CHAMPIONS

"Disfruto del fútbol defendiendo, uno de mis referentes es Puyol"

César Azpilicueta (Pamplona, 1989) puede convertirse en el primer capitán español en levantar la Champions con un equipo extranjero. El jugador del Chelsea atiende a AS.

Llega la final City-Chelsea… ¿Es el partido más especial de su carrera?
Claro que sí. Desde pequeño siempre soñaba con jugar la Champions y si además es la final, por supuesto que es una cita muy especial para cualquiera. Es un premio. Ganar este título es uno de los mayores logros que uno puede conseguir a nivel colectivo e individual. Llegué al Chelsea en 2012, justo después de que fuera campeón de Europa, y siempre he imaginado poder repetir esa hazaña. Nos quedamos a las puertas en 2014, y ahora nos hemos ganado esta oportunidad. Y tenemos la opción de ganarla.

¿Se ve levantando la Orejona? Es usted el capitán del Chelsea.
Ojalá, siempre sueñas con ese tipo de momentos. Sería lo máximo. Va a ser un partido difícil, realmente complicado. Pero confiamos en nosotros mismos. Sabemos que debemos hacer el partido perfecto e intentaremos usar nuestras armas, que las tenemos.

¿El futbolista se prepara para una celebración?
Eso no se planifica. Lo viví con otros trofeos. Las emociones salen a relucir, lo importante es la concentración en el partido y no pensar en lo posterior.

Empezó jugando en el San Cernin de Pamplona… ¿Echa la vista atrás de vez en cuando?
Es difícil pararse, no hay casi tiempo para mirar atrás. Pero si lo piensas dices... ¡Buah! De dónde venimos y dónde estamos. Es una trayectoria larga. He tenido que sudar cada segundo de mi carrera y cuando llegas aquí el fútbol de alto nivel te exige el máximo. Ahora estamos ante una final de Champions. Estas oportunidades no suelen pasar con mucha frecuencia, por eso hay que aprovecharlas.

Usted era extremo.
¡Era delantero! Con Osasuna debute en el primer equipo como extremo derecho y a partir de ahí llegó la reconversión a casi todos los puestos del campo (risas).

¿Era el mejor de su equipo?
En absoluto. Recuerdo que con 12 años me quedé fuera de la selección de Navarra para el torneo interterritorial de comunidades autónomas. No me seleccionaron. Luego, cuando estábamos en cadetes en Osasuna, empezaron las convocatorias para la Selección Española y yo no iba. Nunca fui de los primeros de mi generación.

Ahora esos chicos que destacaban le mirarán a usted alucinados.
No lo sé… Siempre había gente que llamaba la atención más que yo. Pero fui paso a paso. Lo importante es saber lo que tú puedes ofrecer, sin importar lo que pasa a tu alrededor con los demás. No tienes por qué ser el mejor. Cada uno lleva su trayectoria. Al final para mí el trabajo duro ha dado sus frutos.

¿El paso al lateral fue clave?
Fue importante, sí. Y eso que cuando empecé a jugar de lateral tampoco es que lo hiciese de manera espectacular (risas). Fue Cuco Ziganda el que me puso, mantuvo su idea de confiar en mí ahí y poco a poco fui mejorando. Sobre todo a raíz de la lesión que sufrí mi cuerpo cambió. Cogí un poco más de masa y ese cambio natural de mi cuerpo me hizo adaptarme mejor al fútbol europeo más físico, primero en Francia y luego en la Premier.

¿Cuándo forja ese carácter ultracompetitivo que tiene?
La lesión supuso un punto de inflexión. Hasta entonces todo iba rodado. Era titular en Osasuna, fijo con la Sub-21, me había fichado el Marsella como uno de los fichajes más caros… Parecía que todo en el fútbol era fácil. Cuando llegué a Marsella sufrí las consecuencias de moverte a un club más grande y con expectativas. Tenga en cuenta que era el español por el que habían pagado 6 millones de euros. Me costó mucho dar mi mejor nivel al principio. Ahí aprendes lo que es la exigencia de estar en un club en el que tienes que ganar todos los días. En Osasuna, por nuestras limitaciones, eso yo nunca lo había vivido. Un club grande te exige cada día más, la afición mete mucha presión… y en esas me llegó la lesión.

¿Y qué pensó?
Me hizo ver las cosas de manera completamente diferente. Aprendí a valorar todo, cada segundo en el que podía andar, ir a entrenar, trabajar más duro si cabe… Antes de aquello siempre jugaba, todo iba bien, pero en ese momento te ves en una situación muy diferente. Recuerdo que tenía el objetivo de llegar a la Euro Sub-21. Trabajé a sol y sombra y lo conseguí.

Luego llegó la oferta del Chelsea…
Sí, fue casi al final del mercado. Cuando llegué al primer entrenamiento me encontré de lleno con aquel vestuario. Es cierto que estaba Mata, con el que había hablado, pero me sentaba y tenía a mi lado a Terry, Lampard, Cech, Ashley Cole, Fernando Torres, que era un ídolo para mí desde pequeño… Supe que cuando saltara a entrenar tenía que dar el máximo. Los compañeros me ayudaron mucho a adaptarme.

¿A quién tuvo que quitarles el puesto?
Estaban de laterales derechos Ivanovic y Ferreira. Al principio costó, luego con la llegada de Rafa Benítez sí tuve más oportunidades.

