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Italia ITA
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Federico Chiesa 59'
España ESP
1 (2)
Morata 79'
Finalizado

EUROCOPA (SEMIFINALES) | ITALIA - ESPAÑA

Wembley huele a revancha

España e Italia buscan la final en su cuarto duelo consecutivo en la Eurocopa. Emerson, el relevo de Spinazzola. Olmo suplirá al lesionado Sarabia.

Luis Enrique habla con los internacionales españoles en el entrenamiento de ayer en Las Rozas.
Luis Enrique habla con los internacionales españoles en el entrenamiento de ayer en Las Rozas. MIGUEL MORENATTIDIARIO AS
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Un Italia-España siempre es un menú apetecible, ya sea en fútbol, baloncesto, waterpolo o MotoGP. Más aún si el escenario de ese duelo es un estadio con la mística de Wembley. Será allí donde La Roja y la Azzurra salden viejas y queridas cuentas en una semifinal de la Eurocopa en la que el actor protagonista no es otro que el balón (sigue el partido en directo en AS.com). Todos lo quieren, pero solo hay uno. Quien sepa hacerse amigo de él tendrá buena parte del billete para la final en el bolsillo.

Hablamos de un duelo que se ha convertido en un fijo en las últimas ediciones de la Eurocopa. En 2008 y 2012 fue España quien se llevó el gato al agua en unos cuartos de final resueltos en la tanda de penaltis (Casillas y Cesc convertidos en héroes) y en una final enmarcada en la historia de nuestro fútbol gracias al inapelable 4-0. En 2016, sin embargo, Italia ganó por 2-0 en un partido que seguramente ha inquietado en las últimas horas a Álvaro Morata, el nueve de la Selección española aquel día. Entonces, Chiellini y Bonucci amargaron la tarde al madrileño, que hoy se reencuentra con quienes son sus compañeros en la Juventus. "Estoy a su lado, Álvaro es un gran chico, un gran padre, un gran amigo y un gran jugador. Es un delantero total, de los mejores del mundo", dijo ayer Bonucci sobre las críticas recibidas por el español en el arranque del campeonato. Buen gesto de Leonardo.

Ambas selecciones quieren el balón, pero cada una paga por él en su propia divisa. España exprime la posesión (con 67,2% es la líder del torneo), mientras que Italia es más directa en el juego (domina en disparos totales con 101). A ello pretenden agarrarse los de Mancini esta tarde. "No nos durmamos, España juega un fútbol lento", avisa Fabio Capello, convertido en agente doble. En esa labor de hipnosis juega un papel primordial Busquets, uno de los dos supervivientes (junto a Jordi Alba) del título europeo logrado en Kiev 2012 ante los azzurri. Lo sabe bien Verratti, que ha librado con el azulgrana muchas batallas a nivel de selección y de clubes y mal socio cuando de lo que se trata es de superarle: el del PSG es el jugador que más duelos gana en lo que llevamos de torneo.

Mancini mantendrá el bloque que tan buenas sensaciones ofreció ante Bélgica. Se verá obligado, eso sí, a cambiar ficha en el lateral izquierdo, donde Spinazzola se rompió el tendón de Aquiles y será sustituido por Emerson, campeón de la Champions con el Chelsea aunque con un papel testimonial. El brasileño nacionalizado italiano deberá controlar sus subidas pues tendrá que vigilar a Ferran Torres, mientras que en la otra banda será Olmo quien amenace a Di Lorenzo, aunque este es duda y podría entrar por él Florenzi. El del Leipzig se antoja como el elegido por Luis Enrique para relevar a Sarabia, aquejado de unas molestias musculares que le obligaron a ser sustituido en el descanso ante Croacia. Mientras, Laporte se recuperó de una sobrecarga y ayer se ejercitó con el resto del grupo en el entrenamiento en Las Rozas previo al viaje a Londres. Allí aguarda una selección italiana que ha demostrado haber aprendido de sus errores. Tras no clasificarse para el Mundial 2018, la llegada de Mancini significó un cambio de juego y estilo que ha revolucionado al país. Para ver su última derrota hay que recuperar el vídeo del Portugal-Italia del 10 de septiembre de 2018. Desde aquel 1-0, 32 partidos sin perder que desembocan en la semifinal de esta tarde en Wembley, donde habrá mayoría azul en la grada. "We need you", pedía ayer la RFEF para que los españoles que viven en Londres acudan al estadio. Necesitamos eso, miles de gargantas, pero sobre todo necesitamos el balón.