El derbi del coronavirus
Los positivos de Joaquín, Guardado y Montoya marcan la previa en un Betis diezmado. El Sevilla, favorito, jugará sin el pivote Fernando pero con Jesús Navas.
Un Año Nuevo muy accidentado convirtió el Betis-Sevilla de esta tarde en el derbi del coronavirus. La aparición a última hora de varios positivos en el equipo verdiblanco (Joaquín, Guardado y Montoya), sumados al ya conocido de Álex Moreno, visten al equipo de Heliópolis con alguna prenda de víctima que sumar a las que ya llevaba... y aumentan el favoritismo de los de Nervión (sigue el partido en directo en AS.com).
El Sevilla llega al duelo con siete puntos de ventaja (dos partidos menos) y tras completar un 2020 de ensueño, en el que levantó su Sexta Europa League, se clasificó para Champions y luego a octavos de la competición y finalmente acabó de nuevo el año en la cuarta posición de la tabla.
Mientras, tras torcer la esquina de una década repleta de mediocridad, al Betis le crecen los enanos y le menguan los ídolos. De especial relevancia resulta hoy la baja de Joaquín, doctorado en derbis (disputó 22), guía espiritual de su vestuario y desequilibrante como el que más en el Villamarín aunque vaya camino ya de los 40 años.
Aparte de los positivos, Pellegrini tampoco podrá contar con Dani Martín, Tello, Carvalho, Bartra ni Camarasa y a falta de su elección para el ataque tiene casi lo justo para construir una alineación. La posible vuelta de Bravo es la cara y también lo sería la inclusión de Canales en el once... Si el cántabro, recién salido de una lesión, está para 90 minutos de un duelo tan exigente.
Lopetegui llega al duelo sin uno de sus buques insignia y personificación de la solidez de este Sevilla, el pivote Fernando. A excepción del brasileño, el técnico vasco formará más o menos con un once de gala porque Jesús Navas olvida sus problemas físicos, a priori para este partido. Entre otros muchos récords meritorios, Julen logró ganar sus dos primeros derbis sevillanos, la temporada pasada. Pero se acabó 2020 y empezar 2021 con un derbi concede, sobre todo al que salga victorioso, todo un borrón y cuenta nueva. Con coronavirus o sin él, a partir de las seis y cuarto de esta tarde habrá media parte de Sevilla infectada por otro tipo de virus, nada letal pero muy incómodo durante los días en la oficina, la calle o el bar: la guasa que le dedique el eterno rival.