BARCELONA - ESPANYOL | SERGIO GARCÍA
"He imaginado un derbi con Xavi y Sergio García en los banquillos"
Sergio García, excapitán del Espanyol, gran amigo del nuevo entrenador del Barcelona entre la cantera culé y Qatar, habla con AS del derbi, de la Selección, el Mundial y de sus planes.
En el Maresme, donde reside alejado de la muchedumbre que acompañó su fructífera carrera, nos cita Sergio García. "Cada vez me cuesta más ir al centro de Barcelona", reconoce. Llega puntual y calmado, como un vecino más charla con el propietario de un bar, saluda al peluquero del local contiguo y, de vuelta a la terraza, se pide un bocadillo. Son las once de la mañana y podría parecer que –tres meses después de su retirada- el exfutbolista de Espanyol, Barcelona, Betis, Levante, Real Zaragoza y Al Sadd qatarí comienza su día.
Nada más lejos de la realidad. "Ya he llevado a los niños al colegio, he hecho mi entrenamiento personal y un par de recados". Y por la tarde le espera la Damm, el club donde todo comenzó, donde es segundo entrenador del Juvenil B. Le traen el bocadillo, lo prueba y empieza la conversación. Ahora sí, se deja llevar por la pausa del entorno y charla distendidamente sobre el derbi, la Selección, el Mundial de Qatar y, cómo no, sobre su amigo Xavi Hernández.
¿Cómo es la vida de Sergio García tres meses después de haber colgado las botas?
Estoy con la Damm y sacándome el último nivel de entrenador. Voy aprendiendo, porque la vertiente de técnico es nueva para mí, pero a la vez voy dando consejos a los chicos, para que lo que a mí me han enseñado les pueda ayudar a crecer como futbolistas.
¿Se asimila más rápidamente la responsabilidad de un entrenador cuando uno ha sido capitán?
En los últimos años ya lo veía venir, ya tenía claro que quería estar en un banquillo. Ser un líder, un capitán, te puede facilitar las cosas, pero ser entrenador al final no tiene nada que ver: te das cuenta de la cantidad de jugadores que dependen de ti, del cúmulo de circunstancias que debes controlar en un club… Pero mi idea es hacerlo y ojalá que mi carácter me ayude.
En cinco días pasó de retirarse a fichar como segundo entrenador del Juvenil B de la Damm, donde usted se había formado. ¿Lo tenían ya hablado?
No sabía si seguir jugando y entrenar a la vez, pero me decidí por volcarme solo en lo segundo por todos los factores que hay que controlar. Han sido muchos años jugando al fútbol y cuesta cambiar de vida a otra en la que debes sentarte y ordenar. Te tienes que mentalizar que eso ya no volverá. Pero estoy satisfecho de cómo están yendo las cosas.
Su último baile fue en la Montañesa: la vuelta al fútbol de barrio…
Tenía un amigo que me lo propuso. Y a mí, que en ese momento no sabía qué hacer profesionalmente, me pareció buena idea jugar en un equipo de barrio, transmitir a la gente que no pasa nada por militar en estas categorías. Hubo buenos momentos, le tengo mucho cariño a la Montañesa.
¿Qué tal con el entrenador del Juvenil A de la Damm, el también experico Luis García?
Muy bien. Es muy trabajador. Les transmite mucho a los chavales. Nos vemos casi cada día porque entrenamos en el mismo campo. Me gusta su madera de líder sobre el equipo.
¿Se plantearía hacer un tándem con él en un banquillo?
Nunca se sabe, pero mi idea es ser primer entrenador. Y la suya, también. No puedes cerrar ninguna puerta, y menos a crear un buen equipo. Somos buenos amigos. Sé que la afición del Espanyol nos quiere mucho, eso es mutuo; ese vínculo que se ha creado durante años es de agradecer y ojalá podamos volver en algún momento al club.
Ese sentimiento perico, imagino, se enaltece cuando llega un derbi ante un Barcelona del que usted fue canterano. ¿Lo ve especialmente igualado?
Es obvio que ellos no llegan en un buen momento, porque han tenido muchos problemas y han cambiado de míster. El Espanyol ha empezado bien la temporada. Hay que aprovecharlo, hacer todo lo posible porque en estos partidos el mínimo fallo se paga. Hay que hacerlo perfecto. Son tres puntos, de acuerdo, pero siempre es importante ganar al otro equipo de la ciudad.
El nuevo entrenador, decía, es Xavi Hernández, compañero suyo en la cantera del Barcelona y durante su aventura en Qatar. Algo lo conoce, ¿no?
(Sonríe) Sí, somos buenos amigos. Le va a transmitir otra idea a los jugadores, lo que ha sido él en el campo, alguien que ha querido el balón. Y creará otros hábitos al equipo para conseguir los objetivos. Para mí, es un gran entrenador. Lo ha estado demostrando en Qatar. Solo espero que en este primer partido no le vaya muy bien.
¿Puede haber alguien que tenga más interiorizado el ADN Barça que Xavi?
Desde que era muy joven ya tenía el ADN Barça en la cabeza. Ahora lo traslada a sus jugadores. No es nada fácil lo que ha hecho en Qatar, a muchos kilómetros de casa, con otros jugadores y una cultura y mentalidad distintas. Y lo ha conseguido. Ahora tendrá mucha más presión, porque es el Barça y siempre tiene la obligación de ganar títulos, pero estoy convencido de que lo hará bien.
