FRANCIA
El PSG mete miedo: Neymar, Mbappé, Messi...
La renovación de Neymar, el deseo de que Mbappé siga, las palabras de Di María sobre Messi... En París se sienten fuertes y se ven dominadores del mercado.
La situación de pandemia mundial ha paralizado los grandes traspasos millonarios y eso deja un claro beneficiado en Europa: el PSG. El conjunto parisino ha visto cómo en los últimos meses sus grandes estrellas han cambiado de discurso. Los deseos de Neymar de marcharse se han convertido en una renovación prácticamente sellada. Los mensajes indecisos de Mbappé son ya mucho más generosos con el proyecto y con las posibilidades de los parisinos. Hasta Di María convulsionó Barcelona cuando dijo después del partido ante el Nimes que hay "muchas posibilidades" de que Messi juegue en París.
El PSG se siente fuerte, no hay duda. La realidad dice que las penurias económicas están afectando a todos aquellos que trataban de arrebatarles a algunas de sus piezas. Es el caso del Barcelona con Neymar o incluso del Real Madrid con Mbappé. No hay garantías económicas como para hacer frente a operaciones así, ni tampoco como para pagarles los fuertes salarios que estos dos jugadores cobran en París, especialmente el brasileño. El anhelo de Mbappé es acercarse a esos emolumentos y ahora mismo como más cerca parece de poder conseguirlos es quedándose.
En las últimas semanas se supo que el PSG ha tenido perdidas millonarias como consecuencia del coronavirus, lo mismo que ocurre con el resto de grandes clubes. Sin embargo, su ventaja en este caso es que ya tiene a los jugadores de primer nivel como Mbappé y Neymar en su plantilla, por lo que el esfuerzo por seguir siendo competitivo pasa por mantenerlos y no por comprarlos a cambio de una importantísima suma de dinero como tendrían que hacer el resto de pretendientes.
La opción Messi
Pero no sólo en cuanto a jugadores que ya le pertenecen se siente fuerte en el mercado el conjunto parisino. En el fondo surge una opción que puede hacer que definitivamente el PSG rompa la baraja en Europa. Se trata de Leo Messi, sueño desde hace muchos años de Al Khelaifi y que sin duda pondría la guinda al súperequipo de galácticos con el que siempre fantaseó el dueño del club y la familia real qatarí que lo respalda por detrás.
Messi, a diferencia de Mbappé y Neymar, llegaría gratis a cualquier club en verano en caso de no renovar su contrato con el Barcelona, algo que ahora mismo parece lejano. Es cierto que el salario de Messi sería altísimo y que el PSG debería hacer encaje de bolillos para soportarlo, especialmente por el Fair Play finaciero y los límites salariales. También es un hecho que si al argentino no puede pagarle el PSG, prácticamente no habrá equipo en el mundo -salvo quizá el Manchester City- que pueda hacerlo.
El PSG se ha encargado de ponerle un camino de rosas a Messi para que se decante por jugar con ellos: apostó por Pochettino como técnico -argentino y de Rosario como él-, va a conseguir que renueve Neymar -amigo personal de Leo y quien ya dijo en su momento que volvería algún día a jugar con él-, le ofrece un proyecto con el que ganar más títulos y que tiene la Champions entre ceja y ceja, al igual que ocurre con Messi...
En cualquier caso, si no es Messi el que llega este verano, el PSG se reserva la opción de poder convencer a otras muchísimas estrellas que terminan contrato. Es el caso del Kun Agüero, David Alaba y de, por qué no, Sergio Ramos. Un equipo en claro crecimiento, una vida de lujo en París, un tratamiento único para los cracks y un último gran contrato en cuanto a cifras y duración que significan un caramelo para este tipo de jugadores. Justo lo que el resto no puede ofrecerles. Por eso el PSG asusta. Porque tiene lo que el resto no.