581 días después, la afición del Pucela volvió a viajar
Alrededor de 120 hinchas del Real Valladolid acompañaron a su equipo en El Toralín en la vuelta del público visitante a los estadios.
581 días después, tras 19 meses sin abrazos de gol en la casa de otros, de brazos cruzados y, si acaso, alegría compartida en el extraño calor del hogar, sin tener cerca a otros intrépidos viajeros, la afición del Real Valladolid volvió a acompañar a su equipo en un partido. A pesar del horario nocturno, del trayecto de vuelta de más de dos horas y de la urgencia con la que debió prepararse todo, alrededor de 120 hinchas estuvieron apoyando al equipo en El Toralín.
Obviando los partidos amistosos de pretemporada en la provincia, el 28 de febrero de 2020 fue la última ocasión en la que la '12' blanquivioleta había podido desplazarse de manera numerosa para acompañar a los suyos. Entonces Anoeta y la Real Sociedad recibieron a un grupo de aficionados, que se quedaron con el molde debido al parón provocado por la COVID-19 cuando la Federación de Peñas organizaba el desplazamiento frustrado a Leganés.
A pesar de que este colectivo intentó fletar un bus a Ponferrada, la premura y el poco margen de maniobra que dejaron primero la decisión de ampliar el aforo y el acuerdo entre clubes, más tarde, no se alcanzó la cifra mínima fijada de 50 personas inscritas, lo que imposibilitó este tipo de desplazamiento. Pese a ello, el Pucela no estuvo solo y lo notó; remontó haciendo dos tantos en el fondo en el que estaban los aficionados y buscó sobre esa portería el tercero.
El ánimo y el intento de conjura no decayeron ni con el partido acabado, ya que los ánimos hicieron que el equipo volviera a salir de vestuarios minutos después de que concluyera el envite, algo que Pacheta destacó orgulloso en rueda de prensa. Antes, con esa misma sensación, se le vio disfrutar del aliento de los cánticos y del apoyo durante un buen rato sobre el mismo terreno de juego, lo que hizo que retrasara esa comparecencia.
Kiko Olivas también reconoció el esfuerzo del desplazamiento y el comportamiento antes de volver a la capital del Pisuerga. "Ha venido un grupo grande a pesar del horario. Nos han pedido que saliéramos y lo hemos hecho encantados para agradecerles el apoyo", afirmó el zaguero ante los medios de comunicación desplazados desde Valladolid, ante los cuales mostró su deseo de que en Zorrilla "pueda crearse un ambiente bonito" en adelante.
Y es que si hasta el momento el aforo reducido ha podido ser un impedimento o algo que echara para atrás a alguno de los más de 18.000 abonados con los que cuenta el Real Valladolid esta temporada, la eliminación de esta restricción juega a favor de que el José Zorrilla pueda registrar el viernes la mejor afluencia de público de la temporada, toda vez que cabe esperar que, ante el Málaga, el club pueda volver también a vender entradas para los no socios.