo, el hecho de que de los 18 goles encajados, cuanto menos la mitad se pueden considerar regalos, con acciones deficientes a balón parado, alguna que otra en salida de balón y pobres desde el punto de vista técnico de un Samu Casado que alterna un volumen alto de paradas con errores de bulto.

El centro del discurso

En el centro del discurso, cabe recordar de nuevo, está el avance en la formación que ha llevado a tener minutos a cuatro juveniles hasta el momento. Sin embargo, el mantra pervierte la realidad si se tiene en cuenta que no coinciden dos en el campo durante más de 20 minutos desde la jornada inaugural, en la que fueron titulares Arroyo y Chuki, que brilló en su debut, pero se perdió la segunda por su internacionalidad.

Ciertamente, la formación no pasa solo por estos, sino, en general, por talentos jóvenes, pero es igualmente llamativa la circunstancia de que solo Arroyo ha sido titular en más de una ocasión, mientras que los vaivenes con Maroto y con Chuki les han llevado a pasar más de una jornada en blanco. Esto, ciertamente, ha ocurrido menos en las últimas semanas, en las que han bajado en alguna ocasión con el División de Honor.

Con todo, el epicentro de la política no es tan nuevo como condicionado por las circunstancias económicas que han alterado el perfil del Real Valladolid Promesas hacia un equipo con menos realidades a corto plazo como era el anterior y que, fruto del descenso del presupuesto, sufre en las dos áreas; en la propia, donde sí se fichó, por las concesiones de los recién llegados, y en la rival, por las lesiones de Slavy y la escasez de recursos.