Zidane avala a Camavinga

Respetuoso y parco en palabras como suele ser habitual en él cuando se trata de hacer un comentario sobre un jugador de otro equipo, Zinedine Zidane habló de uno de los jóvenes que más suenan para el futuro del Real Madrid: Eduardo Camavinga. "Es un buen jugador, es joven y tiene futuro. Pero no voy a decir nada más, no es un jugador nuestro", dijo el entrenador francés en la rueda de prensa previa al partido contra el Elche.

Camavinga, de 18 años, es uno de los jugadores que el Madrid tiene bajo el radar para acometer el próximo relevo generacional en el vestuario blanco. Había una ventana abierta a su llegada el pasado verano, pero la crisis económica que arreció con la pandemia y la clasificación del Rennes, su equipo de toda la vida, para la Champions, alejaron al club y al jugador.

Ahora el panorama el panorama es bien distinto, por lo que respecta al vínculo del futbolista con el Rennes. Recientemente fue destituido Julien Stéphan, el entrenador que le hizo debutar en el primer equipo con 16 años y que con el que también coincidió en las categorías inferiores del club bretón. A ello se une que volver a la Champions parece imposible para un Rennes que está, a falta de diez jornadas en la Ligue 1, a 21 puntos del Lyon, el equipo que marca los puestos Champions.

Sabedores del revés que la no clasificación para Europa supone para los intereses del Rennes de mantener a Camavinga, otros grandes del continente acechan. Chelsea y Manchester United también siguen al jugador y dibujan para el Madrid un panorama que el club blanco ya vivió en el verano de 2017 con Mbappé: ahora o quién sabe cuándo.

Pese a su juventud, poder lucir en el gran escenario de la Champions es casi una obligación para un jugador que ha batido récords de precocidad con la selección de Francia. A principios de esta temporada se convirtió en el futbolista más joven en debutar con Les Bleus en los últimos cien años y en octubre, con su tanto a Ucrania, se convirtió en el segundo jugador más joven en marcar un gol con el equipo nacional francés.

Los clubes no han sido los únicos actores del mercado atentos a su rendimiento y a su emergente condición de estrella. El pasado mes de diciembre puso su futuro en manos de Jonathan Barnett, el agente de Bale, uno de los representantes con más influencia en el mundo del fútbol y que mantiene estrechas relaciones con el Madrid. Y ahora, también cuenta con el aval de Zinedine Zidane.