BARCELONA

La Asamblea de la resurrección

Joan Laporta pedirá la suspensión del artículo 67, que le obligaría a dimitir si presenta pérdidas durante dos años, y solicitará luz verde al crédito de 1.500 millones para el Espai Barça.

RODOLFO MOLINADIARIO AS

Joan Laporta afronta este domingo la segunda Asamblea de socios compromisarios de su segundo mandato apenas cuatro meses después de la primera, en la que pidió la aprobación de las cuentas del ejercicio 2019-20, que pertenecían a Bartomeu para que, básicamente, el club pudiese "caminar"; y consiguió la aprobación del crédito de 595 millones de euros de Goldman Sachs para solventar pagos a corto plazo.

La Asamblea de este domingo, sin embargo, es mucho más trascendente y tiene dos puntos de interés decisivos. Laporta pedirá la suspensión del artículo 67 de los estatutos del club, que obliga a dimitir a la Junta si el patrimonio neto del club es negativo durante dos años consecutivos. "No nos lo hagamos nosotros mismos más difícil de lo que ya es. Este articulo todos sabemos que no tiene sentido si ha habido unas elecciones y después hemos heredado las cuentas que hemos heredado. Lo que pedimos es suspenderlo", suplicó Laporta en una entrevista concedida ayer a Sport. Algunos grupos de opinión del Barça consideran que suspender el punto podría tener un efecto diabólico, ya que concede manga ancha en la toma de decisiones económicas. La Junta de Laporta imputa unas pérdidas de 481 millones de euros a la de Bartomeu, además de unos gastos desatados de 1.136 y una deuda de 1.350 millones de la que 673 es deuda neta. Los anteriores gestores critican que se ha inflado la deuda en 250 millones: unos 160 en depreciación de jugadores y 91 millones aprovisionados para gastos en juicios. También hay divergencias en el impacto del COVID. La directiva de Bartomeu lo lleva a los 225 millones de euros; la de Laporta, a 91.

El otro punto clave de la Asamblea será la aprobación del modelo de financiación del Espai Barça, mediante un crédito de hasta 1.500 millones que se devolverá con los ingresos cuando la obra esté finalizada. Laporta ha tenido a dos de sus vicepresidentes, Elena Fort (área institucional) y Eduard Romeu (económica), dando vueltas por los medios de comunicación en las últimas dos semanas para concienciar al socio sobre la necesidad de activar un proyecto parado y que tenía un presupuesto inicial de 600 millones, iba por 875 y ahora necesitará de 1.500 millones para activarse.

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