"La pandemia nos ha robado el partido del siglo"

Caminar por Bérgamo, el epicentro de la "bomba biológica" como definió el alcalde de la ciudad al Atalanta-Valencia de marzo de 2020 en pleno inicio de la pandemia de la Covid-19, es desolador desde el punto de vista calcistico. "En otros tiempos, habría ambiente de día grande". Lo dice detrás de una mascarilla de La Dea uno de los empleados de la Atalanta Store, en pleno Viale Papa Giovanni XXIII, arteria que va a dar la histórica Città Alta. En la tienda del club bergamasco, donde una pantalla de cinco metros de largo anuncia el partido del Real Madrid, sólo dos clientes. "Es normal, por desgracia en Bérgamo vivimos una situación límite", continúa Mario, el dependiente de un lugar sin tifosi a la vista.

Los únicos colores negros y azules, los nerazzurri de la Atalanta, se ven en las mascarillas. "Tener al Madrid aquí es un hecho histórico y somos un club con 112 años de vida", comienza el veterano Luigi. Junto a un amigo y sus dos perros, estos dos jubilados bergamascos pasean por los alrededores del Gewiss Stadium sabiendo que lo suceda hoy allí tendrán que verlo por la tele. "Yo nací en 1953 y desde 1953 soy tifoso del Atalanta", dice tocándose el pecho. Y señala un punto cercano. "Vivo a cincuenta metros del estadio y no voy a poder entrar, somos una ciudad pequeña pero orgullosa y la pandemia nos ha robado el partido del siglo".

El vetusto estadio Atleti Azzurri d'Italia, ahora Gewiss por asuntos de esponsorización, sólo tiene esos dos aficionados a la hora del pomeriggio. Ni rastro de los ultras (Ultras 1907) de la Curva Nord más allá de las pintadas perennes con spray con lemas como '¿CR7? No grazie' y los más variados insultos a los enemigos tradicionales de la hinchada bergamasca, que van del Brescia al Torino pasando por el Lazio y los dos casi vecinos, Milan e Inter. 'Solo Atalanta', se puede leer en una de las más grandes. La razón de ser de una ciudad que tiene por bandera será la provincia de menos población (122.000 habitantes) con más años en la Serie A, sesenta. Al menos, los bergamascos esperan que los más radicales no ofrezcan imágenes como las que dieron los ultras del Lazio el pasado martes horas antes de recibir al Bayern. "Varios cientos fueron a escoltar el autobús del equipo y muchos iban sin mascarillas ni guardar distancia social, eso no puede pasar aquí", dice un repartidor que está entregando material de última hora en el estadio.

Bérgamo no vivió el Atalanta-Valencia del año pasado, se jugó en San Siro, pero tiene la misma fe ahora que la apuesta es más alta. "El centro del campo del Madrid es fortísimo, con Kroos, Modric, Casemiro...", analiza Luigi, metido en faena de analista, "pero la Atalanta está en un momento muy bueno, ganaremos 2-0". Aunque sea a puerta vacía, Bérgamo empujará desde fuera.