Rufete: "El Espanyol no tiene que cansarse nunca de ganar"
Desde el controvertido departamento de Identidad al proceso de fichajes. O las obras en la Dani Jarque. El director deportivo del Espanyol explica su modelo de club en AS.
"No podíamos perder el tiempo mientras estábamos en Segunda, había que actuar como el club de Primera que somos", manifiesta Francisco Joaquín Pérez Rufete (Benejúzar, 20-11-1976) sobre la remodelación de la Ciudad Deportiva Dani Jarque, con paredes de un azul marino que haría aplaudir a Pantone, operarios arriba y abajo rematando el nuevo auditorio y edificios rebautizados.
Como el 1900, que alberga el despacho del director deportivo, tras el que emerge un vinilo con el RCDE Stadium y la inscripción 'Som l'Espanyol, això es la nostra vida' (Somos el Espanyol, esto es nuestra vida). La frase que da la bienvenida al equipo por megafonía antes de cada partido. En Segunda y, a la vuelta del verano, en el lugar que le pertoca.
Es consciente Rufete de que está en boca de todo seguidor perico –ahora, por el descenso del Femenino–, y se aviene a defender y desarrollar, en una larga conversación con AS de la que ofrecemos el primer capítulo, a qué obedecen esos cambios y otros muchos, como la controvertida creación del departamento de Identidad, así como la utilidad de toda esa metodología en el retorno a Primera. Y cómo funciona la maquinaria para el mercado de fichajes que acaba de comenzar. "Este barco lo cogimos entre todos. hemos llegado a buen puerto, pero empieza una nueva travesía", sintetiza el director deportivo.
¿Cómo ha sido el año de Rufete?
Ha sido un año en el que había que ordenar muchas cosas, con la responsabilidad de devolver el club a Primera. Ha sido muy intenso, muy difícil y es cierto que en algún momento hemos tenido alguna situación de debilidad, pero yendo entre el primero o el tercero.
Pero el Femenino ha fallado, con el histórico descenso a Segunda de este pasado fin de semana...
El Femenino forma parte del modelo del área deportiva. Nuestro presupuesto respondía a que el equipo masculino estaba en Segunda, lo cual no es excusa, pero sí la realidad. A día de hoy, no hemos sido capaces de dar un plus para lograr el objetivo, hay que reconocerlo. Tenemos que aprender de lo que hemos hecho en el primer equipo para aplicarlo en el Femenino, saber muy bien lo que se necesita a nivel de presupuesto y estructura, para que no suceda lo de estos dos o tres últimos años. Bajar es desagradable, pero vamos a apoyar a la sección para volver a la máxima categoría poniendo todo lo necesario para que así suceda.
¿En qué ha evolucionado en este año el área deportiva?
La primera parte de esa evolución consistía en ver qué habíamos hecho mal, para corregirlo. Pero no solo la dirección deportiva. Lo más importante era reflexionar individualmente y aportarlo al colectivo. Se ha hecho muy bien, porque ha habido un sinfín de conversaciones internas, de entrenador, de jugadores… Ese análisis se ha hecho, la autocrítica era importantísima. Y a partir de conseguir el único objetivo del ascenso, desde dentro nos hemos puesto al día para competir con los demás, con cambios en la Ciudad Deportiva, generando un modelo que deje claro qué tipo de jugador y qué tipo de juego queremos, que nos haga tomar decisiones en base a los datos que vamos generando.
¿En qué consisten esos cambios en la Ciudad Deportiva?
La gente tiene que estar orgullosa de cómo va a quedar la Ciudad Deportiva. Entre el área deportiva, márketing y la gente de infraestructura del club hemos intentado dar un paso adelante. Sabemos los metros que tenemos, pero eso no significa que no estemos en la vanguardia de lo que pide la competitividad de la elite. Cada edificio llevará algo importante del club: estamos en el 1900, delante está el 21 en homenaje a nuestro Dani Jarque, otro se llamará 120… Parece que nos tengamos que ir a otro lugar, pero si siempre estás esperando a que llegue y no haces nada con lo que tienes, vas cayendo. Somos un club de fútbol de alto rendimiento y debemos competir.
¿En qué ha variado el proceso de captación?
Debemos tener un gran control del mercado y de jugadores potenciales. Creemos en un perfil, integramos los datos más adecuados y con el tiempo tendremos una foto muy clara del jugador que va a encajar en el club. Estamos en el inicio del proceso, pero ya en Primera, que es donde debe estar el club.
¿Eso es, en esencia, el llamado departamento de identidad? Ya sabrá que el nombre generó un gran revuelo…
Seguramente, lo explicamos mal nosotros. Estamos hablando de área de identidad deportiva, no de otra cosa. Mi idea al crear el departamento, ya que nosotros disponemos de una estructura pequeña, es abarcar numerosos servicios que en condiciones normales costarían mucho dinero: un bloque de análisis, de metodología, psicología, físico, de salud y de rendimiento. Identidad nos debe solucionar los problemas de toda la estructura, un 360. Y desde ahí generamos también todo el volumen de datos al alcance del entrenador y demás profesionales. Cuando entra un jugador, sea del primer equipo o de la cantera, queremos que desde el primer momento tenga un sentimiento de pertenencia.
