NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

DEPORTIVO

Los dos meses de horror del Deportivo

Siete partidos sin ganar, cinco sin marcar, Fernando Vázquez destituido, enfado de Abanca con el presidente Vidal y mercado invernal de ahorro tras la caída libre.

Actualizado a
Varios jugadores del Deportivo, viendo el 1-0 de Chabboura en el duelo ante el Coruxo.
Salvador Sas

El Deportivo está inmerso en la mayor crisis de toda su historia, superando barreras a la baja hasta ahora desconocidas en los 114 años de existencia del club blanquiazul. La caída libre del equipo comenzó en diciembre y todavía no ha frenado. Los coruñeses llevan siete partidos sin ganar, cinco sin marcar y están casi tan cerca del tercer puesto como dl descenso. El descalabro se llevó por delante a Fernando Vázquez al que su relevo, Rubén de la Barrera, solo ha empeorado. La continuidad del director deportivo, Richard Barral, es prácticamente imposible. Y la figura Fernando Vidal está incluso cuestionada por Abanca, propietaria del club precisamente desde su llegada a la presidencia.

El principio del fin comenzó el 13 de diciembre, cuando el Celta B, el filial del eterno rival, se llevó los tres puntos de Riazor (1-2). Al margen del varapalo histórico, aquel partido significó la primera derrota de la temporada para un Deportivo que llegaba al derbi líder en solitario con 15 puntos. Y visto lo visto desde entonces, una herida casi mortal. Después de eso los coruñeses pasaron en Copa en un polémico partido ante El Ejido y la caja de los truenos comenzó a abrirse. El 21 de diembre, tras el Teresa Herrera, Vidal se reunió con Vázquez y poco después lo ratificó: “No hay debate con Fernando Vázquez”. Un titular contundente, pero con una explicación mucho menos apasionada porque el de Castrofeito estaba prácticamente sentenciado.

Tras las vacaciones arrancó 2021 y las cosas solo empeoraron. En el primer partido fue de Copa, con buena imagen, pero eliminado por el Alavés (0-1). El siguiente encuentro fue de liga en Zamora. El Depor pidió sin éxito el aplazamiento por la tormenta Filomena y se presentó al duelo con diez bajas. Cayó 1-0 y al día siguiente, justo tras convertirse en el quinto técnico con más partidos en la historia del club, Vázquez fue destituido por Vidal. El de Castrofeito se marchó dolido y disparando: “Mi principal obstáculo estaba dentro del club”. Sin nombrarlo, Vázquez señalaba claramente a un Richard Barral que ahora está en el centro del ojo del huracán.

El elegido para el banquillo fue Rubén de la Barrera, que el 12 de enero se puso al frente de la nave. Desde entonces hasta ahora, la caída ha continuado sin freno. Cuatro partidos del preparador coruñés sin victorias (dos puntos de doce), sin goles a favor y con el equipo mirando más al descenso que en acabar entre los tres primeros. Una crisis deportiva absoluta, ya que el club blanquiazul dispone del mayor presupuesto de Segunda B de largo. Pendiente todavía de la Junta de accionistas, puede estar en torno a los 14 millones. Precisamente la pésima gestión de los mayores recursos de la categoría ha provocado que el enfado llegue al propietario, Abanca. La entidad bancaria, que tendrá pérdidas millonarias esta temporada, dijo basta en el mercado invernal. Así, tras fichar libre a Raí, el último día salieron Diego Rolan y Rui Costa, dos bajas cubiertas por jugadores del filial: Villares y Rayco. El pasado 2 de febrero, cinco días antes del ridículo ante el Coruxo, Juan Carlos Escotet, presidente de Abanca, anunciaba el futuro que viene: “En los próximos días se harán nuevos anuncios que apuntan justamente a la profesionalización” ante la “precaria” situación del club. La tormenta, todavía no ha acabado.

La plantilla

A todo este hundimiento ha contribuido de forma notable una plantilla cuyo presunto caché y salario es inversamente proporcional a su rendimiento. La delantera es el ejemplo más notorio, pero no el único. Todo el caso Diego Rolan fue un esperpento, aunque el uruguayo, tras salir en el mercado invernal, aun es el pichichi con dos goles. Rui Costa se marchó sin marcar, Miku también está en blanco y Beauvue marcó uno en la primera jornada. De todos los laterales, solo Héctor ha rendido a cierto nivel, pero las lesiones lo han lastrado. Borges y Uche, llamados a liderar, están a años luz de sus galones. Nacho González, la apuesta del verano, ha pasado de intrascendente a desaparecido. Lara y Borja Galán son sombras de lo que se esperaba de ellos.

Jugadores que empezaron a gran nivel, como Granero, parecen otros. Carlos Abad, segurísmo hasta hace un mes, ha pasado de las dudas y pequeños fallos al error grosero ante el Coruxo. Inlcuso Keko, el mejor hasta su lesión y entonado ante Unionistas en su regreso, tuvo un día horrible en O Vao culminado con un penalti infantil. Una larga lista de penitentes en la que es complicado salvar a alguien de forma clara que no sea un Mujaid que ha evitado en muchos partidos que el descalabro no sea mayor.