El Lugo se amuralla en el Anxo Carro para contener a la Mareona
Más de 2000 aficionados del Sporting tomarán el Anxo Carro. Los locales rinden bien en su feudo, donde solo han perdido un partido de seis.
De un tiempo a esta parte los duelos entre el Lugo y el Sporting se han caracterizado por su buen ambiente en las gradas y su espectáculo en el campo (sigue el partido en directo en AS.com). Unidos por ciertos sucesos acaecidos hace unas temporadas (el que no sepa que pregunte en Girona), por la cercanía de ambas ciudades y por cierto trasvase de jugadores, albivermellos y rojiblancos han fraguado una amistad que además está trufada de buenos partidos. En un Lugo-Sporting pudimos ver a un portero golear a otro desde mediocampo, por ejemplo. Además, estarán los reencuentros. El de Kravets con la ciudad y la afición que lo adoptó como propio, o el de Canella con el equipo del que fue capitán y símbolo. Xavi Torres y Whalley (lesionado) también jugaron en El Molinón, y el "Puma" Rodriguez rugió la pasada campaña en el Anxo Carro. Y estará la Mareona, claro.
Sin embargo, desde que Gálvez Rascón inicie el partido las ternuras quedarán a un lado y comenzará lo serio. Los de Albés se han hecho fuertes en su casa, donde solo han perdido y partido y ganado tres, y quieren que siga siendo así por muy numerosa que sea la afición visitante. Para volver a la senda de la victoria el Lugo va recuperando jugadores con cuentagotas, por lo que se espera el que ha sido equipo de gala con las únicas dudas de Campabadal y Manu Barreiro, que pendientes de evolución podrían dejar su puesto en el once a Ricard y a Carrillo. Xavi Torres será el jefe del mediocampo y Señé la brújula. Para poner el picante, Valentín y Chris Ramos.
El Sporting, mientras, llega a Lugo con ciertas urgencias. Dos derrotas consecutivas han contribuido a desinflar un poco el suflé del buen inicio de temporada, y se hace necesaria una victoria que reafirme al equipo arriba. Perder podría significar caerse de los puestos altos y que la moral de la tropa se resintiese. No se esperan grandes cambios tampoco en la alineación que plante Gallego en el verde, y se centran en la defensa. Volverá Kravets cual hijo pródigo, y Berrocal podría quitarle el puesto a Marc Valiente en el eje de la zaga. Sin embargo, lo que da miedo de los asturianos es el ataque: el póker compuesto por Villalba, Aitor, Gaspar y Djuka se bastan para sembrar el terror en el Samaín de Lugo (aquí no se estila Halloween). Habrá más de 2000 aficionados gijoneses en la grada, lo que dará al partido pátina de final con aficiones repartidas. Ellas, las aficiones, lo disfrutarán.
