Lo que hacemos en las sombras
Tras las múltiples bajas que está dejando el campeonato, Las Palmas renueva su impulso con los menos habituales.
Tras el partido del Tenerife se abría ante Las Palmas un panorama de lo más motivante. Se había enfrentado de manera consecutiva a Cartagena, Ponferradina, Almería y Tenerife. Equipos todos que están o peleando por un puesto de promoción a estas tempranas alturas de competición o directamente en el caso de los andaluces marcar un ritmo de puntos que le permitan tener partidos de resbalones entre los dos primeros puestos y los playoffs. La vida le iba bien. Estaba en promoción. Consiguió 10 de 12 puntos en ese tramo puntiagudo. Fraguaba un once tipo y la figura —que roza el misticismo en el imaginario amarillo— de un Viera se agigantaba junto a un ilusionante Jesé.
Sin embargo, en todas esas victorias el técnico Pepe Mel referenciaba no solo a los nombres que estaban a la luz “con Pejiño no tengo mucho de lo que comentar porque lleva cuatro goles, está contento y pensará que soy un buen entrenador”. Sino que se deshacía en elogios por el trabajo de los que estaban a la sombra en ese momento por lo que advertía el técnico que más allá de once futbolistas ”los que consiguen las cosas son los grupos” y es que “si se lo preguntas a Kirian pensará otra cosa. Mi comunión con él tiene que ser más estrecha”.
De ahí que repitiera como un mantra que los que estaban participando menos son fundamentales para “que el equipo tenga buen nivel porque aprietan a los que están jugando. Ellos saben que son los artífices de que nadie pueda bajar los brazos y eso es fundamental”. Y es que “los ves entrenar cada día y te hace estar tranquilo”. De ahí que Mel tuviera en la cabeza que “premiar y ser justo es lo importante. Los jugadores no pueden pensar que doy privilegios a quienes entrenan mal y juegan”. Y que sepan “que cuando entren si lo hacen bien no los va a quitar nadie”.
Tras la vitaminización de moral que supuso la victoria final en el derbi, encaraban los amarillos la segunda etapa de seis de un tour de 21 días. Y entonces llegó Lugo. Y de Lugo vinieron Viera y Peñaranda lesionados, Pejiño tocado y Jesé sin jugar por precaución porque se había puesto la lluviosa noche lucense con carita de Galípoli. Y a la altura del minuto 33 con 2-0 en el marcador lo de menos era la derrota. Lo importante era salir de Galicia en la posición menos mala frente un calendario que se estrechaba.
Y la hora de los que estaban a la sombra llegó. Mel había lanzado mensajes de apoyo como migas de pan que mantuviera la competitividad en los entrenamientos durante semanas con la esperanza real de una oportunidad próxima. Y lo de Lugo —aunque supuso un pinchazo de las expectativas hacia afuera al menos— de puertas para adentro se leía en clave de ocasión de oro. Y así lo dijo el míster, pues había llegado “el momento de que gente como Óscar —Clemente—, como Pinchi, como Benito, como Kirian digan aquí estoy yo” alentando a sus pupilos pues “hay que aprovechar los momentos” y no solo uno sino continuarlo, “no me vale una buena y tres malas”.
Con ese espíritu de revancha entre los menos habituales llegaba los partidos ante el Alcorcón y el Sanse. Y en el primero fue el momento de Benito, que había salido del equipo un 5 de septiembre salvo —12 minutos ante el Cartagena—. Brilló. Cazó una pelota dentro del área para hacer el 2-0 y dio una asistencia a Curbelo para sellar el partido. Y en Donosti fue de Kirian, primero para empezar a desenrollar la madeja de la jugada que dio la victoria y segundo para convertirse en el flotador al que agarrarse y coger oxígeno cuando el filial txuri urdin apretó —y mucho— en la segunda parte,
¿Quién sabe lo que hubiera pasado si Córdoba no hubiera sido expulsado antes del minuto 15 en el partido del Alcorcón? o ¿qué sensaciones hubiera opacado si el tiro que bloqueó Curbelo en los instantes finales en el Reale Arena hubiera tocado el palo y entrado? Pero en esta ocasión, la moneda cayó del lado amarillo dando premio a los que venía referenciando Mel durante tanto tiempo.
Justo en el momento de más incertidumbre hasta ahora de la temporada. Y como proclamaba Kirian al llamado de Pepe Mel de jornadas anteriores “Aquí estamos” tras salir victorioso de San Sebastián. Primera victoria fuera. Seis puntos de seis tras lo de Lugo. Justo en el momento en los que estaban a la sombra se ponían bajo la luz de los focos.