ATHLETIC 2 - REAL VALLADOLID 2

Aprobados y suspensos del Pucela: El empate, de los jugones

El Real Valladolid desperdició una hora de juego y mejoró cuando Sergio González se decidió a poner a los buenos.

Valladolid
AFP7 vía Europa Press

De nuevo, el empate fue el mal menor para el Real Valladolid. La enésima igualada de la era Sergio González llegó después de que el equipo cuajara una pésima primera hora y consiguiera levantarla con un último tercio de encuentro mejor, que pasó por algo aparentemente sencillo, como era alinear a los futbolistas con mayor capacidad para dominar el cuero y llevarlo a la portería de un Athletic que jugó con el freno de mano echado.

Masip: No pudo evitar el primer gol de Morcillo, pero sí un segundo en un rechazo a la salida de un córner. Sacó una buena mano a Villalibre cerca de la hora de encuentro. A continuación, hizo otra gran parada a Íñigo Martínez.

Janko: Más contenido que en otras ocasiones en ataque, quizás, demasiado intermintente, por lo menos en los peores momentos del equipo. Morcillo, su par, se adentró bastante y con peligro. No pudo con Balenziaga.

Joaquín: Pasó algún apuro a campo abierto, antes y después de la salida de Williams, aunque sobre todo en las dos arrancadas en las que se tuvo que medir a este. Dio menos sensación de sobrieadd que en otros días.

El Yamiq: No acabó de despejar hasta por dos veces en la acción que termina con el 1-0. No pudo con 'El Búfalo', más ágil que él. Raúl García le cogió la espalda en la jugada del segundo. Le faltó contundencia y estuvo lejos de ser su mejor partido.

Nacho: Pasó infinidad de apuros ante las superioridades generadas por el Athletic por su costado, provocadas por las caídas de Villalibre a su zona. Le tocó lidiar al final con el debut de Nico Williams, quien no le terminó de retratar.

Óscar Plano: Durante el primer tiempo, apareció un poquito más cuando el equipo mejoró. En la segunda, disparó a las manos de Unai Simón en la mejor jugada de los primeros 50 minutos. Como acostumbra, apareció más y mejor por dentro.

San Emeterio: Fue el más retratado por la apuesta inicial de Sergio, al verse incapaz de dominar el centro del campo. No solo eso, sino que tampoco le alcanzó en defensa, donde se vio superado. Terminó sustituido.

Alcaraz: Repitió titularidad, pese a los cambios, y la buena primera mitad que hizo contra el Cádiz pareció un espejismo en San Mamés, donde no fue ni cemento ni metrónomo. Míchel le mejoró bastante con balón.

Orellana: Su pobre bagaje en la primera mitad se resumió a una falta lateral botada en corto y que acabó en córner. Buscó asociarse con Óscar Plano en la segunda y marcó de cabeza tras ganarle la posición a Raúl García.

Weissman: Le anularon un gol cerca del descanso en una segunda jugada que le cayó dentro del área. Intentó fabricárselas, al menos, mostrando más arrojo que otros compañeros. Marcó el 2-2 adelantándose a los centrales.

Marcos André: Apenas se le vio en un primer tiempo, como poco, plano, en el que trató de llegar peligro cayendo a banda o, sobre todo, con arrancadas alejadas del Marcos André previo a la lesión. Buscó la escuadra a los 55 minutos después de escurrirse entre la zaga.

Míchel: Falló algún pase nada más salir, aunque le puso voluntad y criterio. Se animó con un disparo desde la frontal que no sirvió de mucho. Ayudó al equipo a instalarse en esta.

Roque Mesa: Formó una buena sociedad con Míchel, bregando para robar balones y poniendo criterio cuando el cuero era suyo.

Kiko Olivas: Fue el alma en los últimos minutos. Aportó temple y salida de balón.

Pablo Hervías: Volvió a ser revulsivo en la banda derecha, hacia la que se volcó el juego con su entrada. Un tanto precipitado en alguna acción, como en el contragolpe que finalizó teniendo a dos compañeros cerca.

Sergi Guardiola: No pudo encontrar el camino hacia el gol, aunque al menos lo buscó.

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