Jesé coge el timón
Tras marcar ayer en San Sebastián, ha tenido incidencia directa en 9 de los 19 goles marcados por Las Palmas hasta la fecha. Es el máximo asistente de la liga.
Ningún futbolista tan mediático tiene la actual Segunda División como Jesé Rodríguez. Tampoco es que nadie se le acerque en dicho aspecto, mas el delantero grancanario parece resurgir de sus cenizas futbolísticas, ni que fuera el Ave Fénix, empeñado en no enterrar una carrera que tanto prometía cuando jugaba en el Real Madrid.
Tras firmar con Las Palmas en el mercado invernal del curso pasado tras unos meses sin equipo, rescindido como fue por el PSG, acabó la temporada con la sensación de seguir muy lejos de su nivel. Volvió a fichar por la UD este verano, acaso como la última oportunidad de reconducir una carrera futbolística a la deriva. Por lo que parece, de momento ha enderezado el rumbo.
Convertido en un futbolista imprescindible para Pepe Mel, en los despachos de Las Palmas anidaba también la sensación de que, junto a Jonathan Viera, debía liderar al equipo en el asalto a los playoff de ascenso, objetivo mínimo de la temporada y de que de momento se está cumpliendo. Igualmente, coge cuerpo la sensación de que el propio Jesé está aprovechando la última gran oportunidad, de tantas que ha tenido, para relanzar su trayectoria.
De momento, Jesé ha tenido una incidencia más que directa en 9 de los 19 goles que ha marcado Las Palmas en las 14 primeras jornadas ligueras. Ha marcado 4 y ha dado otros cinco, siendo el mejor asistente de la categoría.
Las estadísticas hablan por si solas, como también el esfuerzo denodado del propio Jesé, tan reconocido por la afición de Las Palmas, siempre atenta a dedicarle una gran ovación cada vez que Pepe Mel prescinde de sus servicios durante el partido. De momento ha participado en 12 partidos, 10 de ellos como titular, en los que acumula unos 824 minutos más que bien aprovechados.
La penúltima muesca en el revólver de Jesé la descerrajó ayer en el Reale Arena. En ausencia de Viera, cuando más falta hacía, Las Palmas debe ser más hormiga que cigarra. Y Jesé ha cogido el timón.