Verano sociocultural de Villalibre

Asier Villalibre continúa con su verano sociocultural por suelo vizcaíno. Este fin de semana ha vuelto a tocar su famosa trompeta como complemento de una electrotxaranga que amenizaba un pequeño festejo de una aldea. Al delantero del Athletic, muy arraigado a la zona de Lea-Artibai que rodea a su localidad natal de Gernika, le encanta tocar ese instrumento como demostró y se hizo viral tras la consecución de la Supercopa ante el Barça. Además, es uno de los integrantes del grupo Orsai que compone junto a otros compañeros de equipo como De Marcos, Balenziaga, Dani García o Vesga. Villalibre es la voz del grupo, que ya ha sacado un single propio, que versionea canciones famosas de rock y que prepara otros temas en su tiempo de asueto.

Villalibre, un chico atípico y alejado de los estereotipos de los futbolistas de élite, la goza también jugando con los más pequeños en pachangas improvisadas en su localidad natal, Gernika, o haciendo las veces de portero con el Cadete del Basurto en una sesión de entrenamiento en el campo de Iparralde, en Bilbao. El Búfalo demuestra que le gusta ser portero y disfrutar de jugar ante los compañeros del equipo de su hermano, Santi, de 14 años, como hizo hace unas semanas como uno más, vestido informalmente y pasando desapercibido entre los niños que se ejercitaban sobre el sintético del campo del barrio bilbaíno.

Villalibre le pidió permiso al entrenador del Basurto Cadete en la capital vizcaína, que no puso ningún reparo. Una manera de continuar con sus vacaciones de tipo normal, sin ir a Ibiza como acostumbra el grueso de futbolistas de Primera División y, de paso, mantenerse en forma para la pretemporada que arranca en Lezama el día 7 de julio. Si alguna vez necesita Marcelino García Toral un portero de urgencia, ahí tiene a Villalibre, que ya se pudo en una ocasión bajo palos con el filial por expulsión de Hodei Oleaga.