La imagen que da es de alguien que se pasa 25 horas al día pensando en fútbol. ¿Es cierta?
Sí, vas a comer con él o donde sea y siempre está hablando de fútbol, todo el día. Es verdad que nos pasa a todos los que nos dedicamos, es nuestra pasión, pero él es un obseso del fútbol. Lo ha demostrado ya jugando y como entrenador.
¿Cree que puede Xavi llegar a igualar, como se anhela en el Barcelona, a Guardiola?
Nunca se sabe. El tiempo dirá hasta dónde puede llegar. A nivel de mentalidad y juego va a ser parecido. Cruyff cambió el mundo del fútbol, Guardiola también lo hizo y por qué Xavi no va a lograrlo. Si como entrenador es igual a lo que fue de jugador, seguramente cambie el fútbol. Quizá hace algo que aún no hemos visto. A lo mejor Xavi tiene algo en mente que revolucionará el mundo del fútbol.
¿Se puede imaginar un día un Xavi-Sergio García en los banquillos de Barça y Espanyol?
Sí, reconozco que lo he imaginado alguna vez. Pero todavía queda. Me encantaría estar ahí y asumo que es muy complicado. Tengo que curtirme como entrenador, caerme y volver a levantarme. Ojalá pueda llegar al nivel al que ahora está él y poder enfrentarnos.
En el Espanyol, en vistas al derbi, la gran baza es Raúl de Tomás. ¿Lo ve aún con margen de mejora?
Yo creo que sí. El propio Luis Enrique dijo el otro día que lo ve en otras facetas, no solo en el ataque. En el Espanyol ha demostrado que tiene gol. Es un grandísimo delantero, ojalá pueda estar mucho tiempo en el Espanyol y en la Selección.
Aunque le arrebate a usted el récord de goles en Cornellà…
¡Con eso no hay problema! A uno siempre le gusta ser el primero en algo, pero me alegraría mucho por él. Si un compañero de profesión te adelanta es porque le van bien las cosas.
Del Espanyol actual, sin embargo, ¿se ve más semejanzas por demarcación con Puado?
Hubo un tiempo, con Aguirre, en que jugué de 'nueve', pero es cierto que yo he sido de jugar más en banda y de mediapunta. Si él se cree que puede dar su mejor nivel, triunfará en Primera, porque lo ha demostrado en Segunda, con la Selección, se marchó fuera del Espanyol para mejorar y a la vuelta hizo una grandísima temporada. Puede ser un grandísimo jugador.
Del regreso perico a Primera, ¿qué le ha llamado más la atención?
No hay que dormirse, porque LaLiga es muy larga, pero veo que el equipo ha conseguido estabilizarse un poco. La Segunda División no es sencilla, si no subes el primer año cuesta mucho más. Y este año ha empezado muy bien. El club se merece estar de la mitad para arriba de la clasificación, y ojalá pueda volver en algún momento a Europa.
¿Es su espinita haberse clasificado para Europa, hace dos años, y tener que dejar el Espanyol ese verano?
La verdad es que me hubiera gustado estar un año más, haber jugado en Europa me hubiera encantado. Era un sueño, pero no pudo ser por circunstancias. Fue una pena porque fue también la temporada del descenso y me hubiera gustado estar ayudando al club, al equipo y a los jugadores. Lo pasaron mal, en el campo y con las familias. Yo traté de apoyar desde fuera a los amigos.
Y la Selección. Sin ser despampanante como en la Eurocopa de 2008 de la que usted participó, se ha clasificado con Luis Enrique directamente para la Copa del Mundo.
Creo que Luis Enrique está haciendo un trabajo muy bueno, porque llame a quien llame al final van saliendo bien las cosas. Hay que confiar en él. Al principio nadie creía en su labor, pero ha ido progresando y se ha metido en el Mundial. No tenía ninguna duda de que iba a suceder.
Aunque queda mucho, y no será favorita, ¿ve a España con opciones en el Mundial?
A veces es mejor que no te consideren favorito, es cuando puedes meter el zarpazo. Pero en mi opinión sí es de las favoritas. Tenemos enormes jugadores, los que han estado en esta convocatoria y todos los que se han ausentado, para conseguir otra vez algo grande para España.
En el 2008 tampoco eran favoritos. ¿Ve semejanzas?
Exacto, de nosotros nunca se hablaba como candidatos al título. Nadie daba un duro por nosotros y conseguimos ganar la Eurocopa. Lo mismo que pasó en 2004 con Grecia, por ejemplo.
La sede del Mundial, Qatar, y la estación en que se jugará, invierno, generan muchas dudas. Usted que conoce bien aquel país, ¿qué opina?
Estuve allí hace un par de semanas, en la final de la Copa del Emir. Y estoy convencido de que la gente va a disfrutar. Está todo nuevo, con carreteras impresionantes para acceder a los estadios, que son una pasada. El clima será bueno, porque no va a hacer frío ni un calor insoportable, serán unos veintipocos grados. Es un país preparado para organizar un Mundial. Ojalá podamos hacer un buen papel.