Los fogonazos de Lara ya le han dado 9 puntos al Depor
El atacante cedido por el Sevilla fue clave ante el Marino al forzar el penalti del triunfo. Sus dos goles dieron otras dos victorias (Coruxo y Guijuelo) por la mínima.
El Deportivo llegaba al partido ante el Marino de Luanco en una racha positiva tras enlazar tres victorias consecutivas en las que Rubén de la Barrera al fin había encontrado su bloque. En el triunfo ante el Zamora Uche Agbo vio su quinta amarilla, lo que obligaba al técnico coruñés a realizar una variación en su once. Durante la semana llegó la noticia del alta médica de Borges y Borja Galán ya había sido titular en lugar del tico ante el Pontevedra. Sin embargo, De la Barrera eligió a Alonso Lara, que no era titular desde la derrota de los blanquiazules en A Malata ante el Racing de Ferrol (1-0).
La apuesta le salió perfecta, ya que el atacante andaluz, aunque tuvo un partido muy gris, fue decisivo en la sufrida victoria del Deportivo ante el Marino de Luanco (1-0). En el minuto 59 Lara desbordó por banda a Morilla y el defensa asturiano le hizo penalti. Miku fue el encargado de transformarlo para darle los tres puntos a los coruñeses. El jugador cedido por el Sevilla ya había provocado una jugada casi calcada la semana anterior ante el Zamora, solo que aquel penalti, trasformado por Borja Galán, llegó en el último minuto cuando el Deportivo ya ganaba 1-0.
Un tercio de las victorias
La trascendencia de Lara no es nueva y pude presumir de ser protagonista directo en otras dos victorias del Deportivo, también en Riazor, que dieron seis puntos más. Fueron ante Coruxo y Guijuelo, ambas por la mínima (1-0) y las dos con tantos del sevillano. A pesar de faltarle regularidad, el impacto de los fogonazos del sevillano es total, ya que han dado al Depor tres victorias de las nueve que llevan los blanquiazules en toda la temporada. Los dos tantos le sirven además para situarse entre los mejores goleares del equipo. Miku es el pichichi herculino con cuatro tantos, seguido por Keko, Borja Galán y Diego Rolán con dos, los mismos que el extremo andaluz.