Luis Rioja deja sin premio la mejoría del Deportivo

Deportivo y Alavés disputaron una atractiva eliminatoria de Copa lejos de la presión que acompaña a ambos equipos en la Liga. Un partido con dos partes bien diferenciadas. La primera para los coruñeses, que dominaron al ritmo de Borges y Keko pero que no pudieron hacer daño real a Sivera. En la segunda los vitorianos dieron un paso adelante y tras avisar en varias ocasiones Joselu, Luis Rioja logró el pase a la siguiente ronda con una contundente volea. Los de Machín, avisados por las numerosas sorpresas se esta Copa y el tropiezo propio del año pasado ante el Jaén, despertaron a tiempo y acabaron imponiendo su mayor calidad y pegada. Para los de Vázquez se acabó la aventura copera, pero se van de la competición con buenas sensaciones para alejar la depresión con la que cerraron 2020. Eso sí, de poco valdrán si en liga no llegan las victorias.

El duelo, después de solventada la incertidumbre de ayer con el positivo en el Depor, comenzó igualado con los dos equipos mirando al área rival, pero vigilando mucho sus espaldas. Un cuarto de hora inicial en el que incluso el balón era más coruñés que vitoriano, pero con problemas para ambos para encontrar la primera ocasión. Y llegó cinco minutos después, en el que Beauvue desvió un remate de Borges que no encontró puerta por poco. El atrevimiento se fue convirtiendo en dominio local y merecía premio para un Depor que recuperaba el balón con suma facilidad y llegaba por las bandas, sobre todo por la de un omnipresente Keko. Aplausos de los mil de Riazor para un equipo que lograba lo que tanto le está costando en Segunda B: dominar el partido. Y todo ante un Alavés dormido, casi indolente, sin apretar y que no era capaz de juntar tres pases ni montar una contra en condiciones. El buen trabajo de los de Vázquez, que disfrutaban bajo la batuta de Borges, casi se viene abajo en el último segundo del primer tiempo, en el que un balón cruzado de Joselu llegó hasta Guidetti para que el sueco rematase al palo. Susto para los gallegos y un aviso que en Primera no hay bofetadas, hay puñetazos.

El paso por los vestuarios sirvió para que Machín despertase a los suyos, que salieron muchos más activos y enchufados. Joselu, el ex del Depor ante la ausencia por lesión de Lucas Pérez, avisó pronto con un disparo escorado que sacó Lucho García con seguridad. El cambio de marcha del Glorioso se convirtió en dominio, en un intercambio de papeles con los gallegos respecto al primer tiempo. Los problemas crecieron para los locales, que vieron con preocupación como Keko pedía el cambio. Los cinco hizo Vázquez antes de que Machín moviese su banquillo. Después de un aviso de Diego Rolan, el Alavés retomó la batuta. Lucho sacó de milagro una clara oportunidad de Borja Sainz, pero no pudo con la volea de Luis Rioja. De ahí hasta el final, ganas locales y tablas de Primera de un Alavés que fue de menos a más y no sufrió en exceso en la recta final.