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REAL MADRID | ENTREVISTA AS

Fabio Capello: "Sergio Ramos no estaba para exigir con 35 años"

Capello atiende a AS desde Milán, donde hace de comentarista en la Eurocopa. Se acaban de cumplir 14 años de la Liga del Clavo Ardiendo.

Fabio Capello: "Sergio Ramos no estaba para exigir con 35 años"
JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

Está en Milán, cerca de Lugano (Suiza), su lugar de residencia habitual. Fabio Capello (75 años) atiende a AS, asegura, después de una larga caminata de más de dos horas. Se mantiene en forma aunque ya ha dejado los banquillos. Ahora es comentarista en Sky. Ganó dos Ligas con el Madrid en dos temporadas diferentes. De la segunda, la del Clavo Ardiendo, muy recordada, se acaban de cumplir 14 años...

¿Le sorprendió que Zidane dejara al Madrid?

Sí, sí… Zidane ha hecho cosas increíbles en el Madrid. Lo ha ganado todo. Ha hecho jugar al equipo muy bien. Pero está claro que cuando no encuentras la confianza de la gente que trabaja contigo, del presidente… No gusta trabajar así. Yo hice lo mismo en el Milán, teniendo resultados no me encontré bien y dejé el banquillo y fue así como llegué al Madrid por primera vez.

¿Por qué es tan difícil ser entrenador del Madrid?

Lo es porque a veces los directivos creen saber más que el entrenador. Es gente a la que le gusta hablar de fútbol, le gusta decir que se puede hacer más, que le gustaría poner a este jugador porque es mejor que el otro… ¡La historia es siempre la misma! Yo digo siempre que, como entrenador, pongo en el campo el que pienso que es el mejor equipo para ganar partidos y títulos. Esta es la verdad absoluta de todos los entrenadores. Si ponemos a uno es porque está mejor que otro.

¿Le parece Ancelotti una buena elección?

Claro… Sabe mucho, conoce la casa, el idioma, habla tranquilo con los jugadores… Es un gran entrenador, tiene experiencia. Yo creo que después de un gran entrenador como Zidane es el mejor técnico que podía escoger el Madrid.

¿Lo cree?

Y más en este momento en el que está el Madrid. Necesita un entrenador con mucha personalidad y que sepa de fútbol, y Carlo reúne esas dos condiciones.

¿Necesita el Madrid una revolución?

Hombre, hoy en día el Madrid tiene el mediocampo más bonito de Europa. Y la media es el motor del equipo. Seguro que los tres (Modric, Kroos y Casemiro) no van a poder jugar todos los partidos a tope, necesitarán descansos, pero yo creo que el Madrid tiene buen equipo, sí.

¿Casemiro, Modric y Kroos son la mejor media de Europa?

Tienen calidad, experiencia… Estos son los buenos, seguro. Para ganar necesitas también defensa y más cosas, pero esto es lo principal. Yo vi jugar a Modric contra los ingleses el otro día y es otro nivel. Kroos también es otro nivel. Casemiro… No son chavales, eso es verdad, pero por un año pueden hacer cosas buenas, y por eso creo mucho en Ancelotti.

¿No le falta al Madrid algo de músculo?

Va a necesitar músculo y velocidad, que son dos cosas distintas. Pero hay que reunir esas dos cosas juntas.

¿Hacia dónde va el fútbol?

Mire, cada 20 años hay una gran revolución. La primera la hizo el Ajax de Rinus Michel, y era el fútbol total y dinámico. Después la hizo Arrigo Sacchi y yo con él, y hablaba de la ocupación de los espacios. Luego vino Guardiola… ¡Mire, el propio Guardiola ha cambiado ahora!

¿Lo ha hecho?

Ha cambiado el fútbol de toque por uno mucho más vertical, y esa ha sido realmente la última revolución en el fútbol. Pero esa velocidad, bajo mi punto de vista, se alcanza más por la calidad que por el músculo.

¿Y los Kanté, Pogba o Camavinga?

Mire el Chelsea que ganó la Champions, o el fútbol del Liverpool que tanto me ha gustado estos últimos años. ¡Velocidad, mucha velocidad, muy buena técnica! Pero también pensando mucho en la defensa. Para mí, la cosa más importante, mi idea del fútbol, es saber adaptarte a los jugadores que tienes. Si quieres jugar al toque y tienes futbolistas de velocidad, no puedes hacerlo. Y al contrario igual. Hay que encontrar el equilibrio perfecto entre tu idea y los jugadores que tienes en plantilla. Kovacs tuvo a Cruyff, Neeskens y demás en el Ajax; el Milán a Van Basten, Gullit, Rijkaard, Baresi, Maldini… El Barça a Xavi, Messi, Iniesta, Busquets…

Volvamos al Madrid. Tenía cerrado a Allegri, dijo que no y habló con Conte… ¿Tiene sentido?

