Al Madrid le van las situaciones límite en la Champions

La esperanza es lo último que se pierde. Es lo que debieron pensar tanto Zidane como gran parte de la expedición blanca cuando se enteraron de que el Inter de Milán les había regalado una última bala para poder acceder a la fase de eliminatorias de la Champions League al derrotar al Borussia en su estadio (2-3): hasta la fecha, el conjunto blanco ha superado la fase de la liguilla en todas las ediciones en las que ha participado.

Sin embargo, no todas han sido camino de rosas (que los ha habido, por ejemplo en la campaña 2014-15, los blancos ganaron los seis encuentros haciendo un pleno de triunfos, con 18 puntos conquistados, 16 goles marcados y únicamente dos encajados). Ha habido tres casos en los que el conjunto blanco se jugó el pase en el último encuentro de la fase de liguillas para poder pasar de ronda.

Las dos primeras vinieron en las ediciones de 1999-2000 y 2002-2003. En ambas, la UEFA modificó la estructura originaria para que se celebraran más encuentros: se jugaban dos liguillas clasificatorias antes de disputarse la fase eliminatoria. En el tramo final del año 1999, los blancos superaron sin problemas la primera fase antes de caer en la liguilla de octavos, encuadrado con el Dinamo de Kiev ucraniano, el Rosenborg noruego, y el Bayern de Múnich germano. Tras empezar bien (dos triunfos ante ucranios y nórdicos), fue vapuleado por el conjunto bávaro (2-4 en Madrid y 4-1 en la capital muniquesa). Un empate en el Bernabéu ante el Dinamo dejaba todo abierto para la última jornada: los blancos se medirían al Rosenborg en tierras nórdicas, mientras que en Kiev, los locales se medían al Bayern. En una noche trepidante, los blancos se impusieron al Rosenborg por la mínima (gol de Raúl), con un equipo en el que aparecía Aganzo junto con el propio siete en la punta del ataque. Mientras en Kiev, los locales derrotaban a los germanos 2-0… Al término de la jornada, madridistas y ucranianos contaban con 10 puntos, pero el triunfo de los blancos en la primera jornada les colocaba en segunda posición del Grupo C. Accedían a los cuartos: se medirían al Manchester United, al que eliminarían. Ese año alzarían la Octava al derrotar al Valencia en la primera final de la Champions entre dos equipos del mismo país.

La segunda ocasión llegaría en 2002. Tras una primera liguilla disputadísima con el Roma (un gol de Centeno, jugador del AEK griego, daría el primer puesto a los madridistas), la segunda tendría su miga: hasta tres equipos (Milán, Madrid y Dortmund) pelearían por los dos puestos: finalmente serían para los rossoneri y para los madridistas. Un gol de Portillo en Dortmund en el minuto 91 les dejaba dos jornadas infartantes. En la primera, los blancos derrotaban al Milán en el Bernabéu (3-1), en lo que era el regreso de Redondo y Seedorf a la capital de España, mientras que el Borussia liquidaba al Lokomotiv de Moscú cómodamente (3-0). Todo se decidiría en la última jornada: los blancos visitaban la ciudad moscovita, mientras que los italianos, ya clasificados como primeros de grupo recibían a los germanos. Los de Del Bosque ganarían por la mínima gracias un gol de Ronaldo Nazario de cabeza (minuto 35). No sería hasta el tramo final cuando todo se complicaría: Jan Koller, el gigante checo de 2,02 metros, marcaba para el Dortmund justo cuando más achuchaba el conjunto moscovita la meta de Casillas. El meta madrileño detendría tres tiros del cuadro local para asegurar los tres puntos. Del Bosque, técnico blanco, definiría el partido como “la victoria más difícil de los últimos años”.

La última vez que el Madrid se aseguró el pase fue en la campaña 2009-10, en la fase de la liguilla, con un grupo formado por el Milán, el Olympique de Marsella y el Zurich. En la cuarta jornada, los blancos y los milanistas figuraban en cabeza empatados a siete puntos, con el conjunto marsellés tercero, con seis. La quinta jornada vio cómo los de Pellegrini derrotaban al Zurich, mientras que italianos y franceses igualaban en San Siro. En la última jornada, los blancos lideraban el grupo con 10 puntos, seguidos por el Milan (ocho puntos) y el Marsella (siete). Precisamente, los blancos jugaban en la ciudad mediterránea, mientras que los suizos recibían a los transalpinos. Pero los blancos no dieron opción: liderados por un fenomenal Cristiano (marcó dos goles), superaron a los italianos que sólo lograron empatar (1-1). Los blancos accedían así a los octavos de final, donde caerían eliminados por el Olympique de Lyon.

Tras la derrota ante el Shakhtar, los blancos vuelven a estar en el filo de abismo. Ya han estado en esas circunstancias y han salido airosos de todas ellas. El miércoles es otro giro de la ruleta. Veremos si sale el pase a los octavos para los blancos o queda eliminado…