ITALIA

De un campo de refugiados libio a debutar en la Serie A

La historia del debutante de la Roma Ebrima Darboe conmueve a Italia. Con 14 años recorrió una odisea desde su Gambia natal que, por suerte, ha tenido un final feliz.

As Roma

La Roma no pasa por su mejor momento. El equipo capitalino acaba de anunciar que Paulo Fonseca, su técnico, cesará en su cargo al final de la temporada. El equipo ha vivido en un columpio continuo, arriba y abajo, esta temporada. Ha vivido momentos muy buenos, incluso estuvo inmerso en la carrera por el título, pero entre problemas internos, lesiones y malos resultados, se ha ido apagando y ahora se ha quedado en tierra de nadie.

La derrota en el último partido ante la Sampdoria dejó de nuevo pocas cosas positivas, pero al menos sirvió para que aflorara una historia humana de esas que últimamente se están sucediendo en la Serie A, donde aparecen jugadores muy jóvenes procedentes de países muy modestos y detrás de los cuales hay historias que conmueven. Como la de Ebrima Darboe (6-6-2001, Bakoteh, Gambia). El joven gambiano de 19 años debutó en la máxima categoría del fútbol italiano entrando en el campo de Marassi justamente por Gonzalo Villar. El partido no tuvo un final feliz para la Roma, pero en lo particular sí que lo tuvo para un chico que hace no mucho tiempo vivía en un campo de refugiados libio y que tiene tras de sí una odisea que recuerda a las peripecias de Adu en la cinta dirigida por Salvador Calvo.

Darboe se marchó de Gambia solo con 14 años buscando una vida mejor para intentar ayudar a su familia. Ni por asomo el fútbol estaba entre sus ambiciones. Su destino era Libia, antigua colonia italiana, como primera parada para viajar a Europa. En Gambia se montó en un autobús despidiéndose de sus padres y hermanos para una odisea de 3500 kilómetros. Como es de imaginar, las dificultades se suceden y al llegar a Libia, el joven acabó en un campo de refugiados gestionado, según señalan los medios italianos, por una mafia, una organización que traficaba con personas. Darboe consiguió escapar para subirse a un barco en dirección a Sicilia, donde afortunadamente fue acogido por el sistema de protección de ayuda al refugiado.

Ebrima Darboe.BeSoccer

Llegó a Italia pesando 50 kilos.

El viaje había dejado secuelas que afortunadamente encontraron en los servicios sociales su solución. Famélico, se cuenta que el chico llegó apenas pesando 50 kilos, a duras penas llenaba su 1,76m de estatura. De Sicilia pasó a Rieti, donde pudo comenzar a jugar al fútbol y es donde lo capta un ojeador de la Roma para firmarlo en 2018. Ahora, ha crecido bajo la tutela de Alberto de Rossi, el gran padre de todos los chicos romanistas, además del de Daniele. Su rendimiento en el equipo Primavera habían llamado ya la anteción de Paulo Fonseca y las bajas en la medular de Fonseca han facilitado el resto. Un pequepo empujoncito para que la dramática historia tuviera el mejor de los finales, que no el habitual. Darboe remite gran parte de los 50.000 euros de su salario a su familia en Gambia, según cuenta Fanpage, y ha cumplido su promesa. Fueron ocho minutos los que jugó en Génova para coronar un viaje increíble.

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