Rodrygo y Valverde completan el puzle de Ancelotti para el Clásico

Con diez jugadores claros en el once para medirse al Barcelona, Carlo Ancelotti (Reggiolo, 62 años) valora el único puesto para el que tiene dudas. Y no es una incógnita fácil de despejar: o se decide por una apuesta clara de ataque o se decide por un bloque más conservador y que dé más equilibrio al centro del campo. En resumen, del 1-4-3-3 que jugó en Kiev con Rodrygo (20 años) como atacante por la banda derecha, o bien recuperar a Fede Valverde (23), y que había jugado todo antes de quedarse en el banquillo ante el conjunto ucraniano, para que fortalezca el centro del campo blanco.

Ancelotti, que en su primera etapa ya dejó claro que la BBC era insustituible, en esta segunda época blanca ha dejado patente que su arco de bóveda será la CMK (Casemiro-Modric-Kroos), y más si juegan como lo hicieron el pasado martes en tierras ucranianas, donde tanto Casemiro como Kroos recuperaron su mejor versión. Incluso ya lo advirtió en la conferencia de prensa previa al partido de Champions.

Preguntado por la ausencia de un estilo definido de juego blanco, el italiano no dudó: “Si no hemos mostrado una clara identidad es que algo ha pasado. En algunos momentos de los partidos hemos fallado. He intentado defender con un 1-4-4-2 y no ha salido bien. La idea que tengo ahora es muy clara. Este equipo tiene que jugar 1-4-3-3. Hay partidos que el equipo puede jugar sin un extremo puro, pero creo que es el mejor sistema para esta plantilla”. Y el resultado que lograron en Ucrania vuelve a sembrar de dudas.

La actuación de Rodrygo, abriendo el campo por la derecha, mientras que Vinicius y Benzema se asociaban más en una zona tirada a la izquierda, con el francés dejándose caer por el centro para sacar a los centrales ucranianos, fue, con gol incluido, demoledora: ahora mismo no tiene rival ni en Asensio, ni en Hazard ni en Lucas Vázquez... porque el gallego tiene que jugar en el lateral derecho. El brasileño mezcló bien con sus compañeros a la hora de defender su costado, y está dejando cada vez más, que es como su amigo Vini, un tipo valiente que sólo piensa en vertical y en el ataque. Pide continuidad...

Por su parte, Valverde se quedó en el banquillo (saltó al campo en el minuto 78 de partido con todo prácticamente resuelto) después de jugar tres encuentros completos (270 minutos) con la selección uruguaya (ante Colombia, Argentina y Brasil). Esas dos semanas de concentración charrúa unidos a los entrenamientos que hizo Rodrygo en Valdebebas hicieron que Ancelotti se decantara por el brasileño.

Sin embargo, Valverde fue un factor diferencial en el último Clásico disputado en el Di Stéfano: una arrancada suya, batiendo líneas azulgranas, con posterior pase a Lucas significó el primer gol de los blancos, obra de Karim, que utilizó el tacón como formidable recurso. En aquel encuentro, Zidane también utilizó al uruguayo como freno a las subidas de Jordi Alba y como vía de salida de balón. Y esa es la incógnita: salir al ataque o ayudar a Lucas en la banda. Los dos han demostrado su calidad y potencial. Ancelotti elegirá...