Lleva mucho tiempo en Londres, será ya un londinense más.
No se crea. Vivo a las afueras, cerca de la ciudad deportiva. Voy a Londres, pero no mucho. Para movernos es más sencillo donde yo estoy porque tengo el centro de entrenamiento a 5 minutos. Así evito los atascos (risas).

No es usted el perfil de futbolista con un coche deportivo de última gama, ¿me equivoco?
No, no… Tengo un coche bueno, pero no es como otros que se ven por ahí (risas). Lógicamente tengo mis caprichos y trato de disfrutarlos, pero los coches no son algo que me vuelvan loco y tampoco los uso mucho porque voy del colegio a la ciudad deportiva y de ahí a casa.

¿Y tatuajes tiene?
No.

¿Se puede, por lo tanto, ser un buen defensa saliéndose de esa etiqueta de tipo duro?
Cada uno es como es. Depende de su personalidad. Hay gente que tiene ese perfil y es respetable, pero en mi caso yo estoy cómodo así y es mi manera de ser.


¿Esperaba superar los 400 partidos con el Chelsea?

No, imposible. Siempre imaginas poder ser importante en el club, pero no llegué con el cartel de titular. He convivido con muchos entrenadores, he jugado en muchos puestos. Esas cifras son buenas, pero siempre quiero más. Soy así. No me paro a pensar en lo que he hecho, sino en lo que puedo hacer.

Recuerda un poco su caso al de Puyol, créame.
(Suspira) Uff, Puyol es un referente. Tuve la suerte de debutar en su partido 100 y su último con la Selección. Siempre lo miraba como un ídolo por esa garra, por ese espíritu… Yo, como he jugado en muchos puestos, siempre me he fijado en muchos jugadores. He intentado aprender de todos ellos.

¿Prefiere ser lateral o central?
Ambas cosas. He jugado en defensa de tres, de cuatro, de carrilero, de central, de lateral derecho, izquierdo… Siempre veo que puedo ser útil en diferentes posiciones y, dependiendo del sistema o de los jugadores, los técnicos creen que puedo aportar más en un sitio u otro. Yo encantado.

¿Es más fácil defender que atacar?
Los delanteros le dirán que sí y nosotros que no. Atacar y tener esa habilidad es lo que genera espectáculo y lo que la gente quiere ver. Pero para mí defender también es una forma de entender el fútbol y de disfrutarlo. Como defensa yo disfruto defendiendo.

¿Qué me dice Tuchel?
Fue importante su llegada. Desde donde estábamos antes a donde estamos ahora ha habido una gran progresión. Hemos conseguido el objetivo de meternos en Champions, tuvimos la mala suerte de perder la final de la FA Cup y ahora está la final de Oporto. Hemos tenido equipos poderosos enfrente como Atlético, Oporto y Madrid… Clasificarnos para una final de la Champions es complicado. Sólo ha pasado tres veces en la historia del club. Ha sido un mérito importante de todos y, por supuesto, del entrenador.

Sus cambios fueron clave: tres defensas, recuperar a gente como Jorginho, como usted…
No había mucho tiempo para probar. Jugábamos cada tres días, pero él tenía las ideas muy claras y los resultados fueron acompañando. Los jugadores fuimos teniendo más confianza y fuimos creciendo. Como equipo mejoramos. A nivel individual he contado con su confianza y estoy muy contento por ello.

¿Con Lampard qué pasó?
Los resultados no fueron como queríamos. A principios de diciembre estábamos bien, habíamos ganado 0-4 al Sevilla, 3-1 al Leeds, éramos líderes… A partir de ahí no supimos mantener ese nivel. Tuvimos un bajón de juego y resultados hasta que llegamos a la situación de que el club decidió que lo mejor era cambiar de técnico.

Tienen una gran plantilla, esa es la realidad.
Sí, tenemos una mezcla de jugadores veteranos con jóvenes, muchos de ellos en su primera experiencia en la Premier, algunos que juegan la Champions por primera vez o es su segundo año. Cada uno desde nuestra posición ayudamos y aportamos. Es un vestuario unido y con ganas de terminar de la mejor manera esta temporada con esta final.

¿Y Kanté? ¿Corre tanto en los entrenamientos como en el campo?
(Risas) Es espectacular. Gana todas las pruebas de resistencia. ¡Es imbatible!

Les espera el City, sin duda un buen equipo.
Está claro. Lleva junto muchos años, tiene grandísimos jugadores, con un sistema definido… Poco voy a descubrir yo del City. Nos hemos enfrentado a ellos varias veces y sabemos que tenemos que hacer un partido perfecto para ganar. Pero tenemos nuestras armas y es una final. Vamos a dar el máximo por ganarla.

Además, con Rúben Días han dado con la clave en defensa.
Tienen jugadores en todas las posiciones que marcan la diferencia. Durante años han ido construyendo la plantilla. Son jugadores con experiencia y que saben lo que es la Champions. Siempre quieren firmar jugadores en todos los puestos de máximo nivel y por eso trajeron a Días.

A usted le ha llegado el premio de la Eurocopa, además.
Sí, estoy muy contento. No iba desde noviembre de 2018. Siempre he trabajado al máximo en mi club para ponérselo difícil al seleccionador. Hasta esa fecha había tenido la suerte de estar en muchos Mundiales y Eurocopas. Luego me había tocado vivirlo desde el otro lado, trabajando y respetando las decisiones del seleccionador. No podía hacer otra cosa más que animar al equipo por televisión. Es un momento muy feliz poder estar de vuelta.

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