Tuchel intenta 'robar' al PSG
Kays Ruiz-Atil apunta a salir de París y el Chelsea le corteja desde la distancia, jugando la baza de su exentrenador, que ya apostó por él en el Parque de los Príncipes.
Kays Ruiz-Atil está cansado del ostracismo y ha pedido salir del PSG. Desde que Thomas Tuchel abandonase la nave parisina, el prometedor centrocampista lionés no ha vuelto a vestirse corto. Sus últimos minutos fueron en un Montpellier-PSG (1-3) del pasado 5 de diciembre, cuando el alemán todavía ocupaba el banquillo capitalino. La nada absoluta que le acompaña desde entonces le ha colocado, como él mismo ha demandado, con pie y medio fuera del Parque de los Príncipes y ante esta situación, su principal valedor llega en su auxilio.
Según informa 'Footmercato', el Chelsea anda tras la pista del franco-marroquí, a quienes ya siguieron el curso pasado. Una de las mayores bazas con las que cuentan en Stamford Bridge es su recientemente nombrado nuevo entrenador, puesto que Tuchel ha sido quien más claramente ha apostado por el excanterano del Barça. Es más, a comienzos de temporada, con las bajas asolando el plantel, el de Krumbach hubo de apostar el talentoso futbolista, a quien alabaron públicamente tanto su técnico como los medios franceses.
Nacido el 26 de agosto de 2002, Ruiz-Atil salió de La Masía por el caso de fichajes irregulares de futbolistas menores de edad y todo apunta que París no será la lanzadera final que ejerza de trampolín al estrellato. 181 minutos repartidos en siete partidos, todos bajo el ala de Tuchel, como decimos, se antojan escasos para el internacional francés sub-19.
El nuevo contrato, motivo de discordia
El potencial, no obstante, está más que presente y en el PSG son conscientes de ello, por ello han tratado desde hace meses cerrar un acuerdo de renovación. Sin embargo, Kays no quiere perderse en un banquillo cargado de estrellas, amén de no haber llegado a las cantidades que pedía (entre 1.5 y 2 millones de euros más un bonus por firmar) y prefiere probar suerte, a priori, en una plaza más amable para su desarrollo. Veremos cómo avanza la situación y si Tuchel rescata finalmente a su expupilo de su laberinto particular.