Stuani deja con vida a Las Palmas

Girona y Las Palmas suman y siguen, aunque el punto cosechado en Montilivi satisface más a los canarios que a los rojiblancos. Y el motivo no es otro que Stuani mostró su lado más fallón y dejó con vida a los de Pepe Mel. El uruguayo falló dos ocasiones muy claras para dar el triunfo a su equipo en una segunda mitad con claro color gerundense. El lado positivo para ambos es que siguen sin perder en esta Liga. El Girona suma cuatro puntos y Las Palmas, dos.

Pepe Mel apostó por una zaga con tres centrales para tratar de contener a Stuani y también poder tener mayor profundidad por las dos bandas gracias a Lemos y Cardona de carrileros. Y lo logró a medias porque el uruguayo es cierto que no entró en juego en exceso durante los primeros 45 minutos, pero es que la primera mitad estuvo carente de verticalidad y peligro. Ambos conjuntos se mostraron ansiosos por controlar la posesión y cuando la lograron fue estéril. Imperó la apatía y no hubo intención por hacer daño al rival. Michel, que dio la alternativa a Samu Saiz para poder presentar mayor acierto en el último pase también se quedó en tierra de nadie. Por ello, más allá de un disparo desviado de Aleix García y los intentos, sin acierto, de Peñaranda, nada.

La segunda mitad, Las Palmas la inició un tanto dubitativo, con errores en la salida del balón, y ello lo aprovechó el Girona para ganar terreno. Stuani avisó en los primeros instantes y a partir de entonces se dio una marcha más al juego. Las apariciones de los debutantes Gabri y Álex Baena y de Nahuel Bustos fueron una bendición para un Girona que en el 65’ pudo adelantarse en el marcador. Un sudor frío recorrió a toda Las Palmas cuando Stuani esperó sin oposición en el segundo palo un centro medido de Baena, pero el uruguayo falló. Impensable porque no acostumbra a hacerlo en ocasiones tan claras, pero su cabezazo se marchó alto. Fue entonces cuando los rojiblancos olieron la sangre del bloque canario e incluso desde el banquillo local se escuchó “están muertos, dadle ritmo”. Las Palmas se colgó del palo y aguantó lo imposible. Mucho mérito tuvo Ferigra porque, en el 91’, sacó sobre la línea de gol un disparo de Stuani, que estaba solo en el área pequeña. Fue un quiero y no puedo.