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LEGANÉS

Avilés, revolución intermitente

Las lesiones están impidiendo tener continuidad a este extremo canterano. Ante el Oviedo sus aires eléctricos podrían haber tenido protagonismo. Garitano lo esgrime como revulsivo.

Avilés, revolución intermitente
JUAN AGUADODIARIO AS

Hay algo magnético para el espectador en Javier Avilés. Quizá sea su arrancada, potente excepción en estos tiempos de táctica férrea y ataques en estático. También ayuda su regate tras cambio de ritmo o su facilidad para ponerla desde la banda, con la que ya suma dos asistencias. Su estética es otro factor atrayente. Con el pantalón siempre metido por dentro, esas hechuras noventeras le confieren un aire moderno. Futbolera paradoja. El caso es que ese magnetismo hace tiempo que no lo disfruta con regularidad el hincha del Leganés. Tampoco su equipo, necesitado de futbolistas revolucionarios como este joven canterano al que las lesiones no le dejan ganarse el hueco que tanto ansía.

La última le impidió estar este domingo en el Tartiere y apunta a que tampoco llegará contra el Fuenlabrada. Una ausencia que, sin ser clave, sí supuso en Asturias un inconveniente para Asier Garitano, que tiene en este chaval el único extremo puro a pierna natural más allá de Róber Ibáñez. Arnáiz y Bua juegan a pierna cambiada y el resto de los hombres de banda (Sabin, Brandon, Eraso, Palencia…) no son extremos puros. De hecho, el propio entrenador de Bergara explicó su cambio de sistema (a defensa de tres centrales) por las ausencias en las bandas. Entre ellas, la de Avilés.

Cierto es que, con el de Bergara, sólo ha jugado un partido de titular. Fue en Girona, donde al chico (como al resto del Leganés) le tocó defender más que atacar. Con ese panorama, lució poco y Garitano lo volvió a guardar en el banco para los siguientes, donde lo desempolva siempre que las cosas se ponen feas. Frente a Tenerife, Cartagena y Castellón salió desde el banquillo para tratar de ayudar en el balance ofensivo de un equipo que, precisamente en esas últimas jornadas, se mostró escaso de sorpresa y electricidad. Las virtudes que figuran en su ADN.

Un 37% de partidos fuera por lesión

Quizá por eso, de haber estado en condiciones, podría haber tenido un rol relevante en Oviedo. No fue así. Y no es la primera vez. Las lesiones lo están castigando en exceso. Ya ha sufrido varias pequeñas dolencias que lo han dejado fuera de varias convocatorias, aunque la ausencia más larga la sufrió en otoño, cuando se perdió todo noviembre y diciembre. Cayó ante el Sabadell (29 de octubre) y no reapareció hasta Fuenlabrada (2 de enero, convocado, pero sin jugar), en total, once partidos de baja que representan el 37% de la competición. Una faena que le impide consolidarse como un habitual.

Tampoco le ayudan sus virtudes, que dibuja en él un recurso extraordinario para revolucionar partidos más que para dominarlos desde el inicio. Así lo entendió Martí y así lo entiende un Garitano que sólo lo ha esgrimido para cambiar duelos complicados. En total, Avilés acumula 544 minutos entre Liga (441) y Copa (103).

Y todo en un curso en el que Avilés es noticia desde el inicio de temporada. Sus buenas formas en el tramo final del curso pasado, en Primera, le valieron ganarse un contrato con el primer equipo. Aquello supuso una novedad notable porque hacía mucho que un canterano no figuraba como miembro de pleno derecho entre los mayores. El último fue Postigo (ahora en el Levante), en la 14-15, aunque después de repescarlo del Getafe B. En realidad, la última hornada promocionada desde el Lega B llegó en la 2009-2010. Avilés supuso una ilusionante excepción a la que las lesiones no le están dejando tener la continuidad que a él y al Leganés, le gustaría.