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VALENCIA

Mestalla vuelve a sonreir

La afición del Valencia recupera la fe en el equipo por Bordalás, la continuidad de referentes como Guedes y los refuerzos de última hora que llegaron gracias al acuerdo con CVC.

Carlos Soler celebra un gol en Mestalla; el primero de los tres que lleva esta temporada con el Valencia.
Alberto Iranzo

EI Valencia de Bordalás ha sumado en solo tres jornadas el 16,2% de los 43 puntos que sumó en todo el curso pasado. Hacía ocho temporadas que el equipo no empezaba la Liga rascando 7 puntos de 9; siete años que no encajaba solo un gol en las tres primeras jornadas y 723 días después anunció un fichaje (Marcos André) por el que Lim aceptó pagar un traspaso (Correia, en 2019, el último). La afición blanquinegra está recuperando la fe en el equipo, principalmente gracias a Bordalás y al rendimiento que se espera saque a sus pupilos, entre ellos Guedes, cuya continuidad y estado de forma es otro plus.

Mestalla cantó el día del Getafe y también el del Alavés lo de "Lim vete ya". Y así seguirá durante tiempo. La credibilidad del proyecto de Meriton, su relación con instituciones e interactuación con aficionados, necesita hechos como la reanudación de las obras del nuevo estadio para encauzarse. Pero así como lo deportivo no oculta lo social, el hastío por la gestión tampoco impide que la afición se identifique con lo que le ha transmitido este Valencia: ese ADN del que tanto habla Bordalás.

El Valencia ha iniciado la Liga con intensidad (56 faltas, el que más), transiciones rápidas (105 pases largos, quinto que más), desborde (13 disparos a portería, cuarto) y eficacia (cuarto con más goles por disparo). El método Bordalás ha caído de pie en el vestuario y septiembre lo pondrá a prueba: Osasuna, Real Madrid, Sevilla y Athletic. Ante merengues y leones, con el efecto Mestalla a su favor y un aumento del aforo permitido de hasta 20.000 personas.

Por Valencia se decía en julio que a Bordalás se le pondría "cara de Gracia", que le venderían a todo por el que llegara una oferta y apenas llegarían refuerzos. Pero el acuerdo de la Liga con CVC cambió el paso a la planificación, en la que finalmente han invertido unos 12 millones (más 7 si se incluye la opción por Alderete). Ahora, incluso, hay quien le ve a Bordalás "cara de Marcelino", quien clasificó al Valencia para la Champions tras dos años sin Europa. Pero junto al asturiano estaba Mateu Alemany y aquel verano se reforzó con jugadores que acabaron costando 102 millones.

Las encuentas de Twitter dicen hoy que los aficionados ven a su Valencia peleando por Europa, cuando hace nada era por salvar la categoría y gracias. La fe ha cambiado por el rendimiento de Bordalás, por la no venta de referentes (Gayà, Soler o Guedes, ni tan siquiera Wass) y la llegada de Marcos André, Costa, Duro y Foulquier, además de Alderete, que dan alternativas, y también por la aparición inesperada de Mamardashivili. Y a todo ello se suman las actuaciones personales de jugadores queridos por la afición como Carlos Soler (máximo goleador) o José Luis Gayà. Pero Bordalás es el primero que sabe que esto del fútbol no es cómo empieza sino cómo se acaba.