Otra noche mágica

Sábado, 1 de diciembre de 2007. El Almería no había comenzado mal su debut en Primera División y, con trece puntos, estaba uno por encima del Recre, que marcaba la zona roja. Un empate en Villarreal (1-1) la semana anterior reforzaba el buen hacer de Unai Emery. El Sevilla, por su parte, venía de caer en el Sánchez-Pizjuán ante el Mallorca (1-2) y con 16 puntos se encontraba lejos de su objetivo. No era un Sevilla cualquiera, sino el actual campeón de la Copa de la UEFA, de la Copa del Rey y de la Supercopa de España. Uno de los equipos europeos de moda visitó un Estadio de los Juegos Mediterráneos como pocas veces se había visto: 17.284 espectadores querían ver la segunda victoria en casa de los suyos. La empresa se antojaba misión cuasi imposible.

Uno de los nombres propios era el de Diego Alves. Cobeño, el meta titular del Almería, no podía actuar por la cláusula del miedo, por lo que era el turno para el joven guardameto brasileño, desconocido en el fútbol europeo. Su debut en el viejo continente en el primer duelo entre el Almería y el primer equipo del Sevilla iba a estar a las alturas de las circunstancias. Junto a Diego Alves, Unai Emery formó esa noche con López Rekarte, Carlos García, Pulido, Mané, Juanma Ortiz, Soriano, Felipe Melo, Crusat, Kalu Uche y Negredo (en la segunda mitad entraron Acasiete, Corona y Natalio), mientras que Manolo Jiménez alineó a Palop, Dani Alves, Mosquera, Fazio, Crespo, Renato, Poulsen, Martí, Jesús Navas, Diego Capel y Kanouté (también jugaron Keita y Chevantón).

El Sevilla empezó fuerte, topándose contra el debutante Diego Alves. El carioca sacó un remate a Navas y otro a Kanouté antes del primer cuarto de hora, que volvió a aparecer en el ecuador del primer acto para solventar un mal despeje de Carlos García. Justo tras el paso por vestuarios, Teixeira Vitienes enseñó la segunda amarilla a Dani Alves. Eso sí, el cuadro hispalense, ese día de rosa, continuó percutiendo cual cuchillo en mantequilla por el costado de Diego Capel. Dirigidos con un magistral Corona, los almerienses empezaron a creérselo y en el 62' la tuvo Uche en un testarazo tras asistencia del talaverano, en una jugada idéntica nueve minutos después en un saque de esquina.

Fue en el minuto 87 cuando un peruano llevó el delirio a la grada. Santi Acasiete hizo el gol del triunfo al rematar de cabeza un córner botado por Corona: encuentro característico de ese Almería de Emery, que desequilibraba la balanza en jugadas a balón parado dando por bueno ese gran trabajo defensivo. Antes del comienzo del encuentro se guardó un minuto de silencio por Beltrán López, abonado del club local, y Raúl Centeno guardia civil asesinado por ETA en Capbretón ese mismo día. Antes del pitido inicial y en el descanso actuaron Mercedes y Cristina, cantantes de Operación Triunfo. Esa misma temporada, en el encuentro de vuelta, el Almería goleó (1-4) en el Sánchez-Pizjuán en una lluviosa noche de abril. Mañana quiere otra velada mágica...