Linares Deportivo: después del libro viene la película
El recién ascendido se ha colado por sorpresa como líder al Playoff. Alberto González, su técnico, es un estudioso del fútbol y ha escrito un libro del contragolpe.
Se llama Alberto. Alberto González Fernández, para ser más exacto. Tiene 41 años y nació en una pequeña localidad malagueña: Tolox. Estos datos, a priori intrascendentes, hablan de un hombre que empezó desde abajo y que se ha hecho gigante desde la pizarra. Alberto tiene hasta perfil de LinkedIn, algo inusual en técnicos del máximo nivel. Cogió el banquillo del Linares el pasado verano. Tenía una tarea difícil: superar a Juan Arsenal que logró el ascenso a Segunda División B desde Tercera. Claro que se le puso el reto de salvar la categoría y, quién sabe, si poder acercarse a la Primera RFEF. Pues resulta que se las ingenió para certificar la tercera categoría del fútbol español y ahora podría lograr una gesta histórica: subir a LaLiga SmartBank. En la etapa de Linares Deportivo (desde 2009) es algo que nunca se ha logrado. Son palabras mayores.
Pero, ¿qué tiene que ver el entrenador en todo esto? Desde luego, su manera de manejar un vestuario y sus conocimientos del juego son siempre decisivos. Pero Alberto González tiene detrás una historia que explica con precisión, nunca mejor dicho, qué tiene de especial para lograr lo que ha logrado en su primera temporada al frente del Linares Deportivo. ¿Les suena "Fútbol. Dinámica del juego desde la perspectiva de las transiciones"? Quizás no, pero si no regalaron una lectura a sus seres queridos por el día de Sant Jordi están a tiempo de arreglarlo. Es el libro del entrenador, que va ya por la segunda edición y que explica de forma certera el contragolpe como estilo idóneo para aupar a un equipo como campeón.
En el libro, Alberto ahonda al detalle en la teoría del contragolpe. Estudia desde el momento del robo, hasta las posiciones idóneas para achicar aguas tras pérdida de alarma. Su perspectiva es total: desde un lado y desde el otro. Es decir, estudia las transiciones defensa-ataque y también las ataque-defensa. Su libro está dirigido a entrenadores e incluye ejercicios de entrenamiento para perfeccionar la técnica. Sus jugadores, por supuesto, tienen una lectura en directo en cada sesión. A buen seguro se habrán leído también el ejemplar para llevar una marcha más ante las órdenes de su técnico.
¿Ha funcionado al máximo nivel? Lo cierto es que sí. La pasada temporada entrenó a Real Jaén y San Fernando. En el conjunto jienense logró un récord histórico, impulsado también por el nuevo formato de la Copa del Rey. Por primera vez en la competición, un equipo de cuarta categoría logró ganar a uno de primera. El Jaén se impuso por tres goles a uno ante el Deportivo Alavés. No fue casualidad. Los tres goles de los locales llegaron con transiciones brillantes. En el primer tanto, el equipo de Primera estaba más replegado, pero se aprovechó un mínimo espacio para abrir un balón a la izquierda y definir de disparo ajustado. Los dos siguientes llegaron una vez estaba volcado el coloso. Sorprendieron los contraataques ejecutados. Pases rápidos, aprovechamiento total del espacio y velocidad de ejecución pese a la presión y la dificultad del rival. El libro lo explica mejor.
En San Fernando, meses después, no logró dar con la tecla y cuando el equipo iba creciendo en sensaciones la pandemia lo frenó en seco. La sexta plaza no fue suficiente para ganarse la renovación y llegó la llamada del Linares. 33 puntos en 18 jornadas de primera fase fue el aval para dar el paso a la Primera RFEF. Y en la segunda fase ha terminado de explotar. Cinco victorias y un empate son registros sensacionales que bien valen una primera plaza y el posible ascenso con dos tablas a 120 minutos. Primero, debe superar al Amorebieta. Si lo consigue, llegará un nuevo cruce con un destino en Segunda. Algo impensable hace unos años y totalmente inesperado cuando todavía combatía en el barro de Tercera División.
La resiliencia del Linares
Alberto González no es solo un erudito de la táctica. Desde luego, ha convencido a sus jugadores de ir todos a una y lograr resultados inverosímiles. Uno de los episodios más comentados de la temporada fue el de José Cruz. Un día después del fallecimiento de su padre y unas horas después del entierro, quiso jugar con sus compañeros un partido decisivo en la fase de ascenso. El Linares ganó al Algeciras y Chendo Alarcón, autor del gol, se lo dedicó a su emocionado compañero. Tras el partido, rompió a llorar por el cúmulo de sensaciones y todos acudieron a apoyarle. El vestuario es una piña y, como siempre, en ello también tiene mano el entrenador.
Ese no fue el único episodio difícil en la temporada. En abril, pasaron unos días confinados por un brote de coronavirus y, pese a que pidieron aplazar los partidos, no lo lograron. La respuesta fue tajante: dos victorias consecutivas y lanzados a por el Playoff que finalmente consiguieron. Una demostración de fuerza y es que, aunque los jugadores no se pudieran ejercitar de la manera adecuada, los automatismos no se olvidan.
¿Cómo juega el Linares?
Si el Linares fuera el ejemplo del libro publicado de Alberto González, sería un equipo fiable, de rápidas transiciones y de gran inteligencia táctica. En definitiva, una plantilla responde a una serie de características y no siempre la idea del entrenador se puede llevar a cabo. No obstante, en este caso no es así. El Linares es un equipo muy incómodo, de los que presionan arriba y no dejan al rival ni un metro de oxígeno. Su estilo no es el de tocar la pelota, pero tampoco renuncia a ello si la ocasión lo requiere.
Es un equipo veterano, con Hugo Díaz y Razak como columnas vertebrales adelante y atrás. El delantero suma nueve goles en lo que va de temporada. El guardameta, muchas más paradas día a día. Marc Mas y Chendo, que superan la treintena como sus otros dos compañeros, también son obreros del gol. Toni García no suma tanta cifra, pero tiene una zurda prodigiosa y es un extremo muy habilidoso. Fran Carnicer, desde la medular, dirige y es un seguro de vida en el balón parado. Un núcleo de talento y, sobre todo, trabajo, dirigidos por un estudioso del deporte rey. Después del libro hacen la película, dicen. Las páginas sobre el papel ya están escritas y el vídeo ya se lleva emitiendo toda la temporada en Footters. El clímax se vivirá en Extremadura.