De la joya del United a la gran esperanza del Alavés
Pellistri, incorporación invernal de los babazorros y joven talento uruguayo, responde a lo que pide Abelardo y tiene el desborde suficiente para dar muchos puntos.
Facundo Pellistri es una especie en peligro de extinción. Por muchos motivos, además. El talentoso futbolista uruguayo es propiedad del Manchester United, que ha optado por cederle a un equipo competitivo antes de que siguiera rondándose en el filial. Así, ha llegado al Deportivo Alavés en este mercado de invierno. Los 'red devils' son conscientes del talento que prestan y no se han andado con rodeos: jugará seis meses en Mendizorroza, pero no habrá opción de compra. Algo natural, visto el enorme potencial que tiene el ex de Peñarol. Fruto de su edad, aún tiene muchísimo margen de mejora, sobre todo en el terreno de la consistencia. Su inexperiencia puede ser su talón de Aquiles, pero en Vitoria llevaban mucho tiempo esperando a un perfil así. Además, las alineaciones del 'Pitu' Abelardo parecen señalar que tiene un hueco reservado para él. No tiene demasiado margen temporal, aunque llega con ganas de comerse el mundo. ¿Cómo encaja en el once?
En base a lo anterior, Pellistri es una joya de las que apenas quedan. Juega de extremo, en banda natural. En los últimos años ha reinado el monopolio de los de pierna cambiada, para meterse por dentro o buscar el disparo en diagonales. El nuevo futbolista del Alavés también puede jugar en la izquierda, si bien su posición natural es la derecha. Es diestro, por supuesto, una de las características que explican el proceso de extinción. Es más habilidoso que explosivo. Es ágil y rápido, pero no tiene una gran zancada ni es una bala. Ataca bien los espacios. Disfruta más con la conducción con la pelota pegada al pie que con la carrera fugaz. Y tiene un grave problema: la producción. No marca apenas goles ni tampoco firma asistencias. En su etapa en Peñarol, ni siquiera promediaba un centro por partido. En Mendizorroza debe mejorar dicha estadística, ya que Joselu, Deyverson y, en menor medida, Lucas Pérez son grandes rematadores de cabeza o al primer toque.
Un "sinvergüenza"
El calificativo, lejos de ser ofensivo, resulta un halago en el plano futbolístico. Pellistri se atreve, recibe, la pide, encara, no tiene miedo con el balón en los pies. Se le podría comparar con Bryan Gil, una de las sensaciones de LaLiga precisamente por su descaro. Tal definición es cosecha de Juan Román Riquelme, cuando se rumoreaba el interés de Boca por el futbolista: "Es habilidoso. Se nota que es bastante sinvergüenza para jugar con la pelota. Eso es importante. No hay muchos jugadores como él y creo que eso hay que valorarlo". Otro punto a favor del talento es su compromiso. Con un físico aún por trabajar y siendo un extremo de desborde, podría carecer de fuerza para echar una mano atrás. El nuevo jugador del Alavés, por el contrario, se implica en la presión y repliega bien para echar una mano a sus compañeros.
Retomando la definición de Riquelme, a Pellistri le acompaña también un alto porcentaje de efectividad en el regate. Su técnica le permite salir victorioso de más de la mitad de los que intenta, según los datos recopilados en su etapa en Peñarol. Es más, tiene aún más mérito por el número de veces que lo intenta. En Uruguay lo hacía en 3,5 ocasiones por partido. Es decir, solo con su habilidad completaba casi dos por noche. Es de los que piden el balón al pie y arrancan desde ahí, también como Bryan Gil. De este modo, oxigenaría el ataque del Alavés, que no se ha caracterizado por la fluidez en el primer tramo de temporada. Además, tiene un gran control de balón, fundamental para arrancar con ventaja para con sus adversarios. Otro aspecto a mejorar, típico en futbolistas de ese perfil, es la decisión tras el desborde. Le sucede, sin ir más lejos, a Vinicius: arranca bien la jugada, pero pierde fuelle a la hora de la verdad.
¿Titular o revulsivo?
Titular. El extremo es especialista en romper defensas cerradas, por su fantástica conducción y su capacidad de regate. El problema es que el Alavés no se define como un equipo que tenga largas posesiones de balón y suele esperar más en la retaguardia. Aun así, Pellistri impone más como amenaza desde el primer minuto. Puede revolver un partido, pero sus características implican que es un alborotador en el minuto 1 o en el 90. Al no contar con tanta explosividad, evidentemente podría dar otro aire a sus compañeros como alternativa en la segunda mitad, aunque sus principales virtudes no le dan más garantía en los minutos finales. Como referencia, Vinicius es ideal para ajetrear un partido en la segunda mitad. Sin embargo, Bryan Gil sabe alborotar en cada posesión desde el once e incluso es posible que no explote mejor sus recursos cuando el rival esté más cansado.
¿Cómo encaja en el Alavés?
El nuevo Alavés de Abelardo juega con un 4-4-2, esquema que ya utilizó en su día en su primera etapa. El técnico quiere a un equipo compacto, que defienda muy junto en defensa y que salga en transiciones con especial protagonismo al fútbol de banda. Sí, Pellistri parece responder a la perfección a lo que quiere el entrenador. Es más, parece que el once hay una posición que lleva su nombre. El recién fichado encaja en la banda derecha. Por la izquierda juega Luis Rioja, otro extremo natural. Pero por el carril idóneo, ha sido titular en la nueva etapa del club babazorro Martín Aguirregabiria. Un lateral derecho reconvertido.
Martín es uno de los jugadores más prometedores del equipo, es canterano y no se ha desenvuelto mal en la posición. Pero cuando llega uno de los talentos más sonados del fútbol uruguayo y el equipo está tan necesitado de puntos y frescura en el ataque... Todo apunta a que contará con oportunidades. Abelardo es consciente de que le ha llegado una promesa y debe aprovechar todos sus recursos. Eso sí, deja dudas su físico, ya que el Alavés depende mucho de la constancia de sus jugadores en terreno defensivo. Por el momento, en rueda de prensa, el 'Pitu' le ha definido como un chico con gran conducción de pelota y se ha reafirmado en que lo que más necesitaban era potenciar las bandas.
Otro aspecto en contra de su adaptación es la presión. El Alavés se encuentra actualmente en puestos de descenso y cada partido se afronta como una final. No hay tiempo para cometer errores y menos si estos cuentan puntos. Iñigo Córdoba, el otro gran refuerzo babazorro en la ventana invernal, es natural de banda izquierda, como Luis Rioja. Cabe la posibilidad de que uno de los dos se cambie de carril para que puedan convivir en el once. El ex del Athletic conoce de sobra la categoría, otro punto a su favor. De cara al Alavés-Valladolid de este viernes, todo apunta a que Pellistri partirá desde el banquillo. En la segunda mitad, quién sabe, podría empezar a despegar en esta nueva aventura profesional.