La crisis del Deportivo sube un escalón y apunta a Barral
El presupuesto del Depor, sobre 14 millones, es el mayor de 2ª B. Casi ningún fichaje carbura y el director deportivo ya ha gastado el comodín del entrenador.
Hoy hace dos semanas el Deportivo anunciaba la destitución de Fernando Vázquez y al día siguiente se comunicaba la contratación de Rubén de la Barrera. La llegada del técnico coruñés no ha solucionado nada y los problemas se han convertido en una crisis de tal tamaño que no sólo amenaza el ascenso, incluso la permanencia del conjunto coruñés en la futura Primera División RFEF. La preocupación en la Plaza de Pontevedra, pero sobre todo en Abanca, entidad propietaria del club, es mayúscula y podría tener más consecuencias una vez que se ha agotado el comodín de cambiar de entrenador. Un Fernando Vázquez que además se fue señalando: "Mi mayor obstáculo estaba dentro del club".
Los focos ya comienzan a señalar a la secretaría técnica y en concreto a su máximo responsable: Richard Barral. El director deportivo, que está viviendo su segunda etapa en el club y trabaja codo con codo con el presidente Fernando Vidal, ha confeccionado una plantilla que se está cayendo a cachos. El equipo está a ocho puntos del líder Unionistas y las sensaciones, tras la paupérrima imagen mostrada ante el Compostela (0-2), son todavía peores. De todos los fichajes llegados esta temporada tan solo ha rendido satisfactoriamente Carlos Abad. El meta, es de lo poco salvable junto al canterano Mujaid (sancionado para la próxima jornada) y Keko. El madrileño, que llegó el año pasado en enero, estaba siendo el mejor hasta su lesión en la quinta jornada.
La preocupación por la situación del equipo se ha tornado en enfado ya que el Deportivo es, de largo, el club con mayor inversión de Segunda B. La Junta de Accionistas aún está pendiente de celebración por la pandemia, pero el presupuesto podría estar en torno a los 14 millones de euros. Un solo jugador, Diego Rolan, cobra 1,3 millones, más dinero que el presupuesto de muchos clubes de la categoría. La confección de la plantilla de Richard Barral, además de cara, presentaba muchas dudas desde su inicio. De todos los fichajes, solo Lara (cedido por el Sevilla) tenía cierta experiencia reciente en Segunda B. Contratos largos para veteranos como Beauvue, Borges o Bóveda. Apuestas muy personales que han fracasado como la del uruguayo Nacho González. Un sinfín de recursos para confeccionar una plantilla obligada a ascender que a siete jornadas del final es décima del Grupo A por coeficiente.