Hombre, son dos entrenadores diferentes con una idea de fútbol distinta, pero los dos son ganadores. La mentira más grande es que existe sólo una idea de fútbol. Guardiola jugó toque, toque, toque… Y Klopp jugó a la velocidad y presión. ¡Y los dos ganaron! Y el que no entiende eso, no entiende nada.

Usted ganó dos ligas en dos temporadas… ¿Cuál era su secreto?

El tema es que los jugadores estén convencidos de que las cosas que les dices son por ayudarlos. Les hice entender que ellos me tenían que ayudar a mí y yo al club para ganar títulos. ¡Es la confianza en un entrenador! Es lo que le había pasado a Zidane. Cuando llegó después de que echaran a Benítez los jugadores confiaban en él. Y Benítez es un buen entrenador… pero no encontró la confianza de los jugadores.

¿Le dolió a usted que le tacharan de defensivo?

¡Es la mayor mentira del mundo! Empezaron a decirlo cuando gané el primer título con el Milán, todos los partidos fueron 1-0, 1-0, 1-0… Pero mire mi primer año en el Madrid. ¡Jugaba sólo con un mediocentro que era Redondo! Y junto a él Seedorf, que era mediapunta. Víctor en una banda, Raúl en otra y Mijatovic y Suker arriba. ¿Es eso ser defensivo?

Pero en la segunda etapa (2006-07), ¡Emerson-Diarra!

No teníamos facilidad para mover la pelota, no. Faltaba esa calidad, pero era lo que había. Y tuvimos problemas con algunos jugadores, como Ronaldo… Cuando lo vendimos, el equipo cambió.

Usted sentó a Ronaldo… ¿Aquello le reforzó delante del vestuario?

Ronaldo es el mejor jugador al que entrené en mi vida. Él y Van Basten. Con diferencia. Pero en ese momento era negativo para el equipo. Intenté ayudarle, y le dije lo que tenía que hacer… Mire, pesaba 96 kilos. Le pregunté: "¿Cuánto pesabas cuando ganaste el Mundial de Corea y Japón?". "84 kilos", me dijo. "¿Puedes bajar a 90, al menos?". Y no llegaba…

Ancelotti también tuvo personalidad para sentar a Bale y lo llamaron a un despacho.

Hay que tener personalidad y las ideas muy claras de dónde quieres ir.

¿Habría renovado usted a Ramos?

¿Cuántos años tiene?

Ramos tiene 35.

Ahí lo tiene… Había que hablar con él. La edad es un peso para todos. No sé si estaba para ser titular… Estoy hablando de un jugador que para mí ha sido muy importante. Y yo también le ayudé mucho. Cuando fiché en mi segunda etapa él acaba de llegar. Ha sido fundamental en los triunfos del equipo, cómo negarlo. Pero quizá con 35 años ya no es momento de exigir mucho…

¿En Italia se respeta más al mito?

No, no, no… Buffon se fue y regresó, y vuelve a irse. Pirlo se fue, Del Piero también… Los One Club Man en Italia han sido sólo Gigi Riva y Totti. Es que eso es muy complicado. A veces los jugadores no entienden que la curva, con la edad, se vuelve descendente. No sube eternamente. Hay una bajada física, otra mental…

¿Qué recuerdos tiene de la Liga del Clavo Ardiendo?

Sobre todo tengo dos recuerdos. El partido de Huelva ante el Recreativo. Ganábamos 2-0. Empataron con dos remates de cabeza faltando 10 minutos. Y en el último minuto, en una contra fantástica de Beckham y Roberto Carlos, ganamos el partido. Después, antes de ir a la rueda de prensa, pasé por delante del vestuario del Recreativo y estaban todos muertos (risas). ¡Estaban todos muertos! Se ve que necesitaban ganar, yo pienso que tenían un maletín, pero es igual…

Entiendo…

Y luego recuerdo el último partido contra el Mallorca. La primera parte jugamos de vergüenza. Y en el descanso, yo que normalmente hablo de pie, decidí sentarme al nivel de todos. "Roberto, hazme sitio. ¡Chavales, hemos hecho una cosa increíble, hemos recuperado muchos puntos al Barça! ¿Queremos regalar la Liga? Pues vamos a jugar como entrenamos. Sin presión. Con tranquilidad…". Y ganamos 3-1.

¿La charla funcionó?

¡Era un problema mental! Todos eran jugadores titulares con sus selecciones, pero estaban bloqueados. Y fue la intervención más dificultosa que he tenido en un vestuario. Podía haber gritado, hablar fuerte, regañar… Pero fui comprensivo y hablé tranquilo. Y muy pocas palabras. Así fue.