¿Cuál es la gran novedad de este modelo?
No estamos inventando nada nuevo, lo que pretendemos es ordenar dentro del modelo que debe tener el Espanyol. Lo que nos dan los datos es nuestro punto de partida y hacia dónde queremos llegar. Paralelamente, el tema económico determinará si el camino lo recorres más rápidamente o más lento. Queremos saber el máximo de nuestros jugadores: evaluamos psicológicamente pero también la competición, los datos físicos… Hay futbolistas del Juvenil que te dan parámetros de primer equipo, como fue el caso de Jofre Carreras. Lo fundamental es que en la Ciudad Deportiva, en el club, todos tengamos un mismo lenguaje.
¿Ha cambiado la mentalidad, como tanto se ha dicho?
En el fútbol, las derrotas tienes que sentirlas para volver a ganar. Si solamente has perdido, es peligroso. Nosotros este año lo hemos sentido más, y eso es importante porque te lleva a querer ganar rápido. Nosotros no tenemos que cansarnos nunca de ganar. Y eso ha pasado esta temporada, salvo en algún momento de duda. No nos podemos acostumbrar a perder, cada derrota nos tiene que doler en el alma. Ese es un buen punto de partida para nuestra mentalidad. La ambición está muy bien, pero se debe traducir en algo palpable.
¿Y cuál es el proceso que se sigue para fichar?
El proceso ha empezado ahora. Lo primero es el análisis de la plantilla, tener muy claras las fortalezas y debilidades. Si no fuera por el tema económico, en no más de diez días tendríamos el encaje de plantilla; es lo que marca los movimientos en el mercado. Pero ahí es donde debes estar preparado para conseguir lo que tú aspiras o las oportunidades de mercado que puedan darse. En este caso, el entrenador, Domingo (Catoira, secretario técnico) y yo nos reunimos hace unos días. Durante el año hemos analizado el equipo, las fases de juego.
¿Y entonces?
A partir de ahí, el míster hace un visionado de todos los jugadores que son posibilidades dentro del margen económico, y que la secretaría técnica habrá visto unas diez veces. Nosotros vamos viendo sus datos cualitativos y cuantitativos. Aunque el director deportivo, yo, tiene la última palabra, cuando entre todos hemos decidido un jugador, entra el presidente para pelearlo. La negociación empieza con la parte deportiva y José María Durán acaba participando.
¿Cuántos jugadores tienen controlados?
Durante esta temporada se han analizado unos 2.500 futbolistas, pero confirmados que nos puedan valer dentro de unos parámetros hay unos 350-370. Son los que están en disposición de venir al Espanyol, a expensas del tema económico y la situación de cada jugador. Al final, quedan cinco o seis por posición. Algunos hace un mes eran inviables y ahora no, o al revés. Es fundamental saber la capacidad de rendimiento que tendrá un jugador y en qué momento está para nosotros.
¿El club, con saldo económico negativo ante LaLiga, está en disposición de arriesgar un fichaje como sucedió con Keidi Bare?
Todos conocemos los riesgos, y habrá momentos en que creo que sucederá, porque si no el mercado te va avanzando y vamos perdiendo oportunidades. Este año será muy importante el tiempo porque el mercado de este verano se va a ir encareciendo. No será una decisión mía, pero seguramente se dará.
¿Prevé, con la pandemia aún presente, un mercado más difícil que el de hace un año?
Para nosotros será un mercado intenso, porque estamos en Primera, porque queremos hacer las cosas muy bien y porque queremos ir avanzando en seguir construyendo el club que todos queremos, que nuestra gente esté contenta. Pero el Espanyol no vive en su propio mercado, vive en el mismo que los demás. Aun así, prefiero este mercado que el anterior, porque estamos en Primera y el reto es motivante, seguir manteniendo y cuidando lo que hemos conseguido.
¿Podría cuantificar los fichajes que se necesitarán?
Lo primero es felicitar a los jugadores y mostrar mi máximo respeto por el objetivo conseguido, que no era nada fácil. Hay que ser agradecido. Por eso, antes que nada hablaré internamente con los jugadores que no vayan a seguir. A partir de ahí, no hay ninguna duda de que tenemos que mejorar la plantilla. Vamos a definir muy bien las posiciones y ver de qué somos capaces como club. Trabajaremos duro para mejorarla.
¿Hasta dónde condiciona que nadie acabe contrato?
Condiciona mucho, es real que las salidas no son fáciles, pero no imposibles. Este barco lo cogimos entre todos, hemos llegado a buen puerto, nos hemos felicitado, pero ahora empieza una nueva travesía. Estamos intentando fortalecer el barco, que sea más bonito, y salir por el camino de Primera División. Si echamos la vista atrás, sabemos cuál es la tormenta en Primera cuando no arrancas bien, cuando tomas malas decisiones o no tan buenas… Conocemos la dificultad, pero cuando arranquemos tenemos que estar lo más cerca posible de lo que queremos conseguir.